Te Extrañe

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Después de haber terminado los ejercicios con Mariana, me guió para conocer la casa a la perfección. Más tarde nos llamaron para comer, así que la regrese al comedor. Un protocolo que seguíamos es que no podíamos relacionarnos con la familia, es decir, que no podíamos sentarnos a cenar con ellos o comer con ellos, solo si nos lo pedían. Así que solíamos comer en la cocina.

-He traído a Mariana. Vendré por ella después de la cena.

-¿A dónde vas?. - preguntó Emily.

-Oh, por protocolo, ceno en la cocína.

-no, para nada. Mientras estés con nosotros comeras en la mesa, así que toma asiento a un lado de Mariana.

-Esta bien, gracias.

Poco tiempo después ya todos se encontraban en la mesa, incluso Debbie y Betty. No sabía exactamente porque estaban ahí, pero me ponía nerviosa su presencia, ellas me miraban de vez en cuando. Sabía que mentalmente se preguntaban que hacía yo ahí.
Sirvieron la cena y todos empezamos a comer. De repente, se escucho como se abrió la puerta principal. Se escucharon unos pasos y una figura alta y de buen porte entró por la entrada del comedor.

-Familia, ya llegue. - el señor se encaminó a ir con su esposa y depositarle un beso en la boca.

-Papá, que bueno que llegaste. ¿donde esta... - Emily no terminó su pregunta. Él entró, apurado y distraído. Saludo y se acercó a Emily y le dio un beso. Se sentó a dos asientos de distancia de mi. No me noto, pero yo si lo había visto.

-Muchachos. - Dijo Emily llamando la atención de ambos. - tengo que presentarles a una persona. Se llama _____. - en ese momento la mirada de Johnny busco entre todos las personas que estábamos ahí, y sentí como posó sus ojos sobre mi. No lo mire no tuve contacto visual, porque no quería salir corriendo. - Es la enfermera de Mariana, va estar aquí por bastante tiempo así que será como parte de la familia.

-Mucho gusto. - dije levantándome de mi asiento y sonriendo un poco. Regrese a mi postura y seguí comiendo.

-Mucho gusto, mi nombre es Santiago Y el muchacho aqui es Johnny, el esposo de mi hija.

Johnny me miro, tuve que hacer contacto visual, le di una pequeña sonrisa y regrese a mi plato. Estaba conteniendo la respiración.

-¿Que tal el trabajo chicos?. - preguntó Estela.

-Va de maravilla, hoy Johnny aprendió muchas cosas ¿No es así?

Johnny no respondió, parecía distraído. Todos lo miraron con duda ya que no respondió.

-Cariño ¿estas bien?. - Dijo Emily

Me tense cuando escuche decirle "cariño", me estaban entrando celos y estaba siendo muy difícil contenerlos.

-¿Que?, oh si, disculpen Esque estoy algo cansado, fue un día largo.

- No te preocupes cariño, termina de cenar y ve a dormir.

La cena se fue rápidamente entre charlas del día a dia de la familia. En algún momento de la cena deje de prestarle atención a Johnny y me centre en Mariana. Desde que había llegado aquí su mirada era triste, quería platicar un poco más con ella para saber cómo se sentía.

Cuando la cena terminó, lleve a Mariana afuera quería platicar con ella.

-La noche está muy linda. - Dije mirando el cielo

-Si. - dijo mariana sin mencionar otra palabra.

-Bien, Quiero platicar contigo. ¿Cómo te sientes?

-Me siento bien. - me dijo aún sin mirarme a los ojos.

-Me quieres platicar un poco sobre el accidente. - dije con precaución

-Bueno... Pues...

-Mariana. - Grito Emily desde adentro de la casa. - Mariana, tienes clase mañana temprano, debes de dormir.

-Cierto, gracias.- dijo Mariana

-La llevaré a su habitación. - dije mientras me ponía de pie.

-El día de mañana, después del desayuno, Mariana tiene clases particulares, sería de gran ayuda si te quedaras en la misma habitación para lo que necesite Mariana.

-Esta bien señorita, así será.- tome la silla de ruedas de mariana y la lleve adentro de la casa.

Para mi mala suerte, Johnny venía bajando las escaleras. Lo mire por un par de segundos, y luego de eso aparte la mirada, y seguí mi objetivo de llevar a Mariana a su habitación.
Ya en ella la ayude a cambiarse y ponerse la pijama. Minutos después vino su madre a hablar con ella por lo que salí de la habitación.

Para tener 18, la trataban como una niña de 10, no terminaba de comprender del todo su situación. Camine a la sala para recoger los medicamentos de Mariana y poder dejarlos en su cuarto una vez que Estela saliera. Johnny regresaba de la cocina y ambos nos encontramos en la sala. Nos miramos, ambos nos quedamos quietos y sin decir absolutamente nada. Tras unos segundos evite sus ojos y me encamine a las medicinas de Mariana, Johnny se apresuró hacia a mí antes de que pudiera huir.
Me tomó del brazo y me llevó a la cocina. Estando ahí, me abrazo con fuerza, podía sentir su corazón latir rápidamente.

-Te extrañe. - dijo sin dejar de abrazarme. - Te extraño tanto

Lo separe de mi, le caían lágrimas de los ojos. Dios, había logrado partir mi corazón a la mitad de solo mirarlo. Le sonreí, hace mucho tiempo había terminado de aceptar que esto no era su culpa.

-Yo también te extrañe. - le dije aun con una sonrisa, las lágrimas de mis ojos amenazaban con salir.

-¿Donde habías estado?, te busque por un par de mese pero, no te encontraba.

-Ha sido difícil, después de que salí de la cárcel tuve que deambular un poco.

Escuchamos como alguien se acerca a así que nos separamos un poco. Emily entró por la puerta, nos miró un poco dudosa y luego sonrió.

-Johnny amor, ¿Qué haces aquí?. - dijo acercándose a él. Odiaba cuando lo hacía.

-Vine a mostrarle a _____ donde están los vasos y el agua para la medicina de Mariana.

-Oh, cierto. - dijo Emily mirando la medicina que llevaba en las manos. - Olvide mostrarte la cocina. Gracias cariño, ahora vamos a dormir, buenas noches _____

- Buenas noches ______

Ambos salieron de la cocina, me quedé ahí un par de minutos, tenía una presión en el pecho y quería llorar. Estaba intentado calmarme, pero estaba siendo muy difícil. De pronto entró en la cocina Betty, se sorprendió al verme y después se acercó.

-¿Qué pasa? ¿Estas bien?

-si, yo solo, estoy cansada.

-¿Es por mi hijo?. - mire a betty, ella me miraba compasiva, sabía que lo que había pasado con su hijo no había sido solo un mor pasajero.

Me abrazo y me solté a llorar, me dolía ver a Johnny con alguien más, pero no podía hacer mucho. Era su esposa, yo era una empleada.

-Tranquila. Se que es duro verlo tener una familia diferente, pero tienes que saber que... Johnny siempre te ha estado esperando.

Me limpie los ojos y mire de nuevo a Betty.

-Lo sé, pero ahora el tiene otra persona y no debo interponer me entre ellos.

-Cariño, se que es difícil. Pero con el tiempo tal vez esto sea lo mejor para ambos. Me hubiese gustado que Johnny terminará casada contigo, pero las cosas no siempre son así.

Solo atiné a asentír con la cabeza, Betty me dio una palmada en la espalda y salio de la cocina. Un rato después fuis a dejar las medicinas y me fui a a mi cuarto.

Tome una ducha y fui a dormir, quería que esto pasara más rápido, quería salir corriendo de esta casa, pero necesitaba el dinero.

Dormí, y por una extraña razón soñé esa noche con Johnny, eramos felices, quería creer que así sería.

Jugando A Ser ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora