Cambios Puedes Hacer [Steven Universe×lectora]

Irremediablemente aquí, viviendo en el momento.

Constantes ritmos entre los pies de cada femenina sin un fin de calmarse. Creando huellas en la arena con las pisadas presurosas. Seguido de la combinación de sus rostros horrorizados a la imagen de un ser alzandose a alturas impresionantes.

Los fuertes golpes, estrellandose contra cuerpos más débiles, pertenecientes a las compañeras de la gema pálida, sus ojos temblaron al verlas caer sin éxito para detener o calmar a ese ser. Lápiz Lazuli utilizaba toda su capacidad en un solo movimiento líquido, controlado las aguas para atar al enorme gigante rosa. Vió en su mirada esa pizca de desesperación que hace unos días no tuvo importancia, ahora cobraba sentido al comparar.

— Es gracioso. Parece que no pueden vivir sin problemas — comentó _______________, al lado de Connie y Perla, le dijeron con sus miradas no era momento de sarcasmo. Apretó sus labios disgustada por ya no lograr comentar para saciar la tensión. — Ya, solo decía. — corrigió sin saber mucho de la motivación emocional ajena. El trío de femeninas contempló unos segundos más la bestia rosa antes de acercarse, ______________ poco convencida, pero les siguió en manera de soporte.

Varías gotas de agua, le recibieron con rudeza, junto al cuerpo de la gema controladora del agua, se alteraron unos segundos hasta que Lápiz Lazuli salió de entre las aguas con la tremenda impaciencia ante no lo lograr nada positivo. Las demás se encontraban en defensa, e impresionantemente, Las mismísimas Diamantes, líderes de aquella dura soberanía cruel, se encontraban buscando al lado de los demás una solución urgente.

— ¿Qué se supone que es eso? — exigió entender la guardiana. Exasperada por no hacerse una idea de las probabilidades. Aquí es donde le gustaría tomar un puñal de mariposas para arrojarselo a esa cosa. Una técnica, cualquiera era bienvenida. Se sentía aprisionada al estar intentando ayudar ahí. Pero la respuesta de Perla volcó otra sensación, menos apetecible:

— Steven...— no supo si fue un murmullo para ella misma, como si el nombre se resbalara sutilmente en miedo. Vió sus ojos temblar, no perdió mucho tiempo en gestos, sacó su lanza proveniente de la gema en su frente, brillando a la vez que se posiciona el objeto en las manos de la albina, rebuscó una posición digna de guerrera antes de correr con las demás.

— Creo que solo somos tú y...

— ¡Steven! — la morena ya se hallaba corriendo alocadamente hacía el ser gigantesco, este emitía sonidos irritados por, al parecer, cada gema presente. Insistiendo su calma, no conseguían más que alterarlo.

_________________ copió sus pasos, la adolescente no pensaba detenerse, pero la otra intervino, logrando interponerse en su corrida. Le señaló, acusadora.

— ¡Humana! ¿¡Enloqueciste!?¡te va a matar! de nada sirven las agallas sin un plan.

— ¿Un plan? ¿de qué me estás hablando? me necesita. No lo voy a dejar.

— Te equivocas, insistir lo ahoga más. Deben darle su espacio, de lo contrario va a enfurecer — Connie investigó a fondo las palabras de la otra, incrédula. Ofendida, creer en esa lógica era demasiado traidor. El híbrido siempre estuvo para ella, ¿cómo podía hacer semejante cosa? ¿no auxiliarlo en ese momento?

Había un huracán que derrumbaba todo, con otro golpe, un roce inadecuado y perderían la oportunidad de razonar con él.

— Después de lo que hizo por tí, ¿así le devuelves el favor?

— Cuando alguien ayuda honestamente no espera nada a cambio, humana. — en su mente tenía razón, o quizás esos días en la Tierra le habían afectado. Convivir con los humanos la hizo repensar muchas cosas.