Capítulo 2

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Belia
—¡¡Jodido, Ares apaga esa mierda o te la meteré por el culo!! —grito encaminándome a la cocina, donde mi encantador amigo prepara la comida con su estúpida música a todo volumen. Como odio el ruido.
—Joder demonio, que buen humor—me responde el muy idiota bajando el volumen al equipo de música—. Tengo una gran noticia que contarte — aquí viene la estúpida vieja chismosa.
— ¿A quién embarazaste? — digo mostrándole una media sonrisa, sentándome en una de las sillas de la cocina.
—No jodas imbécil..., eso te lo debería decir yo a ti — deja de lado lo que estaba haciendo mirándome con una clara molestia, apuntándome con el dedo índice— No te contare nada.
—No seas imbécil. Habla—respondo con desagrado, borrando cualquier rastro de sonrisa en mi rostro. Este vuelve a su labor y empieza a hablar.
—La hermanita de Emily acaba de entrar a la universidad. Hoy estaba hablando con tu noviecita— noviecita y todo te acuestas con ella, jodido idiota —, y se me acerco para preguntar dónde estaba su clase, la cual estaba detrás de ella. Jodida estúpida..., la hubieras visto, por poco y se pone a llorar cuando la apure a que me dijera cuál era su estúpida clase, además ni siquiera se dio cuenta que su hermana estaba detrás de mí.
—Como se iba a fijar, si eres un maldito mastodonte— la pequeña Samay... al fin tendré el placer de conocerla— ¿Cómo era? — de inmediato me arrepiento de mi pregunta por la cara que ha puesto Ares.
—Guau, ¿no me digas? Que te da curiosidad la niñata—me responde risueño, pero al levantar la mirada y ver mi cara, deja su estupidez y me responde— no es fea..., y no se parece en nada a Emily físicamente, es demasiado tímida para mi gusto.
Sin ninguna respuesta que no termine con su nariz rota me voy a mi cuarto, mañana iré a la universidad a conocer a la pequeña Samay. Emily me debe muchas y es hora de ir pagándolas.
Estaba por domarme cuando Jax entra a mi cuarto.
—Lamento interrumpir tu próximo sueño de mil años querido demonio, pero tenemos trabajo— al terminar de hablar tira una carpeta a mi cama y se va.
Maldita sea...

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