-Si... claro...- le dije desconfiando un poco. -Puedes ser mi amigo pero...- le dije viendo mis manos. _Un demonio y un humano no pueden ser amigos_ pensé mientras que miraba a mi lado. -no me importa como seas...- me dijo tomando mi brazo. -Eres el único que me hace sentir bien..- me dijo haciendo que me sonrojara. -S-si bueno está bien.. pero ya suéltame...- le dije algo sonrojado dejando caer mi botella con sangre en mis intentos de escapar de sus manos sin lastimar lo. -oye se te calló tu...- me dijo viendo como la tomaba y la escondía muy rápido. Demasiado a decir verdad... -Ok.... am... quieres salir conmigo hoy en la tarde? Después de la escuela- me dijo con una voz dulce llena de amor y esperanza. -Si... seguro.. por que no..?- le dije sonriendo le. Luego de que la campana sonara empezaron las clases y fue un día como cualquier otro. Luego de la escuela caminé a casa yo solo escuchando mi música. Estaba algo alejado de la ciudad y sentí el olor de ira y desprecio, escuché como apretaban el gatillo de una pistola que apuntaba a mi cabeza. me di la vuelta y me moví a un lado de forma sobrenaturalmente rápida. era una persona vestida de negro con una capucha y mascarilla cubriendo su cara. me volvió a disparar miles de veces tratando de darme por lo menos una vez y todas las falló. cuando se quedó sin balas se distrajo para volver a cargarla y lo tomé de la muñeca, su mirada, la recordaré por siempre. Estaba aterrado pero a la vez herido. -ni intentes matarme cariño, es imposible matar al hijo de un demonio- le dije rompiéndole la mano sin mover un solo dedo. empezó a gritar de dolor mientras que intentaba golpearme en la cara. me hice a un lado sin soltarle la muñeca y logré darle una patada con mi pierna izquierda sobre la cabeza golpeándola contra el suelo rompiéndole la nariz. De su talón salió una navaja y en lo que yo me sentaba sobre ella poniendo su brazo detrás de su nuca ella levantó su pierna y la empujó con fuerza hacia mi. Me alejé y me paré en su pierna, clavando el cuchillo en su brazo y su nuca. -Buen intento, pero en este mundo es matar o ser matado, y no deberías meterte tu solo con un demonio como yo- le dije parándome y quitando le la capucha y la mascarilla. Era una chica. -oh baya, que quieres y quien te mando eh?- le dije viéndola de forma sospechosa. en eso estaba cuando mi padre me tomó del cuello y me arrojó lejos. Tomó a la chica de la boca y la levantó apretándola con fuerza enterrando sus garras en sus mejillas haciendo que sangrara a chorros mientras que ella no dejaba de llorar. -Querida.. no quiero ser duro contigo... así que abre la puta boca y habla- le dijo viéndola con sus ojos de demonio -no pienso decir nada..!- dijo con una voz ruda resistiéndose. -Ah si..?- le dijo mientras que tocaba su pecho y su abdomen -Y qué tal ahora?- le dijo golpeándola con fuerza haciendo que escupiera sangre. -Dime quien te mando a cazar a mi hijo o te mataré en este instante frente a todos y me comeré tu maldito cuerpo.- le dijo mostrando le sus colmillos. -Haise...- dijo mientras que se negaba a decir más. -Que..?- dijo mi padre viéndola a los ojos -habla.... Haise que...- le dijo moviendo su cara. la chica estaba haciendo fuerza por escapar de sus garras pero era imposible, nadie podía salvarse de mi padre. -HABLA AHORA MALDITA ZORRA!- le gritó abriéndole la piel dejando ver su boca por dentro. pero no logró sacar nada más que gritos de dolor de esa chica. se desesperó y aplastó su cara frente a todos. -vamonos.- me dijo tomando mi mano con fuerza sacando sus alas y volando a casa. -No quiero que vuelvas a salir solo de ningún lado.- me dijo algo molesto mientras que lo abrazaba. -Si..- le dije viendo las calles desde el cielo. -estoy orgulloso de ti..- me dijo cuando llegamos a casa. -Te enseñé bien al aprender a defenderte y cazar- me dijo sosteniendo mis mejillas -creo que estarás bien su cargas esto contigo- me dijo dándome un brazalete. Era de plata con una k negra. -papá....- le dije algo confundido -quien es Haise...?- le pregunté algo confundido sin saber quien era y lleno de curiosidad por saber quien era, por qué era tan importante? Por qué se enfureció tanto mi padre cuando lo escucho..? -nadie...- me dijo soltando un suspiro y fingiendo una sonrisa. -Voy a salir con un amigo.. en media hora...- le dije viéndolo a ver cómo reaccionaba -bien...- me dijo sin mostrar interés. -vale... gracias por el brazalete- le dije caminando a mi habitación para cambiarme. -En verdad mi padre hizo eso..?- dije cerrando la puerta dejando caer una lágrima por el miedo. Ya lo había hecho antes, pero esta vez... podía sentir su ira y odio sin tener que sentir su aroma. Nunca lo había visto atacar a alguien de esa forma. Me tranquilicé y tomé ropa negra. Me la puse y tomé unos chacos guardándolos en mi pantalón. Salí de la casa y regresé a Tokyo. Fui al café donde Atsushi dijo que lo viera y sentí miedo cuando lo vi, miedo y alivio. Mis ojos se llenaron de lágrimas y fue corriendo a abrazarme. Me tranquilizó luego de un rato pero, ese abrazo. su cuerpo, era tan suave. suave, cálido y cómodo. su cabello olía a champú y desprendía un olor a Tranquilidad y amor. Luego de que me abrazara fuimos a caminar mientras que contábamos de nuestra vida. Entramos a un callejón algo solitario mientras que caminábamos y me contaba de sus experiencias con lo paranormal, habían unos chicos sentados en el suelo en ese callejón y cuando pasamos frente a ellos se pararon frente a nosotros sin dejarnos salir. Se podría decir que nos rodearon. -Te puedes quitar? haces estorbo.- le dije al chico mientras que lo miraba como si nada esperando que se quitara. -no.- me dijo golpeando a Atsushi en la frente. -ustedes entraron a nuestro callejón, ahora sufrirán las consecuencias- nos dijo soltando una risa y quitándose su cinturón -Si, si claro muy gracioso. Te digo algo? Tu vas a sufrir las consecuencias si nos tocas un solo pelo y si no te quitas pedazo de estorbo.- le dije apretando la mano. -no pienso quitarme, ustedes entraron aquí, ahora las pagarán.- me dijo abriendo su pantalón y tomándome de la cabeza. -Qué? Crees que te voy a chupar esa mierda? Por favor. Primero, no soy tu esclavo. Segundo, no pienso hacerlo y si me obligas adelante, te la chupo, te muerdo y te arranco esa mierda de tu cuerpo y luego tu cabeza. ya te lo dije. Métete conmigo y las vas a pagar caro. Intenta que te chupe esa mierda y te arranco los huevos- le dije viéndolo a los ojos -Kyran....- me dijo Atsushi algo asustado viendo como me miraba el chico. -quédense con el- les dijo a los otros chicos mientras que lo golpeaban en la cabeza dejándolo inconsciente y llevándoselo. intenté ir tras el pero el tipo se me ponía en frente cada que lo intentaba, era algo molesto la verdad. -no no no no no.... tu no te irás de aquí sin hacer lo que te pido- me dijo acariciando mi cabello -Si... claro... te chuparé esa mierda y dejaré que me trates como tu esclavo sexual. Eso ni en lo más profundo del infierno va a pasar.- le dije viéndolo seriamente. -hazlo.- me dijo tratando de empujarme hacia el -no.- le dije con un tono de voz frío. -no te pregunté si quieres mocoso.- me dijo metiendo su asqueroso pene en mi boca. -te lo dije idiota.- le dije sacando mis colmillos y arrancándole esa mierda de su cuerpo. -Esto querías no?- le dije cortando le los huevos con mis carras y tirándolo al suelo. -Bien.. anda.. si.. así... anda chupalo... si.. te gusta no?- le dije metiendo su propio pene en su boca hasta hundirlo en su garganta.- No... no lo vomites.- le dije metiendo lo todo hasta que pasaba por su garganta y su cara se ponía morada. Los ojos le lloraban y lo saqué. -Hay viejo.. esto te pasa por meterte con un demonio.- le dije viéndolo con mis ojos de demonio y cortando le el cuello. Le enterrarte una de mis garras y le corté el cuello dejándolo muerto en el suelo. -Atsushi!- dije corriendo hacia el. Los chicos tomaron un batt y me golpearon con el regresando me hasta donde estaba el cadáver del otro chico. Le arranqué la cabeza y se la tiré a otro chico. Tenían a Atsushi con el pantalón abajo y la cara sangrando. -ya me tienen harto hijos de la chingada.- les dije saliendo de control y sacando mi cola y mis garras. -Oh mierda..! Corre!- dijo el otro mientras que intentaba correr. Le atravesé mi cola en el cuello y al otro me le tiré encima. Empecé a cortar su pecho con mis garras sin parar hasta dejar al descubierto sus órganos. Le enterré mis garras en todos y cada uno de sus órganos mientras vivía asegurándome de que sufriera. En cambio al otro, ya estaba muerto. Pero quedaba uno, que estaba haciendo con Atsushi lo que se le daba la gana. Lo tenía recostado en el suelo con las piernas abiertas, lamiendo su cuello y quitando le la camisa. -N-no....- dijo Atsushi despertando y tratando de alejarlo -déjame...- le dijo mientras que intentaba escapar de el -tranquilo niño. esto te va a gustar.. es solo un abrazo..- le dijo mientras que tocaba su entrepierna y se quitaba la camisa. -No... Déjame..! déjame ya..!- le dijo casi llorando. Empecé a caminar hacia el y le patee la cabeza desprendiéndola de su cuerpo. Voló como una pelota pateada por alguien. En cambio su cuerpo, lo tomé y lo arrojé con el resto. Atsushi tenía los ojos cubiertos y la cara manchada de sangre y lágrimas. Me metí entre sus piernas y lo abracé. -Anda.. sube..- le dije dándome la vuelta dejando que subiera a mi espalda. -Sube rápido..- le dije moviendo la cola. como no lo hacía pues lo levanté con mi cola y lo cargué. -Sujetate...- le dije hasta que me abrazó con fuerza. Me agaché un poco y cerré los ojos buscando una laguna donde poder limpiarlo. Obviamente en la ciudad no iba a haber. Respiré hondo y empecé a correr. Atsushi me abrazaba con más fuerza por el miedo y la velocidad a la que iba. Salté sobre un árbol y luego al tejado de una casa. Y fui corriendo y saltando entre los techos de las casas hasta llegar al jardín de la mía. -listo.. ya puedes soltarme..- le dije volteando a verlo. Estaba llorando asustado. -oye..- le dije bajándolo. -Atsushi..- le dije levantando su cara -tranquilo..- le dije limpiando sus lágrimas. -Espera aquí.. ya vuelvo.- le dije corriendo por una toalla. Tomé una toalla y un poco de agua. Regresé y le quité la camisa. -tranquilo.. no te haré nada..- le dije tomando un trapo y majándolo. lo exprimí un poco y comencé a limpiarle la sangre. Dejó de llorar y me vio algo confundido -por qué.. por qué me ayudas...?- me dijo viendo mis orejas sobre mi cabello, mis garras y mi cola -eres.... eres un...- me dijo algo asustado. -si.. no soy como tu- le dije dejando caer la toalla. -Soy un demonio..- le dije viendo al suelo esperando el golpe en la cara. -Tu.. los mataste..- me dijo sin poder creerlo -si....- le dij viéndolo -y a mi no....- me dijo aún más confundido -por qué...?- me preguntó llorando -Porque.... tu me ayudaste antes. Somos amigos y no te dejaré solo.- le dije tomando el trapo y limpiando su pecho. -Además... un acto de bondad siempre provoca otro- le dije secando su pecho y lavando su camisa.

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La vida de un demonio
AléatoireLuego de que su familia estuviera en el borde de la desesperación, por la falta de recursos y de dinero. Desesperados empiezan a buscar una solución, y su padre encuentra una pero no es del todo agradable. Puede salvarlos de la quiebra y de esta cri...