Capítulo 10

1.7K 224 49
                                    

Una cena, un tanto complicada

El sábado estaba siendo bastante raro, casualmente el cielo estaba nublado, el ambiente en casa era tenso a pesar de que papá pasaba cada vez menos tiempo en casa y Alex más allá de la escuela la pasaba encerrado en su habitación, atascando la pue...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sábado estaba siendo bastante raro, casualmente el cielo estaba nublado, el ambiente en casa era tenso a pesar de que papá pasaba cada vez menos tiempo en casa y Alex más allá de la escuela la pasaba encerrado en su habitación, atascando la puerta ahora no podía cerrarse, o la pasaba con su banda.

Mamá y yo salimos de casa para subirnos al coche y así hacer las compras habituales de cada sábado.

— ¿Crees qué fue buena idea dejarlo solo? — pregunté una vez me puse el cinturón de seguridad mientras ella ponía en marcha el coche

— Toda la semana a estado bastante tranquilo

— Yo diría más bien aislado, pero si tú lo dices... — del bolsillo de mi jean saqué una de las paletas que papá me había regalado

— Es tu hermano y es mi hijo, no le veo nada de malo querer confiar en él — apartó la vista del frente para mirarme — Agh, Amber, ya te e dicho que no me gusta que comas esas cosas. Pareces niña pequeña comiendo dulce

— Saben deliciosas, son mi dulce debilidad — introduzco el caramelo en mi boca para hacer que éste llegue a embarrar toda mi boca

Después de unos minutos conduciendo mamá aparca en el estacionamiento del recinto. Bajamos del coche y entramos al súper para comenzar las comprar.

— ¿Qué se te antoja de cenar? — me pregunta tomando un carrito de súper para luego hacerme conducir

Recuerdo que antes Alex solía acompañarnos a hacer las compras y él y yo nos peleábamos por quien conduciría el carrito, pero ahora los tiempos han cambiado y no puedo entender a mi hermano. Las vueltas que da la vida.

— No lo se... — saliendo de mi ensoñación, pensé en algún platillo en especial que se me antojara — ¡Ya sé! Recuerdo que un día cocinaste pollo con verdura picada en cuadros pequeños, casi es lo único que recuerdo, pero sabía bastante bien, quizá puedes hacerlo

— Está bien — aceptó

Comenzamos a buscar lo necesario para la comida: verduras, pollo, etc... También compramos fruta para hacer la merienda durante la semana.

— Algo me decía que las encontraría aquí

— Parece que se nos hará costumbre encontrarnos — mamá dejó de agarrar fruta para mirar por completo al vecino

— Al parecer si

Por la cara de mamá, pude deducir que no estaba muy contenta con la idea.

Aviones de papel [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora