_Pues no sabe mal... me gusta... sabe... Sabe dulce. Es un sabor que ninguna cosa hecha por los humanos tiene o tendrá... Ese sabor tan dulce y delicioso... estoy seguro de que nunca lo olvidaré._ pensé mientras que me alejaba de el y levantaba las orejas. -Y-yo... lo siento....- le dije escondiéndome dentro de la cobija -Atsushi lo siento... se que no debí hacerlo pero quería.. me daba curiosidad.. por favor no te enojes...- le dije teniendo miedo y empezando a temblar. Para mi conveniencia, la lluvia no se detenía y los rayos caían más fuertes. -Kyran....- me dijo levantando la cobija. -Yo...- me dijo mientras que me asustaba y me escondía sobre su pecho. -Ah...! Ha-hace frío...!- le dije quitando le la cobija y escondiéndome -la verdad no hace frío... tengo miedo....- dije en voz baja mientras que me escuchaba ya que se había acercado. -Kyran.. no tengas miedo de mi...- me dijo levantando la cobija. -ven.. quiero decirte algo..- me dijo tomando mis mejillas y acercándome a el -no fue tan malo después de todo...- me dijo volviendo a besarme. Esta vez sentí el sabor del interior de sus labios, cada vez me acercaba más a su lengua. Levanté las orejas y moví la cola de un lado a otro suavemente mientras que seguía con el beso. -Ya entiendo por qué contigo no me siento solo después de todo...- me dijo sonriendo viéndome casi sentado sobre el. Tenía el abdomen marcado y la piel suave. La lluvia y los truenos seguían y yo ya no seguía temblando. Poco después me quedé dormido hecho una bolita como un gato sobre el pecho de Atsushi. Al día siguiente me levanté y salí por la ventana entrando a mi habitación. Tomé mi bata y me metí a duchar, lavé mis orejas y mi cabello y mientras lo hacía no dejaba de pensar en el sabor de sus labios. Cuando salí tomé mi uniforme y me lo puse. Bajé a desayunar y le arranqué el brazo a un chico del montón que estaban en el sótano. Me comí su brazo y fui a lavarme la boca y los dientes. Salí y me puse mis audífonos. Empecé a caminar y escuché a Atsushi llamarme. Esperé a que llegara conmigo y caminamos juntos a la academia. -oye.. sobre lo que pasó anoche..- me dijo sonrojándose y haciendo que me sonrojara -lo siento..- le dije sonrojado y tragando saliva esperando que no me golpeara. -tranquilo- me dijo abrazándome. caminamos a la academia y fuimos por nuestras cosas. Entramos cada uno a nuestra clase y curiosamente le tocaba en la misma que a mi. Estábamos juntos en todas partes. En la calle, en la academia y las clases. En los recreos yo me iba a un lugar alejado de todos. La academia era un lugar grande, no me encontrarías fácilmente. Fui a un lugar donde habían árboles de cerezo y me senté en el suelo mientras que sacaba mi botella con sangre y empezaba a beber. -por qué estás solo?- me preguntó Atsushi mientras que se sentaba a mi lado y me veía -Podemos estar juntos, somos amigos y no nos sentimos solos- me dijo soltando una pequeña risa -si....- le dije riéndome y bebiendo de la sangre. -Qué es eso..?- me preguntó viéndome algo curioso. -Sangre..- le dije viéndolo con una mirada inocente. -Quieres..?- le pregunté acercándole la botella. -n-no... gracias..- me dijo alejando la botella. -Oh miren, ahora son novios ellos dos. Que maricas. - dijo uno del montón de bravucones provocan dome -sigue fastidiando me y tu cabeza terminará fuera de tu cuerpo- le dije bebiendo sangre como si nada. -yo le haría caso...- le dijo Atsushi mientras que el otro lo tomaba del cabello. -Ahora lo defiendes? Son el uno para el otro.- dijo mientras que intentaba golpearlo. -Si bueno tendrás que matarme para lastimar lo.- le dije parándome frente a el y rompiéndole la muñeca. -Defiendes a tu novio? Que tierno- me dijo acercándose a mi -Primero, no es mi novio. Y segundo, aléjate de mi que apestas a fracaso.- le dije alejándolo de mi y acabando con su paciencia y haciendo un poco más interesante el día. -Ya verás quien tendrá olor a fracaso!- me dijo golpeándome en la cara -bien ahora voy yo..- le dije golpeándolo en la cara tirándolo al suelo y empujándolo hasta la pared que eran muchos metros. -métete con el y te metes con un demonio- les dije tomando a uno del cuello enterrándole una de mis garras en el cuello. -no eres nada más que un insignificante humano y una simple hormiga para mi, fastídiame un poco y vas a terminar en el plato de más demonios.- le dije sacando mis garras y parándome como si nada. -Lo ves? Protege a su novio ante todo- le dijo otro mientras que empezaba a caminar hacia el. Lo tomé de la nuca y pegué su frente a la mía -Yo que tu no me metería con un demonio, no tienes idea de lo que soy capaz..- le dije cortando su nuca con una de mis garras alejándome de el. Sonó la campana y fuimos a la clase Atsushi y yo. -Por qué me defendiste tanto?- me preguntó viéndome con una mirada tierna y inocente -somos amigos no?- le dije perforando su corazón con esas palabras. -S-si...- me dijo tocando su pecho y sintiendo agujas atravesar su corazón mientras que fingía una sonrisa. -aunque tal vez me gustes como algo más que amigos...- dije en voz baja sintiéndome bien a su lado. -Qué dijiste..?- me preguntó esperando que lo repitiera. -no era nada importante....- le dije metiendo mis manos en mis bolsillos y caminando a la clase. horas después pasaron el anuncio de que harían una fiesta para los chicos de último año. Siempre lo hacían, tres meses antes de que acabaran las clases. Toda la academia desde primero básico hasta ultimo año podrían ir. Dijeron que era la próxima semana. Que podríamos llevar a alguien con nosotros como pareja. Sonó la campana y el anuncio seguía, guardé mis cosas y salí de la academia. No le di mucha importancia al anuncio ya que había escuchado lo mismo hace tres años. Seguí caminando y un grupo de chicas se paró frente a mi. Las ignoré y traté de pasar a su lado pero no me dejaban, a donde fuera que me moviera, ellas se paraban frente a mi, izquierda, derecha, adelante, atrás, todos lados! era algo insoportable. Las vi a las cinco y tenían cada una una bolsa de papel. Solté un suspiro y esperé a que me dijeran que querían. -Oye... hace unos días fue tu cumpleaños...- me dijo una chica alta de cabello negro y largo con ojos morados, casi como los míos. -y queremos darte algo- me dijo mientras que las cinco levantaban las bolsas y me veían. -ah... gracias..- les dije tomando las bolsas y caminando a casa. Llegué a casa y subí a mi habitación. Saqué las cosas y algunas tenían camisas negras con calaveras rojas, otra tenía un collar con una cruz, le di la vuelta y me lo puse. El resto eran pantalones y camisas con algunos dulces. me vestí y salí de la casa un rato. salté hasta el techo y me senté mientras que veía el sol esconderse y la luna salir. -Qué es lo que siento por ti...? Por qué me haces sentir así... ? qué me estás haciendo?- dije pensando en Atsushi. -por qué siento... que me estoy enamorando de ti....- dije tocando mis labios y recordando cuando lo besé. -Por qué te protejo si devería matarte?- dije recordando las veces que lo protegí. -por qué.....- dije tomando el collar y pensando en el -...no me siento solo cuando estoy a tu lado...-
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La vida de un demonio
RandomLuego de que su familia estuviera en el borde de la desesperación, por la falta de recursos y de dinero. Desesperados empiezan a buscar una solución, y su padre encuentra una pero no es del todo agradable. Puede salvarlos de la quiebra y de esta cri...