Super, Historias Y Besos

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A la mañana siguiente me levante temprano pues sabía que tenía que arreglarme a mi y a Mariana, antes del desayuno y tenía que preparar sus medicinas.
Así que después de tomar una ducha y lavarme los dientes, me puse el uniforme. Salí de mi habitación y fui a la cocina, prepare las medicinas de Mariana y pensaba regresar a su cuarto, pero antes de que pudiera salir entro Emily. Estaba un poco adormilada, y se espanto un poco de verme.

-Tn, no te vi. Aún sigo un poco dormida.

-No se preocupe señorita, buenos días.

-Por cierto, hoy me voy de viaje. Tengo que irme por dos semanas, te quedaras con mi mamá y mi papá. Johnny también estará aquí, ellos te apoyarán con lo que necesites mientras no esté yo.

- De acuerdo, y ¿la señora betty y la señorita Debby?

-Oh ellas estarán aquí por unos días pero también saldrán por negocios.

-Ok, entiendo. Gracias por avisarme.

-Otra cosa, tus descansos son los domingos, puedes salir de aquí los sábados por la noche. Pero tal vez haya veces en los que te tengamos que pedir que te quedes.

-Por supuesto no hay problema.

Sali de la cocina con la medicina preparada de Mariana. Ya prácticamente toda la familia estaba despierta, así que saludaba en cuanto los veía.
Llegué con Mariana, y me apresure en lo que la señora Estela y Emily hacían el desayuno. Mariana ya estaba despierta, así que la bañe, la arregle y le di sus medicinas. Luego de eso la lleve a la mesa para desayunar.

-Hoy hace un buen clima, tal vez vaya de compras en lo que Mariana está en clase.-dijo Estela emocionada

-Te acompañaremos, nos hace falta un descanso antes de empezar lo mas pesado del negocio. - dijo betty

El desayuno pasó tranquilo luego de eso, cuando terminamos ayude a levantar los platos y luego lleve a mariana a tomar un pequeño paseo por el jardín antes de su clase.

- Quiero preguntarte cosas sobre ti ¿puedo?. - me dijo Mariana

-Claro dime.

-¿Qué hacías antes de trabajar en esto?

No pude hablar, que se supone que le diría. Entre al negocio de bailarina en mi adolescencia después de haber cumplido los 15 para ayudar a mi mamá. Y toda mi vida fue igual, hasta el momento en el conocí a Johnny, no sabía en lo que me metía, ni sabía a dónde iba a parar al haber aceptado ese trato.

-Yo... Solía ser una bailarina

-¿De ballet?. - pregunto Mariana

-Eh, si de ballet.

-Y ¿por que lo dejaste?

-Yo...

-Mariana.- grito alguien de lejos. Era un chico de pelo castaño y corto. Traía una mochila y tenía buen porte. Debo admitir que no estaba nada mal.

-Oh José. - Dijo Mariana. - El es mi profesor, me da informática, es para lo único que puedo aspirar en la vida.

Me dolía cada vez que Mariana no se sentía parte de este mundo. Su maestro se acercó a ella corriendo

-Oye, es la primera vez que te veo aquí afuera. - el maestro me miró y me sonrió. - Hola, soy José, el maestro de informática de Mariana.

-Hola, soy _____, la enfermera de Mariana

-Oh mucho gusto, vamos Mariana, es hora de tu lección.

Nos fuimos de nuevo a la casa, ellos tenían un estudio donde mariana tomaba clase. Mientras ella lo hacía, yo leía un libro en un rincón, para no distraer.

Jugando A Ser ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora