—Bien, gracias por presentarnos a tus amigas, HyunJin. Ahora es turno de Chaew-...—nuevamente HeeJin siendo interrumpida pero esta vez por su compañera de baile.
—HeeJin, aguarda. ¿Por qué pusiste el canal de noticias? ¿Acaso tienes 30 años? — se burló Sooyoung.
—Oh por Dios, Sooyoung. Ni siquiera veo la televisión, es por mis padres.—
Después de eso, HeeJin intentó apagar el televisor que fuertemente estaba sonando y distrayendo a cada una de las chicas en el lugar. Aunque como dije, tan sólo lo intentó porque Jiwoo sostuvo su mano antes de que lo hiciera.
—HeeJin, detente. Lip y yo queremos escuchar esto.
Y después todas guardaron silencio, supongo que nadie quería enfrentarse con una muda y una librana eufórica.
Al conductor de las noticias le entregaron un folder en medio del programa, parecía sorprendido, como si aquello no hubiese estado dentro de los planes. Su cara se puso pálida luego de leer detalladamente cada párrafo escrito ahí, esto no podía resultar bueno.
—Y en otras noticias...—su voz temblaba y se escuchaba rota, aterrorizada.—Al parecer, un nuevo virus se ha distribuido rápidamente por el país, afectando gravemente la salud de miles de ciudadanos. Por ese motivo, el presidente se ha visto obligado a cerrar de manera inmediata las calles, los transportes y tiendas. Ha comenzado la cuarentena y nadie puede salir de sus casas ni oficinas en estos momentos, es mejor que no sepan qué medidas se llevará a cabo con los que estén fuera.—Luego de ello tragó en seco.
Las chicas se pusieron ansiosas, todas, a excepción de HyunJin, HeeJin, la callada Lip y HyeJoo quien sostenía en sus brazos a una pequeña ChaeWon.
—Chicas, cálmense. Estaremos bien, todo estará bie-...—Ahora fue HeeJin misma quién se interrumpió— Mierda, ¡mis padres están allá afuera!— se desplomó una HeeJin hacía el piso, solamente para no parar de llorar.
HyunJin tenía ganas de ir corriendo hacía HeeJin y abrazarla, pero pensó que podía verse demasiado gay para ello así que se inmutó a hacerlo. Pero algo extraño pasó después de que nadie ayudase a HeeJin, un milagro ocurrió y 'la muda' como HeeJin internamente apodó, se levantó de su silla y caminó hacía HeeJin para luego incarse justo al lado de ella y tomarla en sus brazos.
—Ellos están bien, podemos llamarles y asegurarnos de eso, ¿de acuerdo? — HeeJin asintió, luego de escurrir los mocos que desplomaban de su nariz y las lágrimas que resbalaban por sus mejillas junto a otras tantas que amenazaban con salir de aquellos hermosos ojos de conejito. Jamás pensó que esa chica "muda" haría algo como eso con ella, luego de que solamente pasó menos de una hora que se habían conocido.
HeeJin tomó el teléfono de casa y llamó a la oficina de sus padres para asegurarse de que se encontrasen bien, luego de saber que en efecto lo estaban, se despidió de ambos cortando la llamada. Al darse la vuelta se encontró con una enorme fila delante de ella quiénes esperaban a que HeeJin humildemente pudiese prestarles el teléfono para comunicarse con sus padres también y hacerles saber que se encontraban bien, pues ninguna de las chicas tenía suficiente saldo para realizar una llamada.
Luego de que todas las chicas terminasen sus llamadas estando mucho más tranquilas, se sentaron todas nuevamente haciendo un circulo perfecto donde todas podían hablar libremente, pues esto, por lo visto, llevaría bastante tiempo y sería mejor que se comenzaran a conocer desde ese momento.