Capitulo 24

371 59 52
                                    

Richie se encontraba sentado en aquella silla, con las manos sobre la mesa, era una sala donde la policía te hacia declarar, aún no caía en cuenta de que se encontraba ahi, en ese lugar, todo había pasado tan rápido, se encontraba ahí armando pedazos de su corazón, pero no podía, lo que lo mantenía vivo no estaba con él.
Stanley Uris le dio un fuerte golpe a la mesa de la sala de interrogatorio, ahora Richie sabía porque estaba ahí, ya lo recordaba.
- ¡¿por qué?! - repetía sin parar furioso el oficial.
- Aquí estoy, ese era el trato.
- No, Richard, ese no era el jodido trato.
- Claro que si, recuerdo sus palabras. "debes entregarte, intentare ayudarte, despidete del niño", entonces eso hice, me despedí de Eddie.
- Edward tenía que venir contigo, para poder ayudarlo a él.
- Eddie no necesita ayuda, usted nunca lo entendería.
- ¡Richard!
- Ahora es libre, él está bien y estára bien mucho tiempo, aqui me tiene a mi, culpeme de todo, no importa.
- ¿Dónde está el niño? - cuestionó el oficial.
- A salvo, oficial Uris, donde nadie le hará daño.
- ¡¿Dónde?!
- Libre y a salvo.
- ¿Admites ser el asesino de Sonia Kaspbrak y el jardinero?.
- Yo no mate a la señora K, el propio Eddie lo hizo.
- ¿Dónde está Edward?.
- A salvo.
- ¿lo sacaste del país?, ¿lo escondiste?, ¿dónde?.
- nadie le hará daño nunca más, le di la libertad que merecía.
- tú..  ¿Lo mataste? - esa pregunta desató las lágrimas de Richie Tozier.

* _ * _ *  _ * _ *

- Richie... Cariño. ¿Mataste a Eddie?.
- Si, yo lo mate, mamá, yo lo hice.
- Conseguiré un buen abogado mi cielo.
- Mamá, no gastes dinero, solo son unos cuantos años, no toda la vida - decía Richie en esa celda que lo separaba con barrotes de su madre.

* _ * _ * _ * _ *

Después de la captura de Richard Tozier y que en los noticieros haya salido todo, la policía recibió una llamada anónima, afirmando que Edward Kaspbrak no era el asesino de su madre, la persona que llamó dejó una dirección, para confesar todo lo que sabía.
Richard Tozier había admitido que mató a Edward Kaspbrak, había dicho que lo arrojó por un acantilado, para salvarlo del mundo, de la maldad que tenía.
Nadie entendía el amor enfermizo del mayor. ¿Por qué lo había matado?, si lo amaba, ¿por qué matarlo?.
Pronto Stanley Uris se vio interrumpido con el reporte de la llamada.
¿Cómo qué Edward no era el asesino de Sonia Kaspbrak?..

* _ * _ * _ * _ *
Esa puerta los separaba, una puerta separaba a Stanley Uris del asesino de Sonia Kaspbrak.
Nadie respondía del otro lado, por ende derribaron la puerta, el estruendo de la puerta sono y buscaron por toda la casa, no había nadie al parecer, quizás era una llamada falsa.
Al entrar al baño de la casa fue otra cosa, Beverly Marsh, yacía muerta en la tina, su sangre se desparramo por todo el suelo, pero en el lavamanos se encontraba una carta, ya no había opción para salvar a la muchacha, ya estaba muerta, los paramedicos solo podían entrar para sacar su cadáver.
Stanley Uris de dirigió a la estación de policía con aquella carta en mano.
Todos habían muerto a causa de un niño, no podía ser real, pero aquel niño era inocente, un niño que también había muerto.
Cuando abrió la carta que tenía escrito " Richie" se encontró con papeles, en unos relataban una historia, la misma que la maestra le había dado para analizar y en otra una nota.

Richie... Te conozco hace tantos años y siempre he estado enamorada de ti.
¿Por qué fui yo?, fácil, yo te amaba más allá de lo que alguien puede amar a otra persona, aunque espera, creo que no ame tanto, porque tu amabas más a ese pequeño niño...
Nunca entendí que tenía él de especial, intentaba e intentaba, pero jamás lo entendí.

El oficial no podía seguir con más, dejó la carta a un lado, debía entregarsela a Richie, pero no ahora, no quería darle más dolores, ¿cómo decirle que mató a ese pequeño, por cosas que no hizo?

* _ * _ * _ * _ *

Pasaron los días y por la confesión de Richie , por confesar que había matado a Edward Kaspbrak porque quería salvarlo, porque era peligroso, un asesino.
Aunque sólo Stanley Uris sabía la verdad, la verdad que terminó con varias personas muertas.
Richie terminó recibiendo seis años de presión, al no ser el asesino de todas las personas, por homicidio justificado, seis años lo condenaban, porque no había más pruebas, no tenían nada.
Seis años en prisión por amor, por mentiras, por amar a un pequeño.
Seis años sin Eddie Kaspbrak o quizás toda una vida.

Al borde de tus pequeñas pequitas... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora