Magos y Muggels ( Draco Malfoy)

capitulo 34:

Hoy es sábado, y no hay clases, si, antes si que habían, pero las cosas cambian,  y ahora los sábados y domingos los tenemos libres.

Me levanto, me visto con ropa de calle, y salgo de la habitación sin hacer ruido. Ayer no vi a Draco en todo el día,  y lo echo de menos, pero ahora mismo no quiero hablar con nadie, y  tampoco explicar nada.

Me siento en un banco, y abro la carta que me dieron ayer,  pone:

Quedamos el sábado 6 a las diez y media,  en el callejón diagon,  ven si quiers respuestas.

No me lo pienso dos veces, miro la ora, quedan 20 minutos, así que me teletransporto hasta allí.

Hay mucha gente, y no tengo ni idea de quien es, voy caminando una mano me agarra del brazo y me tira hasta el interior de un callejón,  cuando intento gritar, me pone la mano el la boca impidiendo así que pueda emitir algún sonido, cuando me figo bien, es un chico, va todo de negro, y lleva una capucha impidiéndome verle la cara.

- Quien eres?- digo apartado su maño

- El que te va a responder todas tus preguntas - dice con voz muy grabe,  asiento lentamente - quieres saber quienes son tus familiares, verdad?

- S-si

- Bien,  bueno, ya sabes que tu padre es el señor tenebroso- dice susurrando- bien, pues tu madre, tenia un hermano,  desgraciadamente murió, pero tiene un hijo, tu primo, y está más cerca de lo que cres

- Pero no me vas a decir quien es?- niega con la cabeza

- No, y tu otra pregunta era....

- Que si soy la eredera de Slytherin,  como es que estoy en Griffindor?

- Fácil, también eres la eredera de Griffindor,  tu madre era una maga fantástica,  la mejor de todo Griffindor,  y tu, tu eres la eredera de dos casas.

- Que?

- Me tengo que ir, Adiós -  entonces tira una volá de humo, haciendo que no pueda ver nada, y se va.

Me teletransporto de nuevo a Hogwarts,  vale, se que tengo un primo, y que soy la eredera de dos casas, pero esto sigue siendo  muy confuso,  sé que desde muy pequeña puedo hablar con las serpientes, siempre lo he echo, así que no me lares algo extraño, pero tampoco nadie lo sabe, también tengo el poder de hacer magia con la mano, sin necesidad de una varita, lo descubrí hace poco, pero no tuve tiempo de mencionarselo a nadie.

Que estrés!  Entre lo que acabo de descubrir, y lo que aún tengo que descubrir, voy a explotar, tengo saber lo que decía la carta que le enviaron a Draco, y necesito explicaciones sobre lo que me ha dicho ese chico encapuchado.

Cuando llegó al despacho del director, no me molesto si quiera en pedir permiso, entro y punto, la sorpresa es clara en la cara del director, pero en la mía estoy tregua que también es clara, porque nada más entrar,  veo a Harry sentado en una de las sillas.

- Anabeth, que haces aquí? Que pasa? - Dice el director

- Tenemos que hablar, y ahora mi pregunta es,  que hace Harry aquí?

- Em yo ya me iba

- No, siéntese señor Potter,  y usted también señorita Williams - ago lo que me dice, aunque ahora no podremos hablar de lo que de verdad me interesa - bien, a llegado a mis oídos que alguien me a contado cosas sobre su familia y de más, no es así? - Dice refiriéndose a mi

- Como? - No entiendo como se a enterado

- Potter ya puede irse - Harry se levanta y se va, creí que estos tienen un secreto.

- Anabeth, el mundo mágico esta lleno de espías, chivatos y de más cosas, pero bueno, para que habías venido?

- Bien, lo primero es, quien es mi primo? Y no me diga que no te go porque se que eso es mentira

- Anabeth, estas segura de querer saberlo?

- Si

- Esta bien,  veras, tu madre tenia un hermano, llamado....

- Por favor Dumbledore,  saltate todo eso y ve al grano, estoy arta de secretos

- Tu primo es.....

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Que pasará?  Para saberlo lo siento pero tendréis que leerlo en el próximo capitulo, por cubierto ya hay 1,06k ( como mil y pico creo)  de visualizaciones gracias chico/as,  de verdad todo eso es gracias a

vosotro/as, os lo agradezco muchísimo,  un besazo enorme y espero que soñeis con unicornios voladores come helados de arcoiris o que os levantes con un pensamiento precioso y tengais  el mejor desalluno de vuestra vida. (según cuando lo leáis)