Después de caminar un largo tiempo llegué a casa, encontré a Vani dormida y aproveché a tomarme un baño.
En la ducha deje que el agua destensara todos mis músculos, mientras cerraba los ojos y pensaba en mamá y qué sería de este día si ella estuviera ahorita con nosotras. Terminada mi ducha salí me puse una ropa cómoda.
Me senté en mi escritorio de estudio y empecé a buscar a alguien que pudiera cuidar a Vani cuando ya no me encontrará.
De repente escuché la puerta del cuarto de mamá cerrarse de un portazo.
-Vaya vaya si es mi querida Kat ¿cómo estás hija?
Me levanté de un salto al escuchar la voz masculina de mi padre, habían dos hombres a la par de él. Los dos eran de una contextura robusta y un poco más alto que él.
-Vaya si es mi querido padre, eeehhh ¿Williams? ¿verdad?- escupí las palabras.
No me dio tiempo a reaccionar cuando uno de los hombres me agarró por detrás mientras que mi padre se acercaba y me agarraba mi mejilla.
Quería gritar pero no podía cada vez este tipo aumentada con fuerza su agarre, y mi padre mientras acariciaba mi mejilla me dijo
-¿Así que no me invitastes al funeral de tu madre?- me decía y en su mirada habían dos cosas una era ira y la otra era dolor.
-Usted no es bienvenido ni esta casa ni a la vida de ninguna de nosotras- le dije pero ya sentía que ya no podía respirar porque este tipo me apretaba más fuerte mi vista se volvía turbia, ya que no podía ver a causa de las lágrimas que se estaban formando.
-¿A no? ¿Y quién me obliga Kat? Yo mando mi vida y hago de ella lo que a mí me plazca, y no vaya a ser que tú o tu hermana paguen el precio y tu madre ya no esté para ninguna de ustedes. Por qué yo querida, nunca me voy con las manos vacías.
Luego poco a poco fui perdiendo mi fuerza las piernas me fallaban y ya el oxígeno no podía llegar a mis pulmones, me dolía mucho el vientre ya que el tipo ese iba aumentando el agarre.
Y de repente escuché un portazo que venía de la puerta principal, y ahí estaba Cris y luego todo fue oscuridad para mí.
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Casada con mi mejor amigo
FantasyKaterine, una chica con 22 años, que quedó sola y con su hermana, tras la muerte de su madre. Nuevamente se reencontrará con su mejor amigo, y se volverá a enamorar nuevamente de él. Cristian, un chico con 23 años, se vuelve frío tras la muerte de...