Parte 3

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-no lo creo... Pero... - dije dándome la vuelta y caminando lentamente. - olvídalo. Deja de pensar en tonterías. - dije bebiendo la sangre de la botella caminando a la clase que me tocaba. Tiempo después tuve que ir al gimnasio para la clase de karate. Me puse mi uniforme y me puse la cinta en la cintura. Empecé a caminar mientras que notaba la mirada de todas las chicas de la clase. Era algo incomodo que me estuvieran viendo tanto. Me senté y esperé a que llegara el maestro. Cuando se acabaron las clases salí de la academia. Empecé a caminar por la calle y recordé que dentro de poco sería el cumpleaños de mi padre. así que fui al bosque y intenté mejorar mis ataques para matar a algunos humanos. Lo típico, trepar algunos árboles, pisar algunas hojas y ramas y esconderme rápidamente sin ser visto y luego el ataque directo al cuello. Luego de varias horas de entrenamiento regresé a casa algo tarde. Mi padre aún estaba trabajando así que me fui a dar una ducha. Cuando estaba lavándome el cabello sentí algo extraño sobre mi cabeza. Eran como las orejas de un animal. Eran suaves y algo largas. No le presté tanta atención hasta que vi que tenía cola también. En ese momento recordé a Atsushi. -Un humano y un demonio no pueden ser amigos cierto..?- dije viendo como cascadas de agua caían frente a mi cara. -Calla. no has comido nada, de plano estas diciendo y pensando idioteces por el hambre.- dije cerrando la llave del agua y saliendo de la ducha. Tomé una toalla y me sequé el cabello. Tomé mi bata y me cubrí el cuerpo con ella mientras que tomaba mi teléfono. Salí del baño y entré a vestirme a mi habitación. Ya era algo tarde así que solo me puse mi pijama. Tomé un short y una camisa y listo. Eso era todo. Salí de la habitación y abrí la puerta de la bodega. El lugar donde teníamos los cuerpos de algunos humanos. Tomé el brazo de un chico y se lo arranqué del cuerpo mientras salía. Puse un cojín en el suelo y me senté sobre el mientras que prendía la tele y me comía el brazo tranquilamente. Puse las noticias nacionales y vi cuantas muertes había. Cada día había al menos una noticia de una muerte. -Vaya....- dije masticando sus dedos gustosamente mientras veía con inocencia -Estos humanos me sorprenden cada vez más..- dije tragándome lo y comiéndome su mano de un solo bocado. Luego de comerme su brazo me quedé viendo las noticias inocentemente esperando a que papá volviera.  Unas horas después volvió y entró a la casa. Me vio con la boca manchada de sangre y se rió un poco. -Qué pasa..?- le dije viendo como se reía -Tienes sangre en la boca- me dijo sonriendo y viéndome. me limpié la boca y de nuevo esa pregunta volvió a mi cabeza. -Oye papá....- le dije viéndolo algo confundido y inocente -Que pasa?- me preguntó acercándose a mi -Es posible que....- le dije pensando en Atsushi -Es posible que un humano sea amigo de un demonio...?- le pregunté viéndolo con inocencia. Honestamente, esperaba que me golpeara y me dejara tirado en el suelo diciéndome que deje de estar pensando idioteces y que madure. Pero.. se sentó a mi lado y me abrazó -Si lo es.. pero.. muchos humanos cazan demonios, y los demonios comemos humanos. Sin embargo hay demonios que viven a base de carne de animales en vez de humana, y otros que pues viven como humanos. Pero, pueden ser amigos si y solo si, el demonio demuestra que no lastimará ningún humano. Que lo protegerá y no lo lastimará por nada, de lo contrario, o el humano tendrá que cazar el demonio o el demonio matar al humano.- me dijo viéndome a los ojos como si fuera algo simple de entender. -oh.. ok. Gracias- le dije dándole un abrazo y caminando a la habitación para dormir. -buenas noches..- le dije abriendo la puerta y volteando a verlo -Buenas noches hijo..- me dijo sonriéndome mientras que apagaba el televisor y caminaba a su habitación. Al día siguiente me levanté y fui a ducharme algo rápido. Puse algo de música y tome mi bata. Entré al baño y me duché. cuando estaba lavando mi cabello volví a sentir esas orejas sobre mi cabeza. me pareció algo tierno así que me quedé así. cuando salí tomé mi uniforme y me lo puse. Tomé mi mochila y el brazo de otro cuerpo. Puse dos panes sobre el brazo para que la gente no sospechara nada. Honestamente eran algo inútiles. Creían fácilmente que era un sándwich de algo. Ni un solo humano tenía la más leve sospecha de que era un brazo humano en medio de un par de panes. Me puse mis audífonos y empecé a caminar a la academia mientras que me comía el brazo. Tenía mis orejas fuera y algunos se daban cuenta. Otros no les importaba. Cuando llegué a la academia fui a encerrarme al baño un rato. Pasar por toda la calle de Tokyo con miles de personas viéndote, uf..! Claramente no era lo mío. Cuando vi que tenía fuera las orejas intenté esconderlas. Pasó media hora hasta que lo logré. Luego de eso justo cuando me estaba lavando la cara Atsushi entra al baño.  -Un chico cualquiera con sus típicas necesidades- dije en voz muy baja cerrando los ojos y volviendo a echar agua en mi cara. respiré hondo y me vi al espejo. Atsushi estaba parado detrás mía y parecía estar haciendo otra cosa.. Me paré y me di la vuelta tranquilo. -Hola..!- me dijo levantando la mano y sonriéndome dulcemente. -H-hola....- le dije algo incomodo de la "conversación casual" entre hombres en el baño. -Cómo estás?- me preguntó con la intensión de ser mi amigo. -bi...ah... que quieres...-. le dije saliendo del baño y soltando un suspiro -ser tu amigo- me dijo con voz dulce y tierna -si.. claro. no intentes engañarme. Qué beneficios crees que te va a traer ser mi amigo?- le dije volteando a verlo -Si crees que porque soy guapo y atractivo las chicas te van a ver no hace falta. Ya eres guapo y atractivo y tienes a la mitad de la academia a tus pies.- le dije caminando a mi casillero. -Lo se, jajaja- me dijo riéndose un poco caminando a mi lado -Te seré sincero...- me dijo metiendo las manos en sus bolsillos y caminando a mi lado -Tu me ves con muchos amigos, con muchas chicas enamoradas de mi y dispuestas a hacer cualquier cosa por tenerme, siendo gentil y amable con toda la academia, haciendo felices a todos. pero...- me dijo bajando un poco la mirada. -Pero..?- dije deteniéndome y volteando a verlo. Desde que nací tengo el "poder" de detectar las emociones con su olor. Puede sonar extraño pero cada emoción, miedo, ira, dolor, angustia, soledad, cada sentimiento y emoción tienen un olor único. Y ese chico.. olía a depresión, ansiedad, soledad, dolor y esperanza. -Pero... me siento completamente solo..- me dijo confirmando mis sospechas. un humano puede decir que es feliz cuando no lo es. cualquiera puede fingir. Unos son muy buenos y otros son pésimos. Algunos tienen la habilidad de decir que no pasa nada cuando pasa de todo, no importa cuando si importa, estoy bien cuando están mal, o incluso sonreír y reír con la cara llena de lágrimas y el alma llena de dolor y soledad. Muy pocos pueden mentirme y hacerme creer por un segundo, pero el no mentía. -Me siento completamente solo aunque tenga muchos amigos pero contigo...- me dijo viéndome a los ojos -Contigo no me siento así- me dijo dejando caer una lágrima. -Se que no somos amigos pero contigo no me siento solo. No me siento como siempre, me siento bien y siento que tengo a alguien en quien puedo confiar, y por eso quiero ser tu amigo...- 

La vida de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora