Mientras Yo No Esté...

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Habíamos quedado con Johnny de vernos los dos días siguientes en el edificio,y cómo lo prometí, fui y lo espere ahí. Era nuestro tercer día viéndonos, y la habíamos pasado muy bien, pero ambos sabíamos que mañana iba a ser un día importante para ambos. Mañana sabríamos si teníamos oportunidad de seguir o debíamos de decir el último adiós definitivamente.

Johnny llegó y se sento a un lado de mi. Comenzamos a platicar de nuestro día, pero ambos sabíamos que lo único que no queríamos hacer era platicar, solo queríamos estar uno junto del otro, disfrutando de nuestro momento.

- Traje algo. - dijo Johnny.

Metió la mano en su chaqueta y sacó una caja de dulces. Lo mire divertida, pues eran los mismos dulces de la última vez. Ambos tomamos uno y nos lo llevamos a la boca.

-Quiero pedirte algo. - dije mientras aún mirábamos el paisaje que había delante de nosotros.

Johnny pasó su mano por mis hombros y me acerco a él. Recargue mi cabeza en su hombro.

-Tu puedes pedirme cualquier cosa

-Solo... Quiero que el día de mañana no sea tan estresante para ambos. Pedí mis vacaciones, y solo mañana decidiré que hacer con mis días libres.

-¿De qué hablas?

-El día de mañana, cuando recojas los resultados... Solo... No vengas si es positivo. Estaré aquí esperando, pero sabre que si no llegas... Esa será la señal.

Johnny no dijo nada, tan solo me abrazo un poco más fuerte y me pego lo mas que pudo a su cuerpo.

Hablamos de otras cosas el resto del tiempo, pero el tiempo se acaba en algún momento y por mucho que nos doliera a mi y a Johnny, nuestro tiempo de hoy era contado. Tuvimos que regresar y era muy doloroso para ambos.

Johnny se estacionó frente a mi casa, pero yo no me baje porque no tenia ganas de ir a casa. Johnny me miró antes de hablar

-Solo... Quiero que sepas que no importa lo que pase mañana, jamas en la vida te reemplazaría. Jamás podría amar a Emily como te amo a ti y...

Johnny se detuvo, se negó a verme después de eso. Le tomé la mano para que me mirara, giro su cabeza y estaba llorando. Lo último que hizo fue llevar mi mano a su boca y deposito un beso.

-Yo también te amo, no importa lo que el destino diga. Jamás nadie te reemplazará.

Finalmente nos dimos un abrazo y baje del auto. Ahora solo quedaba esperar a mañana.

A la mañana siguiente prepare el desayuno, le hablé a mi hermano para que viniera a desayunar.

Ambos estábamos sentados, mi hermano comía y disfrutaba cada bocado. Yo apenas lo había probado.

-¿Sucede algo?.- pregunto preocupado

-Nada, solo tengo que pensar muchas cosas.

-¿es sobre ese tal Johnny?

-Si, un poco... También es sobre papá. Creo que deberia ir a verlo, pero todo depende de hoy.

-¿De hoy?

-Te lo contaré después vale.

-De acuerdo.

Aron se fue a trabajar yo me quedé esperando a que la hora de nuestro encuentro con Johnny llegara. Estaba tan ansiosa que no sabía que hacer.

Así que en un intento por calmar mi angustia, escribí una carta. Recordé los días en los que estaba en prisión.

Pasaron las horas escribiendo, había hecho muchos garabatos, pero luego escribí una carta que decia lo que mi corazón sentía.

Jugando A Ser ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora