Los Palacios no eran los más amigables de la zona, el señor Palacios había caído en cana hace unos años por cosas personales que ningún vecino quería hablar, la señora Palacios, no se sabía mucho de ella, se consideraba una mujer de mal carácter.
Ah, y también estaba Mateo Palacios, hijo único, no se sabía tanto de él, pero decían que trabaja con su padre en algún negocio que nadie sabía.