Parte 17

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-No quiero que le pase nada. Pero... No quiere verme.... Ahora.. Me tiene miedo. Gracias a ese estúpido padre.-dije algo molesto mientras que me dejaba caer en una banca en el parque - pero... Le prometí que siempre lo protegería.. - dije mientras que sentía como alguien se sentaba a mí lado. - tranquilo... - dijo esa persona mientras que volteaba a verlo de brinco. Su voz.. Era exactamente igual a la de mi padre. Cuando lo vi, lo vi a él. Su cabello, sus ojos, su voz, su rostro. Todo era igual a él. No puelde evitarlo y lo abracé mientras lloraba. Sentí como me abrazaba y no pude dejar de llorar. - tranquilo... No se que te pasa pero.. Todo va a estar bien.. - me dijo mientras que dejaba de llorar y lo veía. Era el mismo chico del bosque. Me alejé de él y me disculpé por eso. - perdón... Es solo que.... Creí que... - dije bajando la mirada - era tu padre? - me preguntó mientras que me miraba. - si.. - le dije tratando de calmarme. Hablamos un rato y.. Dijo que la misma iglesia mató a su familia. Los acusaron de brujos y, como siempre. Creyeron todo sin tener pruebas. Fueron a su casa y encontraron herramientas científicas, sus padres practicaban todo tipo de experimentos para ayudar a la gente pero como siempre, ellos lo tomaron como brujería. Fuimos a caminar un poco y le conté todo. - ve a ayudarlo.. - me dijo cuando termine. Me despedí y fui a su casa. Toque la puerta pero.. No abrió nadie. Abrí la puerta y entre. No había nadie en su casa. Fui a su habitación y no estaba. Cuando vi el collar que siempre cargaba tirado en el suelo salí de la casa y fui corriendo a buscarlo. No podía encontrarlo entre todas las personas y empezaba a perder la paciencia y el control. Eran demasiadas y no quería perder a alguien más. Cuando pensé en la voz de mi padre recordé como era su aroma. Cerré los ojos y traté de calmarme pero no pude. Respiré profundo y me enfoque en su olor hasta que lo encontré. Cuando llegué no pude ver nada. Estaba en la iglesia pero.. No había nadie. Solo la tremenda estatua de Jesús crucificado, y el miles de bancas. Empecé a caminar por toda la iglesia hasta que encontré un lugar oscuro y frío. Entré sin pensarlo y vi a Atsushi tirado en el suelo. Corrí hacia el y lo abrace. Me acerque a su pecho y pude sentir su corazón palpitando. Estaba vivo pero.. Muy frío. Me quite mi sudadera y mi camisa. Y se lo puse cubriendo su cuerpo. Estaba sudando y mi cabello caía hacía mi cara. Cuando me levanté el padre estaba parado justo frente a mí, Aterrado. - aléjate de él.. - me dijo mientras que me apuntaba con una pistola. - no. - le dije tratando de contenerme enterrando mis garras en mis manos - adelante, dispara. Trata de matarme. - le dije viendolo con mis otros ojos mientras que me acercaba. Empezó a disparar me con locura y ninguna de las balas tocó mi cuerpo. Lo tomé del cuello y lo golpeé contra la pared. Me apuñaló con un cuchillo en el abdomen y lo golpee contra el suelo. - tu lo mataste... - le dije molesto con la boca sangrando. - adelante, no te contengas. - me dijo tomándome de las mejillas con fuerza. - Muerdeme! COMEME! ERES UN DEMONIO, ES LO QUE HACEN! - me gritó hacer ando mi boca a su brazo. - no. Yo no soy como ellos. - le dije rompiendo le el brazo. - yo no mato inocentes. - le dije parando me - no lastimó a quienes no me hacen nada- le dije sacando el cuchillo de mi abdomen - claro que si... No utilices a Atsushi como excusa! Matas personas! - me grito acabando con mi paciencia. - si. Si mato personas! Soy un demonio! Vengo del maldito infierno! Pero tu... Tu también matas personas! Matas inocentes! Gente inocente que no hizo nada malo contra ti, y que solo por hacer algo que no todos hacen son diferentes. Son unos monstruos. Los matas a sangre fría y todavía usas a tu Dios como excusa. Usas su nombre para hacer creer que es su voluntad. Todos saben que Dios no orderaria a nadie a matar a alguien. Y si lo hace.. No es tan perfecto como tanto dices. - le dije tirando el cuchillo lejos. - Atsushi tiene un demonio a su lado y ientras el. Viva nada le va a pasar entendido!? Puedes hacerme lo que quieras. Violar me, mutilar me, descuartizarme, degollar me o enterrar me vivo! Tirarme a un volcán o atravezarme con una moto sierra. Encontré la forma de volver y acabar contigo. No dejaré que lastimes a Atsushi - le dije dándome la vuelta y viendo su mirada. Había despertado y me miraba con los ojos cubiertos de lágrimas. - no digas ridiculeces! Eres un monstruo. Un asesino! Atsushi no quiere a alguien como tu a su lado. - me dijo mientras que volteaba a verlo. El azul de mis ojos pasó a rojo. Parecía que tenía fuego el los ojos. Me acerque a él moviendo la cola y lo tomé de las mejillas enterrando le mis garras. - no me importa si me quiere o no. Si quiere creer todas y cada una de tus mentiras, es su puto problema. Yo le hice una promesa. Lo protegeré por siempre. Y un demonio no rompe sus promesas. Fastidia me o trata de lastimarlo y haré que hasta los demonios de las profundidades del. Infierno te torture por toda la eternidad. - le dije dejándolo allí y caminando hacia Atsushi. Lo cargue y salimos de la iguelsia. Cuando lo bajé el padre lanzó un hacha hacia el. Lo vi de re ojo y me puse frente a él. Atsushi me vio y sus ojos se cubrieron de lágrimas otra vez. Saqué el hacha de mi espalda y voltee a verlo. - ahora si... - le dije tirándole el hacha. Le atravece el brazo cortandoselo y tirándolo a la pared. Saqué mis alas y volé hacia el. Lo tomé del cuello y lo arrojé hasta la puerta de su iglesia. Lo golpee contra el suelo haciendo una grieta, cada vez más grande. Lo dejé allí y caminé hacia Atsushi. Cuando llegué sentí como algo atravesaba mi cuello. Voltee a ver y otro de los sacerdotes me había apuntado con una ballesta. Atravece su cuerpo con mi cola y luego el cuello del padre dejándolos sin vida a ambos. Saque la flecha de mi cuello y caí al suelo. - kyran... - me dijo Atsushi cargando me - tranquilo.. - le dije mientras que seguía sangrando. - te protegeré por siempre.. Esté o no esté vivo.. - le dije tocando sus mejillas - si muero.. Recuerda que encontré la forma de volver... - le dije tocando sus labios. - lo... Lo prometo

La vida de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora