Capítulo 23

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Eddie no sabía porque había dicho eso, ¿por qué Richie querría volver a besarlo?, era sólo un niño.
Se durmieron sin decir más nada.
Eddie dormía plácidamente al lado de Richie, Richie se sentía lleno de emociones, amaba a Eddie, lo amaba más que a sí mismo, estaba dispuesto a protegerlo a como de lugar, quería salvarlo de todo, del mundo, del mal que podrían hacerle, incluso de sí mismo.
Sus sentimientos le dolían, quería decirle, pero no era correcto, no debía, si se lo decía la cosa sería peor, lo observaba como dormía, era alguien tan frágil, Eddie era lo más puro e inocente, ¿pero era enserio inocente?, ¿por qué la muerte lo seguía?.
Prefirio ya no seguir en el auto, necesitaba aire, necesitaba estirar las piernas, contemplar aquel paisaje, distraerse.
Se acercó al borde de aquella desierta autopista, veía a lo lejos unos acantilados, todo se veía hermoso, el sol cubría todo y daba unos matices de colores preciosos realmente.
Bajo aquella brisa matutina un hombre caminaba por ahí con total tranquilidad, se encontraba contemplando el paisaje de igual manera, a Richie no le importo si lo reconocía o no, estabao suficientemente cansado.

- linda vista, ¿no crees? - preguntó aquel hombre acercándose a Richie.
- Si, es bueno contemplar lugares como este.
-Si, yo vengo aquí cuando todo se acaba para mi y necesito paz - afirmó aquel hombre.

Richie lo miró con fijeza, ero quería el también, necesitaba paz.
-Richard, ya todo se termino - dijo el hombre.
Richie se quedó congelado, su corazón le palpitaba a mil por hora, tenía que ser una broma, su cuerpo quería huir, ¿cómo diablos sabía su nombre?.
- ¿Cómo dice? - preguntó Richie disimulado los nervios que traía.
-Mi nombre es Stanley, Oficial Stanley Uris para ti, Richard.

* _ * _ * _ * _ *

Stanley siempre había sido un hombre dedicado a su trabajo, resolvía cada caso que estaba bajo su mando, dedicaba todo su tiempo a su labor, pasaba horas sin dormir, pero era el mejor oficial.
Había visto al pequeño dormir por la ventana.

- por favor... - suplicaba Richie, solo podía suplicar
Richie afirmaba ser inocente del asesinato de Sonia Kaspbrak , ¿pruebas?, se encontraba dormido a la hora del asesinato, y antes había pasado todo el día con sus amigos planeando su viaje de excursión, Mike su amigo lo podía corroborar, pero ¿era cierto?.
- Richard... Hay huellas del niño en el cable que mató al jardinero de la señorita Marsh...las declaraciones afirman que Eddie y su madre no tenían una buena relación y que sentía celos.
Richie comenzó a llorar sin control, no podía ser cierto.
-No puede llevárselo - rogaba a más no poder, sus lágrimas salían sin poder evitarlo, Stanley sentia pena por aquel joven, tirar toda su vida a la basura por una persona, era demasiado.
- Richard - empezó el oficial pero fue interrumpido.
- Por favor, no puede llevárselo, es un niño, solo un niño... Se lo ruego, por favor.
- Richard, ¿Edward tiene la culpa? - El oficial quería oír esa resoiesta.
Richie se sentía desmoronar, todo se le había venido abajo en cuestión de segundos, segundos y sólo eso, lloraba por todo lo que quizás no había llorado antes, ¿era Eddie el culpable?, Richie había dejado de hacerse esa maldita pregunta.
-Richie...
-No, no lo es, Eddie es solo... Solo un niño.
-Richard, escúchame.
-Por favor, deje de repetir mi nombre, solo estamos usted y yo oficial.
-Esta bien, comprendo que te hayas encariñado con el niño y que quieras su bien. ¿No crees que si él fue el culpable... Merece y necesita ayuda?.
-No, ustedes lo encerraran y ya no podré verlo, nunca más.  - Richie no podía perder a Eddie, prometió cuidarlo, protegerlo, pero sus palabras, sus palabras no podían ser cumplidas.
-Te propongo algo, Richard. - aquellas palabras que Stanley Uris no débio decir, pero conocía el sentimiento de Richie.

* _ * _ * _ * _ *

Richie observaba a Eddie, lo miraba memorizado cada detalle de su rostro, lo miraba contando sus pequeñas pequitas, lo miraba apreciando sus pestañas, sus párpados cerrados.
Tantas cosas había hecho por ese niño y quería hacer más, mucho más... Y ahora solo podía hacer una.
Eddie despertó y encontró a Richie mirándolo.
- Rich, ¿por qué me miras?, se siente un poco raro - rio el pequeño estirandose.
Esa risa, esa voz, esas expresiones, Richie las extrañaría.

Solo quiero mirarte mucho más Eddie, no dejaré de hacerlo.
- ¿todo está bien?, dime, ¿qué pasa? - el niño lo miró con los ojos entre cerrados. - no digas que nada porque tus ojos me muestran que estabas llorando.
Richie se sentía mal, pero un trato es un trato.
- Nada, solo no dormí bien, Eds.
-Richie, las personas no lloran por no dormir bien.
Lo que sentía por Eddie, era algo que era un gran problema, lo que sentía por ese niño, estaba mal y Richie era consiente que le importaba mucho, él no poder evitarlo, él no quería ser un enfermo a los que la sociedad odiaba, pero sus sentimientos eran más fuertes, no podía evitar amar a ese niño, lo amaba tanto que sacrificaba su libertad por el niño de las pequeñas pequitas.
Pero Eddie no sabía la charla que habían tenido Richie y el oficial y el trato que habían hecho.

- Eds... ¿Tú... Me quieres? - preguntó Richie, Eddie lo miró arqueando su ceja, estaba rojo.
¿Qué sí Eddie quería a Richie?, ¿qué clase de pregunta era esa?, claro que sí, lo adoraba, era su todo, su amor, Richie era lo que hacía que sonriera, que las enfermedades fueran ligeras, Richie era el chico de sus sueños, el que lo salvaba de sus pesadillas, desde que lo conoció, Richie le había dado sentido a su vida, Richie Tozier era su todo.
Eddie no lo quería, quererlo era poco.
-Yo, no. Richie...
Richie sintió su mundo caer aún más profundo, si ese niño no lo quería, ¿para qué había sido todo eso?.
-Rich, yo te amo.
Eddie no entendía como esas palabras salieron de su boca, se sonrojo de inmediato y Richie sonrió, respiro, sintió que su corazón se le podía salir, ¿era tan malo si Eddie Kaspbrak lo amaba?.
- Eds...
- se que esta mal, eres un chico, yo soy un chico, somos de diferentes edades... Pero mira, voy a crecer, y saldremos juntos adelante, porque yo se que tu sientes lo mismo por mi, bueno eso creo...
Por supuesto que Richie lo amaba, lo amaba con cada latido de su corazón, lo amaba con cada parte de él, lo amaba más que a nada en el mundo, pero aunque Eddie creciera no solucionaba la situación, no solucionaba que haya matado a dos personas.
- Claro que si, Eddie Spaghetti, creerás y ya no habrá problemas, yo esperare por ti lo que sea necesario - mintió y le hizo cosquillas, cosa que Eddie reía, oh, esa risa que Richie Tozier jamás en la vida podría olvidar, esa risa que lo perseguiria a donde sea que fuera, su peor tortura.
- ¿y podrías besarme sin remordimiento? - preguntó dudoso el pequeño.
- Toda mi vida - las lágrimas tomaban su lugar en los ojos de Richie, sus palabras sonaban a mentira.
Eddie era el asesino de dos personas, eso nadie lo podía cambiar, pero tampoco cambiaba el hecho de que Richie lo amara, nada lo cambiaría.
Sabiendo que esa era la ultima vez que vería a Eddie Kaspbrak, la culpa se fue, ahora fue él quien con sumo cuidado, beso con delicadeza los labios de Eddie.
Eddie abrió los ojos con sorpresa, se sentía bien, se sentía en las nubes, Richie lo besaba, solo podía pensar en los labios de Richie sobre los suyos, solo quería sentir los labios de Richie por mucho tiempo.
- Lo siento - dijo Richie cuando se separó, con su alma hecha pedazos.
Eddie no entendía porque Richie Tozier se disculpaba.

Al borde de tus pequeñas pequitas... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora