A Merced del Destino <UshiHina> <Haikyuu>

VII

-No sabes lo linda que es Wakatoshi Kun- susurró Tendo discretamente para que su profesor no los regañase- y lo mejor de todo es que ella también juega voleibol, pero en su escuela no tienen un equipo entonces tiene que practicar en una academia particular. Espero que eso no sea problema... ¿me estas escuchando Wakatoshi Kun?

Sin respuestas.

-¿Wakatoshi?- volvió a susurrar.

-¡Wakatoshi Ushijima me puedes responder cuando te habló!- gritó haciendo que todos en la clase se quedaran callados y logrando que el capitán le diese una mirada llena de odio con los ojos abiertos de par en par.

- Ustedes dos, los del fondo- señalo el profesor apuntándolos con el dedo- ¿Tienen algún problema? ¿Quieren que los envié a la oficina del director a ver si pueden resolver sus asuntos allí?- preguntó con un claro tono de enfado en su voz.

- N.. no Sensei, lo sentimos...- se disculpo Ushijima mientras se paraba y hacía una reverencia en señal de respeto. Miró adelante notando como su amigo seguía sentado y sin emitir palabra. Al instante lo agarró de su rojizo pelo jalándolo hacia arriba para que el también se levantase y pidiera perdón.

-Yo también lo siento Sensei- dijo mientras hacia una pequeña y muy forzada reverencia volviéndose a sentar en su sitio justo delante del mayor.

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No había pasado ni medio minuto luego del incidente que Tendo ya podía escuchar el sonido de la pantalla del celular de su amigo ser tacleada con fuerza a sus espaldas ¿Qué era lo que estaba haciendo?

Primero oyó el sonido del dispositivo desbloqueándose. Luego, un toqueteo rápido y ágil, y por ultimo... ¿Un sonido de mensaje enviado?

-Wakatoshi Kun exijo saber ya con quien te estas hablando- susurró mientras se volvía dar vuelta sacándole de un tirón el teléfono de las manos.

-¡Que no! ¿¡Que haces!?- susurró intentando hacer un medio grito desesperado mientras intentaba sacarle el dispositivo y fallando en el intento.

El bloqueador se quedó unos segundos en blanco sin saber que hacer. Frente a el tenía la razón por la que su mejor amigo no le estaba escuchando hablar de su mas que interesante nueva futura novia.

*¿Con que Shōyō eh?* pensó mientras empezaba a escribir rápido en el chat haciéndose pasar por el capitán.

-¡Que, NO! ¿¡QUE HACES!?- gritó el mayor parándose de su asiento y quitándole el celular de un manotazo. Pero ya era tarde. El texto le había llegado a su receptor en un milisegundo y los dos piquitos azules no tardaron en aparecer dándole a entender que lo que sea que había mandado ya no tenía vuelta atrás. Su vista pasó rápido de su teléfono al frente del salón notando como todos lo estaban mirando.

-¡Suficiente. Los dos fuera de mi salón ya!- grito el profesor mientras abría la puerta y los apuraba para retirarse.

Apurados y con miedo en sus ojos el dúo se apresuró a recoger sus cosas y caminar a paso apurado hacia la salida sin mirar atrás.

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-¡Pero que mierda tarado!- exclamó el mas alto mientras le golpeaba el hombro al pelirrojo que lo único que hizo fue sentarse en un banco a las afueras de la institución mientras esperaban a que el recreo iniciara.

-No es mi culpa que hallas decidido hablar con tu novio en vez de prestarme atención a mi- contraatacó- tienes todo el tiempo del mundo para decirle a Hinata cuanto lo amas y todas tus cursilerías, en cambio mi presencia la tienes por tan solo un par de horas ¡así que aprende a ser un poco mas respetuoso y valora tener el privilegio de ser mi amigo!