Parte 6

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_ah si.. se llama Haise Hamada.- me dijo tomando su teléfono. -Oh.. ok..- le dije recordando a la chica que intentó matarme y lo que le dijo a mi padre. -Dame tu teléfono- me dijo Atsushi viéndome de forma inocente -para que..?- le pregunté sacándolo y dándoselo. Lo encendió y empezó a escribir algo. Cuando terminó su teléfono sonó. -Listo, ya tengo tu número-  me dijo sonriéndome de forma inocente. _Vaya.. con que eso querías..?_ Pensé mientras que tomaba mi teléfono. Lo llevé hasta su casa mientras que el tal Haise me seguía. -gracias por dejar que me quede en u casa- me dijo Atsushi mientras que me abrazaba. -no es nada..- le dije esperando que entrara a su casa. Me puse mis audífonos y puse rock a todo el volumen de mi celular mientras que sacaba mis garras. -se que me quieres, así que no intentes nada si no quieres parar como un saco de piel con carne y huesos dentro.- le dije viéndolo con mis ojos de demonio. Seguí caminando y sentí que me seguía, aumenté el ritmo y crucé un par de veces, con eso sentí que se fue pero dos personas más me seguían. Fui a un lugar algo alejado de la ciudad mientras que ellos me seguían, saqué mi cola, mis garras y mis colmillos mientras que seguía caminando como si no supiera nada manteniendo mi papel de víctima. Deje caer mi teléfono y me agaché para recogerlo, y como lo esperé aprovecharon para tratar de meterme en una bolsa de basura. Levanté mi pierna izquierda hasta arria rompiéndole la nariz a la chica que estaba sobre mi mientras que me paraba guardando mi teléfono. -idiotas. Son tan predecibles- les dije manteniendo mi papel de víctima a la defensa si si. -Está bien, que quie...- dije viendo que me apuntaba con una pistola. _Y aquí es donde entra el nuevo papel de la víctima._ Pensé mientras que levantaba las manos y me ponía de rodillas. Saqué el cuchillo para lanzar que cargaba entre mi pantalón con mi cola y se lo lancé al cuello al chico ganando la atención de la otra chica. Al voltear a ver a su amigo le rompí la mano y le tiré la pistola de las manos. -hola querida- le dije golpeándola en el ojo con la pistola atravesándola con eso. Luego simplemente apreté el gatillo disparando le por dentro. le quité el cuchillo de la garganta y fui a buscar a Haise. -y ahora entra mi papel de asesino- dije en voz baja ocultándome entre los árboles. vi a un hombre entre el monte haciendo sus cosechas de arroz. Luego pensé en si debería matarlo o no, después de todo el arroz era sabroso. Luego de un buen rato pensándolo fui a matarlo. me paré detrás de el y le corté la garganta con mis garras mientras que sentía como alguien me atrapaba por detrás con fuerza. Era Haise. -Cómo!?- dije viendo que el hombre que maté era un simple aldeano -Mierda!- dije golpeándolo en la cara con el codo rompiéndole la nariz. le di una patada en la cara y lo golpee en el pecho y en el cuello dándole de nuevo otra patada en la cara tirándolo al suelo. -Por favor.. basta.. Hijo..- me dijo con la cara sangrando levantando las manos. -no me confundas con tu hijo- le dije a punto de aplastar su cabeza. -perdón.... perdí a mi hijo hace 15 años... creí que eras tu.. por eso mandé a que te cazaran y te trajeran con vida...- me dijo haciendo que recordara a la primer persona que había asesinado. me paré sobre su cabeza y empecé a hacer fuerza. -Solo hazlo..! Mátame ya!- me dijo llorando sin parar. -si lo haces... podré juntarme con mi hijo y mi esposa... por favor... solo hazlo..!- me dijo llorando tomando mi pierna y empujándola con fuerza hacia el. -Por qué...? Por qué me siento así..?_ pensé sintiéndome algo triste por el. -Cómo sea, juntante con ellos ahora.- le dije pateando su cabeza desprendiéndola de su cuerpo. tomé su cuerpo y me lo llevé a casa con su cabeza en una bolsa. -Papá! Ya vine- le dije abriendo la puerta y quitándome los zapatos -papá?- dije viendo que no había nadie. Abrí la puerta del sótano y tiré su cuerpo mientras que iba a ponerme pijama. -Vas a dormir?- me preguntó apareciendo de repente -POR UN CARAJO NO APAREZCAS ASÍ ME ASUSTASTE!- le grité metiendo un brinco golpeándolo en la nariz haciendo que sangrara -Mierda lo siento...- le dije algo preocupado. -No importa, fue mi culpa. - me dijo riéndose un poco. -empaca tus cosas, nos mudamos.- me dijo viéndome a los ojos. Horas después empaqué todas mis cosas dejando solo mi ropa fuera. Me metí a la cama y intenté dormir. Apagué la luz y intenté dormir. pero no pude. me hacía falta Atsushi. El y su aroma agradable. Tomé uno de los peluches que me regalaron cuando era pequeño y lo abracé en lugar de el. Me cubrí con una cobija y volví a intentar, pero otra vez, no pude. Cerré los ojos y empezó a llover. Empecé a abrazar con fuerza el peluche mientras que la lluvia se hacía cada vez más fuerte y empezaban a caer truenos. Tenía tanto miedo que el peluche termino con el relleno de fuera, el ojo arrancado y decapitado. Lo tiré y tomé una jirafa de peluche, la abracé y traté de pensar que era el. Los truenos seguían y el miedo no se iba. No quería matar otro peluche inocente así que salí de la habitación y fui a tocar la puerta de mi padre. -Oye se que ya tengo quince años y estoy grande para dormir contigo pero sabes que me aterran los truenos y..- dije mientras que caía uno cerca de la casa y hacía un ruido tremenda mente escandaloso -Wah..!- grité corriendo hacia el tirándome a la cama cubriéndome con la cobija mientras que lo abrazaba -Qué haces?- me dijo riéndose de mi. -Anda, vete a tu habitación ya estas grande- me dijo cargándome y llevándome a mi habitación -Nooooooo!- le grité abrazándolo con brazos y piernas mientras que me negaba a soltarlo. -Estas suave y me niego a soltarte..!- le dije mientras que lo miraba con la famosa "mirada de perrito" -Por faavooooorrrr!. Déjame dormir contigo esta noche..! Esta y todas las que esté lloviendo y suenen los rayos..! Porfi..- le dije con los ojos llorosos temblando de miedo. Soltó un suspiro y me llevó a su cama. -bien..- me dijo cerrando la puerta. Se recostó a mi lado y me cubrió con una cobija mientras que dejaba que lo abrazara. No se si la comodidad y alivio que sentí es porque es mi padre o porque estaba durmiendo con alguien que me importaba pero no quería alejarme de el. Me acurruqué en su pecho  dejé de temblar. Los rayos caían y cada vez me asustaba menos hasta que me quedé dormido sobre su pecho. -Te quiero... papá....- le dije antes de caer dormido. Empezó a acariciar mi cabello mientras que lograba calmar la lluvia y los truenos. Levantó su brazo y empezó a desprender un fuego negro mientras que la lluvia se detenía. Me abrazó y se durmió conmigo. Ese día me sentí realmente bien, hace años no dormía con el, hace tiempo no dormía tan bien que como lo hice con mi padre y Atsushi. nunca me había sentido tan tranquilo estando con alguien más que con Atsushi. No dejaba de pensar en el y incluso empece a pensar que me estaba enamorando. 

La vida de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora