capítulo 10

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Belia

Solo quiero terminar este maldito trabajo luego, joder..., quiero dormir. Como odio a los malditos hijos de papá y sus estúpidas fiestas, pero lamentablemente es el maldito lugar donde la idiota de Eva trabaja y necesito fotos, estúpidas fotos que pidió Hermes. Esto le saldrá muy caro a ese idiota.

He estado recorriendo la maldita fiesta detrás de Eva observándola desde lejos y la muy idiota no hace nada, hasta que después de tres estúpidas horas se acerca a un idiota que la lleva directo a su habitación. Solo espero unos minutos y entro con cautela a la habitación donde los muy idiotas se besas como si el maldito mundo dependiera de eso, dejo una cámara, saco algunas fotos con mi celular y me largo de ese maldito lugar.

Al Entrar mi auto le dejo un mensaje a Jax, para que termine con esto.

IDIOTA 1

Listo.

espero que vengas en camino a recoger la cámara.

ya me largo de este criadero de ratas.

Estaba por irme cuando mi teléfono comenzó a sonar.

Joder hermano..., ¿Por qué te has demorando tanto en contestar? —habla con voz cortada— está llorando el muy marica..., lo que faltaba—. Debió pasar algo muy grabe para que el mastodonte estuviera así.

—Habla— es obvio que necesita ayuda, así que no necesito decir nada más.

—Arrolle a una chica — Ares hace una pausa para seguir hablando—yo solo iba manejando y ella salió de la nada en medio de la carretera, me baje, te lo juro. Ella no se movía y eso me asusto, la deje y me fui. Demonio no pueden saber que fui yo. No lo tomaran como accidente he tomado un poco de alcohol. Joder..., me llevaran a la cárcel si lo descubren.

—Eres un maldito idiota Ares, la has cagado y en grande. Revisare si hay cámaras y necesito tu teléfono, bota la ropa que traes puesta y limpia ese maldito auto ahora— hablo molesto. estaba a punto de cortar, pero dice algo que me enoja aún más.

—Te mandare la dirección de inmediato y te espero en el departamento, pero Belia..., creo que la chica era la hermanita de Emily...—corto el teléfono cerrando mis ojos y respiro con pesadez.

Estoy en el maldito lugar y no encuentro nada, ni siquiera a conejito. Ya estaba por irme, cuando escucho un sollozo que provienen de unos árboles, sin pensarlo mucho voy así ellos y veo a conejito hecha un ovillo, con la mirada perdida, sucia y con algunas arridas.

—Joder... conejito, pensé que no te iba a encontrar— iba a tomarla para llevarla al auto, pero ella me observa e intenta alegarse, tiene miedo... —. Joder no te are nada lo prometo...—ella intenta huir pero la detengo al instante, tomándola de la cintura y arrastrándola hasta el auto ella no para de moverse y quejarse de seguro la estoy lastimando mas de lo que esta, pero en este momento solo me interesa que suba al maldito auto para lárganos de aquí—¡basta joder!, te estas lastimando más de lo que estas conejito...— ella se queda quieta por el tono de mi voz, seguro la asuste y por eso se tranquilizó.

Llevo casi una hora manejando, y no me queda más opción de llevarla a la cabaña para que se recupere y pueda curarla. Maldito sea el hijo de puta de Ares, esta me las pagara muy caro.

A pesar de llevar tanto tiempo manejando ella no habla, ni siquiera se a movido, solo mira al frente llorando. Estábamos por llegar cuando siento su mirada sobre mi.

—Pareces una loca— digo, mirándola y sonriendo de lado sin quitar mi semblante serio.

—Tu nombre te queda muy bien— ella habla como si fuera un robot.

—Gracias.

—Creí que la universidad iba ser diferente, pero no lo fue y es tu culpa. Todo lo que me ha pasado este mes es tu culpa, no solo es el nombre, de verdad eres un demonio...—ella vuelve a mirar al frente, yo no respondo. Ella tiene razón..., y no tengo nada que responderle a eso.

—Llegamos— me quito el cinturón y la miro, en la puerta con tiene su cabeza apoyada en la ventana de la puerta del auto con La mirada perdida y sin ningún brillo en sus ojos. Me bajo del vehículo para ayudarla a salir de este, pero no fui lo suficiente repito para esto ya que cuando rodeo el auto, conejito ya estaba en el suelo, sin mirarla por mucho tiempo la tomo en mis brazos y ella aferra sus manitos a mis hombros, acto por el cual me tese y sin mas entro a la estúpida cabaña.

Al entrar a la cabaña enciendo las luces y la dejo en el pequeño sofá de la sala. De inmediato voy al baño en busca del botiquín cuando estaba lavando mis manos, me percato de que estoy manchado de sangre por todos lados, ella no se puede morir y menos en mis narices. tomo el botiquín y me voy directamente donde Conejito, al llegar la observo su vestido este rasgado y una mancha de sangre cubre su abdomen, sin mencionar lo sucia que se encuentra y las magulladuras que tiene por todo el cuerpo, me acerco a ella y me percato de que esta apunto de caer en la inconsciencia.

—Esto te dolerá un poco Conejito, pero prometo no durará por mucho— intento quitarle su vestido, pero ella se reúsa—. Necesito revisarte y no puedo si llevas ese maldito vestido de monja encima — hablo con molestia y ella deja de poner resistencia, cosa que me permite sacárselo y empezar a curarla. Ella grita y se queja, acto que me hace recordar la primera vez que mi padrastro me golpeo y mamá me curaba a escondidas del muy hijo de puta—. Tienes que ser fuerte, prometo terminar pronto... — por primera vez en mucho tiempo estoy sintiendo este maldito nudo en mi estómago, que me recuerda quien soy realmente.

—Te odio...— habla conejito de la nada, mirándome a los ojos.

—Yo también me odio conejito..., bienvenida al club.  

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