La historia jamás contada sobre el verdadero origen de los Dioses legendarios Ares y Afrodita. La verdadera historia no es como te la han contado y ésta se remota hace millones de años antes de la creación del universo.
Una sabor agrio surge del paladar de Afrodita. Mas ella decide no regresar a la fiesta. En ello topan su puerta.
Ares: Quiero protegerte evitando que nuestros enemigos sepan quién eres, pero no puedo hacerlo si te expones como mi cónyugue. Asi que..
Afrodita: ¿Qué pasará..
Ares: Atenea no puede reemplazarte porque ella ya tiene un compromiso y lugar como Diosa en el Consejo. Pero Calypso no.
Afrodita: Entonces...Calypso se presentará como tu novia?
Ares: Es solo para proteger tu identidad. Si los demas dioses de la oscuridad se enteran de que existes, no dudarán en matarte.
Afrodita: No estoy de acuerdo. Sé que puedo estar bien protegida por mi y por ustedes sin necesidad de que Calypso me remplaze. Además, la última vez ella me sacó de la fiesta sin mi consentimiento.
Ares: Seguro ella lo hizo por algo, para protegerte.
Afrodita: De qué?
Ares: Para que no vean tu identidad. No quiero perderte Afrodita. No otra vez.
Afrodita: No me agrada la idea..
Esa tarde, Ares lleva a Calypso y la presenta como su cónyugue. Ante la aprobación de todos, excepto tal vez, dos dioses que no aplaudían tal gesto, Hermes y Apolo.
-¿Qué pasa con nuestro hermano?
-No lo sé, pero iré a hablar con él.
Al anochecer, Ares reúne a los de su mayor confianza en un mesa redonda mientras brinda con ellos. Unos dos no toman la copa.
Apolo: No creo que esa sea la solución.
Hermes: Afrodita merece ser respetada y conocida. Nosotros podemos protegerla.
Ares: Sin embargo nos rebasarán si todos atacan al mismo tiempo. No somos el único reino.
Atenea: Yo creo que es lo mejor. Además Calypso está calificada para dirigir las huestes de su ejército.
Hermes: No, yo creo que Afrodita puede entrenar a su propio ejército.
Ares: ¡Sólo lo hago para protegerla! ¿Qué no ves?
Apolo: Las cosas ya están hechas. Deja a Afrodita dirigir su ejército. Así también ella se entrenará.
Hermes: Entonces, ¿quién se sentará al lado de tu trono en tu templo?
Calypso: Yo.
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El jardín ahora luce solitario, pues Afrodita ha decidido caminar lejos de alli. Camina y camina envuelta en sus pensamientos, no comprende, y algo a su corazón inquieto la mantiene. El bosque del invierno parece entender el pesar de la dama al andar y extiende sus copos de nieve en su intento de consolarla.
De pronto sus pasos se detienen, y frente a ella un acantilado se avista. Caminar la habia llevado a conocer este lugar del cual nunca había escuchado. Entonces se oye una rama romperse y voltea.
-Señora, me presento como la comandante de su ejército. Estamos listas para recibir sus órdenes.
Ante sus ojos observa cientos de mujeres armadas, sus rostros muestran determinación e inspiran su confianza, como si acabara de conocer a sus propias hermanas. Sacan sus espadas y las postran en suelo. Afrodita tiene su primera misión, pero más que aquello, ella ahora siente que no estará más sola, tiene una familia.
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