Corrompidos por la oscuridad [Karmaland/Yaoi]

En mis manos.

Luzu.

Inhalo calmó con una sonrisa en su rostro contemplando el amanecer desde su muralla, había pasado tiempo desde que se permitió relajarse tanto, exhalo de igual manera seguido de una risa traviesa.

Llevo una de sus manos a sus labios recargandose sobre la otra y con la punta de sus dedos acaricio las del borde de estos.

Aquel beso no había sido parte del plan tampoco haber estallado en lágrimas frente a Auron, pero ahora se sentía tan relajado, no fue así como había soñado dárselo antes. A la luz de la luna cambiada por el cielo nublado, luego de una perfecta cita que había sido una discusión, lento con amor, rápido con rencor pero cargado de deseo.

Era una pena, sería complicado repetirlo luego de que la maldición haya surtido total efecto.

Sintió una presencia aproximarse, una luz que se hacía notar aun cuando el sol ya estaba completamente alzado, su sonrisa se agrando sin quererlo por lo que recurrió a colocarse el cubre bocas que llevaba colgado en su cuello y cuando estuvo a un par de metros de la muralla lo miro de reojo.

Auron respiraba fuertemente, haciendo evidente el movimiento de su pecho al inhalar y exhalar, su ropa echando humo al quemarse lentamente, y su piel ahora enteramente de lava, sus ojos negros en su totalidad que podrían parecer cuencas vacías aún mostraban cuán furioso estaba.

Luzu se permitió cerrar los ojos un momento satisfecho, y con un bufido se dejó caer hacia adelante y con una resistencia y agilidad única cayó de pie frente a sus puertas, con un tipo de costal entre sus manos.

Habían pasado horas desde su encuentro bajo la montaña, y lo había estado esperando todo ese tiempo ahí arriba aunque la verdad, llegó más rápido de lo que esperaba.

— Luzu — pronunció el mayor entre dientes guardando su distancia del otro — ¿Qué me haz hecho cabron?

Cuál desentendido el nombrado inclinó la cabeza ligeramente y río para el mismo.

— ¿Qué no te había dicho que era un regalo? Auroncito...

El silencio Reino entre los dos por un largo tiempo, el primero en avanzar fue el mayor hacia el otro que ahora no tenía ninguna intención de retroceder.

El castaño se detuvo a un par de pasos de el jugando con el sacó de regular tamaño en su mano.

— déjate de mierdas Borja esto no es gracioso.

El castaño se mordió el labio inferior reprimiendo una carcajada, las veces que Auron había dicho su nombre alguna vez eran contadas.

— ¿Pero que dices Raúl? Es de lo más entretenido que he hecho, aunque... — aproximó su mano semi cubierta al pecho del mayor sintiendo el inmenso calor que su cuerpo emanaba aún sin tocarlo — leí que podría ser doloroso, ¿Te duele Zorra? — se burló saltando hacia atrás evitando un espadazo que había lanzado el otro con su temible espada.

— ¡Arregla esto ya!

— no — negó entre risas ante la desesperación del otro — vas a quedarte así hasta que yo lo decida.

La cara del menor fue un poema para el otro.

— no me digas que creiste que era una poción cualquiera — volvió a acortar la distancia avanzando un par de pasos hacia el — no honey — lo tomo con una mano por la barbilla y le apretó la mandíbula, sus guantes al igual que su ropa estaba encantada para ser inmune al fuego pero eso no evitó que sus dedos al estar descubiertos, sufrieran un gran daño y dolor — esto sólo yo puedo revertirlo y si quieres tu preciosa apariencia de nuevo vas a tener que hacer lo que yo te diga cuando te lo pida.

Auron observó la mano de Luzu preocupado, apurado y con las palabras dichas por el mayor resonando en su cabeza le apartó bruscamente retrocediendo fijándose en el daño causado.

Si, su cuerpo le ardía como mil demonios, cada que toma aire sentía pesado en su pecho y cada movimiento era doloroso, pero podía soportarlo, con cada minuto que avanzaba el dolor se iba mitigando poco a poco, y si bien cuando despertó y asimilo lo que le estaba ocurriendo su primer pensamiento fue llegar hasta el mayor y tomarlo entre sus brazos para que ardiera junto a el en su sufrimiento eso ahora ya no le importaba.

Una tras otra de las palabras dichas le fueron atormentando, su vista se fijo en la mano del castaño que temblaba involuntariamente con fuerza, las quemaduras en sus dedos eran horribles y si bien su piel era un tanto más "fría" de lo que sería la lava en realidad era capaz de hacer mucho daño, su ropa aun con encantamientos enzima estaba por quemarse por completo.

Se vio acorralado, y hasta que se le ocurriera alguna otra idea no tenía más opciones que las que el mayor le dictaba.

— ¿Y que es lo que quieres? — casi susurró.

Luzu también fijo su vista en su mano, fue insufrible si pero luego de un par de segundos no sintió nada, no creía que se hubiera lastimado los nervios hasta el punto de dejar de sentir la mano, por que aún podía moverla.

Volvió su vista a Auron y se fijo que ya no traía cubierta la parte superior, le lanzó el sacó que traía a la cara pero el otro logró tomarlo en el aire, aunque al recordar su situación lo dejo caer al piso de golpe.

— volveré a buscarte en un par de días, y ya luego yo te contare y por cierto — señaló el sacó a sus pies — te convendría conservarlo, es especial para ti.

Se fijo en como luego de un par de minutos el menor se agachó a recogerlo aún desconfiado.

Dentro del sacó había lo que parecía ser prendas de vestir que por más que las toco estas no se vieron afectadas en lo más mínimo por su piel.

Tomo el sudadero blanco por muy feo que le pareciera y se lo colocó, volvió a guardar lo demás y sujeto el sacó con fuerza.

— no vayas a tardar demasiado. — fue lo único que dijo antes de darse la vuelta y marcharse rumbo a su hogar.

Luzu le vio desaparecer montaña abajo y se recosto suavemente en su puerta, iba a disfrutar su juego de ahora en adelante.

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Ufff me fui dos semanas a la chingada TuT
Pero no me creo que tenga tantas lecturas por Dios muchas gracias TuT

Después de tanto tiempo eh aquí el capítulo espero este bien y perdón por los errores y gracias por su atención TuT.

Vegetita para la próxima uwu

Voy a empezar a buscar a los artistas obras tan bellas no merecen que sólo les ponga crédito a quien corresponda.