Capítulo 5

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Belia
—¿Qué pasa Emily?, ¿Celos de tu hermanita? —le suelto riéndome.
—No te acerques a ella demonio es un maldito problema en mi vida.
—¿No me digas?, ¿Cuándo Vivian juntas usaba la ropa sin tu permiso? —hablo con sarcasmo. Esto se pone divertido.
—No molestes joder, por culpa de esa niña mi vida es un maldito infierno, espero que me ayudes a sacarla lo más pronto posible de este lugar y que se largue los más lejos posible — Emily me mira sonriendo con malicia, aunque parece estar a punto de llorar.
—Primero quiero el ¿Por qué?, sabes que no trabajo sin ese dato —apoyo mis codos en mis rodillas juntando mis manos apoyándolas en mi barbilla y la miro con seriedad.
—Desde muy pequeña ha causado muchos problemas en casa, solo la quiero lejos—me mira esperando que le crea y de inmediato noto que es mentira.
Sin responderle nada, salgo del casino en busca de la niñata, debe estar llorando por ahí, sin mucho esfuerzo la encuentro en el baño, hablando con la fabulosa hija de la cocinera.
—Vamos Samay, eres hermana de la mal criada de Emily es obvio que ese idiota excesivamente hermoso te va a hablar o por lo menos poner un poco de su atención en ti —no soporto la voz
chillona de Eva, es tan molesta.
—Yo no quiero la atención de nadie, ni siquiera los conozco por la reacción de Emily de seguro no es amigos, ella nunca se juntaría con gente como el, de seguro es un delincuente— al escuchar eso decido hacer acto de presencia y al hacerlo, Eva abre sus ojos excesivamente al verme.
—¿Qué tipo de gente soy niñita? —digo a su espalda, de inmediato siento como ella se tensa, miro a Eva y le hago una seña con mi mano para que se largue y sin ninguna replica lo hace, dejándome
solo con la pequeña hermanita de Emily—No me conoces mojigata, no deberías hablar así de la gente cuando no sabes ni lo más mínimo de ellos.
—Es cosa de mirarte—me responde hablando más para ella que para mí.
—¿Cosa de mirarme? — digo en tono irónico — no juegues conmigo mocosa, si vamos a juzgar por cómo nos vemos, yo empiezo— la agarro lo más fuerte que puedo de su brazo dándola vuelta pegándola a mí, ella reacciona con una mueca de dolor tratando de no mirar a mi rostro pero utilizo mi otro brazo para tomarle su cara para que me mire—Eres una mojigata, sombra de su hermana mayor, una simple mal criada, horrible y lo más seguro que seas una pu...— no logro terminar ya que me empuja dándome una bofetada con su diminuta mano delgada, la miro con enfado y esta llora, toca su brazo.
—No vuelvas a decir esas cosas de mi—me dice con la voz entrecortada, estaba apunto de irse, pero la interrumpo cerrando la puerta con tanta fuerza que retumbo la pared.
—Tu tampoco me conoces, animalito, esta bofetada te saldrá caro, te lo prometo— sin decir nada mas esta abre la puerta saliendo con velocidad del baño y yo me quedo mirando por donde salió, sin pensarlo mucho decido llamar a Jax, esta niñata me pagara lo que hizo, nunca nadie me a levantado una mano sin represarías y esta ocasión no será la primera.
— Demonio — escucho su voz adormilada al segundo tono.
—Necesito un favor.

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