Capítulo 3

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Explosión

— ¿Y por qué te mudaste aquí? — indagó mi padre, cuando la disputa de si parecía deportista había terminado

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— ¿Y por qué te mudaste aquí? — indagó mi padre, cuando la disputa de si parecía deportista había terminado

— Bueno, tenía un departamento en el cual vivía — comenzó a relatar — Pero el departamento era de mi padre y bueno, ya no me sentía cómodo en ese lugar

— ¿Y por qué no buscó otro departamento? — preguntó, esta vez mi madre — No es interrogatorio, sólo que, si ya vivía en un departamento porque no buscar otro departamento si sólo es usted, ¿cierto?

Sentí como Chris se removió en su sitio disimuladamente, era notable su incomodidad por hablar del tema.

»Me debes una Chris Watters«.

— Entraré a la NASA — anuncié de pronto — Y me iré a Marte a buscar oxígeno y vida humana — proseguí cuando obtuve la atención de todos — Y si no hay nada de eso me dejaré morir allí. Pero no se preocupen, mis superiores les harán llegar mis cenizas martehumanas

Por un minuto entero, todo fue silencio hasta que el agradable vecino lo rompió.

— ¿NASA?

— ¿Me dirá qué tampoco parezco astronauta?

— Amber, no empieces — me detuvo mi madre

— Que cena tan amena — escuché murmurar a Alex

— No dije eso, sólo que no muy a menudo me encuentro con personas que hablen de entrar a la NASA

— O al área 51 — agregué

— Amber es muy brillante — confesó la mujer que trataba de conservar la poca paz que quedaba — Le dieron la opción de adelantarse la preparatoria pero lo rechazó

Me abstuve de voltear los ojos. ¿Por qué tenía que contarle esa historia a cada persona que conocíamos?

— ¿En serio? — preguntó sorprendido

Era cierto lo que mamá había dicho, me ofrecieron esa opción pero me negué, no estoy lista para la universidad, sí bien, accedí a brincarme el último año de primaria, luego de eso decidí no brincarme ningún otro año. Quería hacer todo con calma. 

— Así es — respondió ella al ver que yo no decía nada — Incluso suele decir cosas muy brillantes que muchos no entienden pero que se escuchan importantes. Anda, di algo muy brillante cariño

— Hammm... Adrien Agreste es Chat Noir — confesé — ¡Oh, por Dios! Se suponía que debía ser un secreto, pero se me salió por si solo... Adrien estará muy molesto conmigo y probablemente ya no querrá que le dé asesoría en matemáticas

Papá no dejaba de comer al igual que Alex, Chris me miraba con el ceño fruncido y mamá me aventaba bombas con la mirada.

— Que rica está la comida — comentó, Alex, divertido por la escena

Aviones de papel [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora