Capítulo 2

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Vecinos  

Me moví por toda la cama en busca de algún lugar cómodo, y cuando por fin lo encontré una mano comenzó a moverme constantemente

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Me moví por toda la cama en busca de algún lugar cómodo, y cuando por fin lo encontré una mano comenzó a moverme constantemente.

— ¡Amber, despierta! ¡Despierta! ¡Qué despiertes te digo! — exclamó en mi oído

— ¡Aléjate de mí! — grité empujándolo lejos — ¿Estás demente? — pregunté sentándome de golpe

— Mamá dice que te levantes

— ¿Y para eso tienes qué reventarme el tímpano? — salí de la cama y caminé hacia el clóset

— Llame a la puerta y no respondiste

— O y te pareció buena idea hacerme sangrar el oído por tus gritos que pueden provocarme una severa sordera

— Estás siendo dramática

— Bueno ya. Dime, ¿por qué te ves tan fresco? — comencé a buscar mi ropa

— El agua suele darle a las personas una apariencia más limpia — bromeo, Alex

— Sabes de que hablo... Anoche tenías un alto estado de ebriedad que ni siquiera podías recordar el idioma que hablabas

— Bueno pues como puedes ver estoy como nuevo

— Sí, me doy cuenta. Por esa misma razón cuestiono porque pareces tan ajeno a las secuelas que se supone, debes estar sufriendo esta mañana por tu reciente episodio de ebriedad

— Ay, no... — sé quejó de pronto

— ¿Qué?

— Ya empezaste a usar tu extraño vocabulario

— ¿Qué tiene mi vocabulario?

— Todo... ¿Quién habla así hoy en día?

— ¿Hablas de usar palabras cuyas definiciones evidentemente no conoces por tu escaso diccionario mental? — indague

— Precisamente a eso me refiero

— Yo no hablo de forma extraña, Alex. Pero he pasado toda mi vida leyendo y con un abuelo que, casualmente se dedica a la escritura y que siempre que tuvo la oportunidad me inculcó este lenguaje que poseo — expliqué tomando un pans del clóset — No puedes juzgarme por eso y mucho menos quejarte

— No me quejo, y mucho menos te juzgo, sólo que es raro...

— Bueno, entonces creo que deberían normalizar que las personas amplíen sus conocimientos ortográficos y gramaticales y que dejen de normalizar que los adolescentes de 16 años sean unos borrachos

— ¿Intentas decirme algo?

— ¿Te parece qué intento decirte algo? — tomé una camiseta blanca y aventé ambas prendas a la cama

Aviones de papel [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora