Parte 10

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pasaron tres días desde que mi padre se fue y cada vez me sentía más débil. De vez en cuando escuchaba a alguien llamar a la puerta y la voz de Atsushi, pero luego se iba. Los días siguieron pasando y mi padre no regresaba. intenté pararme de la cama y salir de la habitación, pero no pude. Intentando salir no tenía fuerza y caí al suelo. Empezó a llover y los rayos empezaban a caer. Empecé a tener miedo y intentar ir a la habitación de mi padre. Logré llegar a su habitación arrastrándome y subir a su cama. -te extraño...- dije abrazando con fuerza una almohada mientras que temblaba del miedo y del frío -por favor vuelve pronto papá...- dije llorando como nunca y escuchando como caían los rayos cada vez con más fuerza. -KYRAN!- gritó desde abajo mi padre mientras que la lluvia se calmaba y subía corriendo a la habitación -papá..- le dije levantándome y tirándome sobre el para abrazarlo como nunca. -Por que te fuiste...- le dije llorando sobre su pecho tomando su camisa con fuerza y golpeándolo en el pecho -no vuelvas a dejarme así... no más..! - le dije mientras que lloraba como nunca abrazándolo. -te extrañé... creí que no ibas a volver...! no vuelvas a dejarme... por favor...- le dije abrazándolo. empezó a llorar y me abrazó igual. -tengo algo que decirte...- me dijo sentándose en la cama -antes de que te diga lo que tengo que decirte quiero que sepas que te quiero demasiado y incluso daría la vida por ti, tuve que ir al infierno y negociar con el diablo para quitarte la maldición y que puedas vivir en paz y.... siempre te voy a querer- me dijo dejando caer una lágrima y empezando a asustarme. -hace quince años.. Haise hizo un trato conmigo, dándome a su hijo a cambio de prosperidad y riqueza. era una noche lluviosa y tormentosa, tomé al niño y tenía una mirada inocente y dulce, con deseos de vivir. Y no parecía importarte como vivieras.. así que te di de mi sangre mezclada con leche para bebés para que pudieras vivir conmigo....- me dijo tomando las cobijas de la cama con fuerza -es por eso que te dan tanto miedo las noches lluviosas como la de hace rato. - me dijo mientras que lo abrazaba. -No me importa si el era mi padre o no. Si hiciste todo eso por mi es porque en verdad me quieres como a tu hijo, y yo a ti como mi padre... aunque no lo seas no va a cambiar...- le dije sintiendo como la marca desaparecía de mi cuerpo. recosté a mi padre en la cama y me hice una chibolita como antes sacando mis orejas y moviendo mi cola. -que haces? ya no está lloviendo..- me dijo viéndome algo extraño -no me importa. Me debes esto- le dije abrazándolo mientras que dormía sobre su pecho. Al día siguiente me levanté y fui a ducharme. Me puse mi uniforme y salí a esperar a Atsushi. esperé unos minutos y luego salió de su casa soltando un olor a depresión y soledad como lo hacía antes. -Apestas a soledad y depresión- le dije parándome frente a el. Se sorprendió de verme y se tiro sobre mi abrazándome con fuerza -te extrañé- me dijo besando mi mejilla. Hizo que me sonrojara y caminamos a la academia mientras que Izumi me miraba molesta y sorprendida. -QUÉ HACES AQUÍ Y CERCA DE MI ATSUSHI!?- me dijo gritándome corriendo hacia mi para intentar golpearme de una cachetada. -querida, primero, Atsushi no es tuyo. Y segundo, que astuta fuiste al vender tu alma al diablo a cambio de un anillo con un compromiso maldito, pero sorpresa, mi padre es un demonio al igual que yo y lo conoce desde hace mucho tiempo. Debiste pensar en eso antes de lanzarme una maldición- le dije tomando la mano de Atsushi -Atsushi está conmigo querida, y ni se te ocurra alejarlo.- le dije pegándolo a mi cuerpo haciendo que se sonrojara. -Soy.... soy tuyo....?- me dijo en voz baja al oído -si. Ahora cállate.- le dije sonriéndose a la chica viendo como me veía con odio. -Anda, camina.- le dije soltándolo y caminando a la clase -Oye Kyran...- me dijo dejando de caminar. Voltee a verlo para ver que quería y me vio a los ojos -Quieres ir a la fiesta conmigo...?- me preguntó algo nervioso y sonrojado. -Si por qué no?- le dije sonriéndose y dándome la vuelta. -creo que en verdad me gustas....- dije en voz baja pensando en la noche en la que lo besé. Tuve que esperar al recreo para ir a un lugar alejado y poder pensar en paz. -Oye pasa algo?- me preguntó Atsushi mientras que me veía sentado en un rincón del campo viendo los árboles de cerezo -nada...- le dije viendo como se sentaba a mi lado. -oye puedo pedirte algo..?- le pregunté aguantando las ganas de besarlo. -si claro- me dijo lamiendo sus labios y viéndome a los ojos. -Sabes qué? Mejor olvídalo- le dije sonrojando me. -ok- me dijo dándole una mordida a su manzana viendo los árboles conmigo -Quiero besarte..- le dije sonrojado apretando las manos nervioso -Quiero... quiero que me dejes besarte...- le dije bajando la mirada mientras que tragaba su poco de manzana. -ok.- me dijo sin problemas guardando su manzana y viéndome -pero esta vez será a mi manera.- me dijo sonriéndome. -bien...- le dije sonriéndose inocentemente. Se acercó a mi y me besó en la mejilla cerca de mi boca. -listo- me dijo con su voz inocente y tierna -no me refería a eso...- le dije bajando la mirada y perdiendo la esperanza de poder volver a probar sus labios. -yo.. quería sentir....- le dije algo nervioso sonrojando me. -Quería sentir el sabor de tus labios de nuevo...- le dije soltando un suspiro y sacando mi botella con sangre -Bien, hazlo- me dijo viéndome. -Abre la boca..- le dije riéndome un poco -Qué? No! para qué quieres que abra la bo...- me dijo mientras que lo tomaba de las mejillas y lo besaba. Sus labios se juntaron con los míos y pude volver a probar el delicioso sabor de sus labios. Sonó la campana y regresamos a clases. Me sentí tan bien cuando lo besé, sentía que era otro. Cuando llegó la tarde salimos de la academia y fuimos juntos a casa. -Sabes que te vas a poner mañana..?- me preguntó mientras que lo miraba algo nervioso -no...- le dije pensando en que ponerme. Llegamos a casa y fui a pedirle a mi padre que me diera dinero para comprar ropa. -Mejor ven conmigo..- le dije pidiéndole que me acompañara. Y bueno fuimos a un centro comercial a comprar ropa. Tomé varios pantalones y varias camisas de botones mientras que iba al probador. No encontré ningún pantalón que no me quedara flojo, todos se me caían y las piernas parecía que tenía dos costales de papas vacíos. -ya vuelvo...- le dije tirando los pantalones en una esquina y yendo a buscar un pantalón negro. -Disculpe... tiene pantalones negros? Que sean como.... que le queden pegados a la pierna y eso..- le dije a una chica que trabajaba allí mientras que me llevaba a donde estaban. Lo tomé y regresé a los vestidores. Me lo puse y una camisa de botones blanca. abrí la puerta y le modelé a mi padre -Esa vas a llevarte?- me preguntó mientras que veía atrás cinco camisas más. Caminó hacia mi y se paró frente a mi cubriéndome mientras que me quitaba la camisa y me ponía una tras otra modelando para ambos frente al espejo. Me puse una camisa negra y imaginé que podría hacer -Crees que le guste a Atsushi..?- le pregunté mientras que soltaba un suspiro y me preocupaba por si se llegaría a enamorar de mi tal y como soy. 

La vida de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora