Dirección.

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Entonces la posibilidad de reunirse con él se volvió nada. Rescatarlo era una causa perdida, al igual que Steven, quién no apareció durante un largo periodo. Atormentando a los seres que le mantenían afectado. Afecto y afectado, un par de palabras que le causan demasiada turbulencia en esa mente trastornada por las emociones desconocidas.

____________ memorizando sus expresiones angustiadas, sin saber que más hacer, se aventura a cruzar el marco de la entrada, a aquel lugar que solo mantenía recuerdos frescos en casa esquina, lastimando más la herida. Era demasiado para ellas, para todos.

— Ok, voy a buscarlo — anunció la guardiana, aproximándose al portal del centro mientras se despedía  honorable, cruzando la sala como si sus miradas no le afectaran cuando si estaba surtiendo el objetivo, al hacerla sentir culpable de esa carga que empezó a compartir, lamentando la desgracia mentalmente.

Connie quién con un mapa mal elaborado por su mente, de los posibles lugares en que se encontrase su amigo de la infancia, alzó la vista claramente reflejante en su disgusto ofendido. Por verla caminar tranquilamente frente a ellas, sus ojos chispiaron desaprobación. Se puso de pie, recordando ella era la única con cordura restante, la cual probablemente solo era una idea para no caer en delirio.

— No puedes tener tan poca vergüenza — la otra se volvió, levantando su pulgar en un desinteresado: “ sí ”, en afirmación de sus acusaciones. La morena cayó en cuenta no valía pena discutir, seguramente ya se había cansado de molestarlos y tomó su mejor camino. Suspiró, sin creerse en la posibilidad respecto a Steven fiandose de la bondad en gemas como esa.

Había cambios, pero no eran para todos.

Activó el portal, ni siquiera las luces que la elevaron lograrían disipar esas miradas dudosas, desconfiadas, afiliando la cuchilla de la ira dirigida hacía ella. Desvió su vista, contradiciendo mentalmente no era su problema el desastre, más aún así no debía quedarse con los brazos cruzados. Les demostraría que su papel no era el de ser villana.
A pesar de ello, la misión de encontrarlo seguía siendo tan lejana. Puesto que no conocía bien al híbrido para sospechar hacía a dónde habría tomado su escondite.

Vagando en diversas zonas, ningún resultado era favorable. Pronto la negatividad y la frustración tomarían riendas del asunto.

Finalmente se decidió por ir con alguien que si fuese capaz de escucharle sin prejuicios o juicios.
Con ademanes y gestos desesperados e impacientes, suspirando por enésima ocasión. Elevó la mirada.

Quería desahogar, hacer que ese peso se esfumará y no volviera. Jamás se había sentido así, tan, vulnerable a sus emociones. Agradecía mentalmente tener quién le escuchara aunque sea unos minutos, los suficientes para poder aclarar todo embrollo molesto.   

Spinel dejó de hacer piruetas con sus brazos para evitar dormirse con la conversación forjada. Le prestó atención cuando la mirada de su compañera decayó.

— Ya no tengo idea de lo que sea correcto. Es decir, siempre tuve en claro lo que debía hacer, sino me parecía lo contradecia firmemente.

— Soy una fiel creyente de eso — concordó la otra sun tener mucha idea de que más comentarle, además de un: sí, estoy de acuerdo. No entendía mucho de diálogos, se desenvolvía mejor en juegos o dinámicas. No ayudaba mucho, agregando que no era muy expresiva.

Era, como abrir los ojos, soltar esa venda. Pero, a la vez, no se logra ver mucho. Es borroso, o simplemente incomprensible a la razón. Era frustrante.

— En resumen, dejaré que hagan lo que quieran. Yo, me rindo — le hizo saber, solemne. Tras su anuncio, Spinel sonrió enormemente, esa clases de sonrisas que te hacen sospechar de que viene un motivador argumento:

Cambios Puedes Hacer [Steven Universe×lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora