El Destino, El Jodido Destino

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Narra _______
Dos años para poder comenzar de nuevo, dos años para evitar mi pasado, dos años en que la vida me lleno de retos y más llanto.

Habían sido los dos años más difíciles de mi vida. Viví en albergues despues de la cárcel porque no tenía trabajo y por supuesto ningún lugar donde ir, ni dinero para rentar absolutamente nada. Intentaba encontrar trabajo, pero nadie quería contratar a alguien que estaba relacionada con el sujeto que era el más buscado de la ciudad. Con lo poco que reuní por un tiempo trabajando en pequeños trabajos, pude pagar un semestre en una escuela de enfermería, pero luego no conseguí más trabajo y tuve que dejar la escuela.

No se como sobrevi a todo ese mal rollo, pero encontré este lugar que se convirtió en mi hogar. Hace un año mientras caminaba buscando un empleo, entre a esta clínica sin esperanza alguna. Mire que era uno de esos lugares donde dan rehabilitación a las personas con alguna discapacidad. Me acerque al escritorio y entregue mis papeles, tras varias horas después, me habían contratado, aprendí durante durante un año todo lo que una enfermera tenía que saber, y poco a poco me gane el cariño de mis clientes. Pude pagar la renta de un departamento decente, aunque por ahora no pasaba mucho tiempo en el, ya que en ocasiones tenía que ir a vivir con mis pacientes.

-Sr. Marcos. ¿Como esta el día de hoy?. - Le dije a mi paciente en su cita de rehabilitación.

-Postrado en esta maldita silla.

-Oiga, ¿que pasó con el positivismo de ayer? ¿eh?, ¿no quiere correr con su nieta tan pronto como sea posible? . - le dije tratando de animarlo un poco.

A veces para ellos era difícil ir a diario a rehabilitación y no ver resultados durante un largo tiempo, pero el cuerpo era complejo. Habían algunos que lograban salir muy pronto del lugar, y otros tardaban años. Pero eso no me impedía intertar ayudarlos.

-como sea, empecemos de una vez. - Dijo el sr. Marcos frustrado.

Hicimos varios ejercicios antes que mi jefa me llamara a su oficina. Deje al sr Marcos con una colega y con su hija y me dirigí a la oficina de mi jefa.

-Puedo pasar. - dije abriendo un poco la puerta.

-pasa, siéntate por favor. - dijo mi jefa, me senté frente a su escritorio.- escucha a salido un trabajo de enfermera en casa. Van a pagar muy bien y te han escogido a ti para ir.

-¿Es en serio?, gracias a Dios.- me alegre de saberlo, ya que los trabajos en casa dejaban más dinero.

-Si, la paciente se llama Mariana Evans, vivirás con ella y su familia, básicamente ayudaras a su madre a cuidarla y también pidieron las clases de rehabilitación.

- Me parece perfecto. ¿Cuando empiezo?

- te esperan mañana en su casa, Esteban te llevará temprano, así que es necesario tenerte aquí antes de la hora.

-Muchas gracias, le avisaré a mis pacientes en la clínica.

Salí emocionada pues la paga que me darían era bastante buena. Me dirigí con el señor Marcos, y le di una sonrisa de agradecimiento a mi colega.

-Sr. Marcos, tengo que decirle algo. El día de mañana no me encontrara por un tiempo aquí, me han solicitado en una casa, así que mis colegas les darán los ejercicios y estarán apoyándolo en todo momento. Volveré aquí en cuanto pueda.

-Es una lástima, en serio eres muy buena. Me tienes paciencia. - dijo el señor Marcos un poco dolido pero a la vez divertido.

-Verá que alguien aquí aguantara los días grises tanto como yo. Pero por ahora continuemos con los ejercicios.

Jugando A Ser ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora