-Así que te gusta Atsushi eh?- me dijo soltando un suspiro y viéndome -olvídalo. esta está bien- le dije quitándome la camisa y abriendo el pantalón para quitármelo -No intentes evitar esta conversación, hablamos en casa.- me dijo cerrando la puerta para que pudiera cambiarme en paz. -lo siento....- le dije quitándome el pantalón y poniéndome mi ropa. Luego de que la pagara regresamos a casa y tuve esa conversación con mi padre. -Osea que es por eso que me preguntaste lo de si un demonio podría ser amigo de un humano?- me preguntó sonriéndome .ya veo..- me dijo luego de que le explicara todo. Esperaba que me gritara que era una decepción, que me odiaba y que no quería volver a verme. -Perdón.. se que no soy el hijo que tu quisiste que fuera pero... no puedo evitar sentir eso por Atsushi... se que no soy el hijo que tu querías, lo siento, en verdad..- le dije dejando caer una lágrima y sintiendo como me jalaba hacia el. -Quien dice que no eres el hijo que yo quise?- me dijo abrazándome -Seas gay, bisexual, heterosexual o asexual, eres y seguirás siendo mi hijo- me dijo mientras que lloraba -aunque no seas realmente mi hijo, tienes mi sangre. Te críe por quince años y te amé, nada lo cambiará, y sea cual sea la sedición que decidas tomar a cerca de tu vida, te apoyaré en todo Kyran- me dijo haciéndome sentir bien. No era realmente mi padre, pero era el mejor. Lo abracé y tomé la pintura blanca mientras que subía a mi habitación con la ropa. Tomé el pincel manchado de pintura y pinté los botones de blanco. esperé a que secara y fui a darme un baño. Cuando salí me puse mi pijama y guardé mi ropa. Me metí a la cama y me quedé dormido. Al día siguiente me levanté y fui a ducharme. Lavé mi cabello y orejas dos veces y me eché acondicionador para que quedara suave. Cuando salí me paré frente al espejo tratando de peinarme. llevaba media hora en eso y me desesperé. me dejé el cabello así como estaba y me puse mi ropa, tomé un par de cadenas y las puse en mi pantalón colgando mientras que tomaba un par de pulseras y un collar negro con púas y me lo puse. Tomé el pinta uñas que tenía guardado en mi gaveta y me pinté las uñas de negro mientras que escuchaba el tono de llamada de mi teléfono. Lo tomé y era Atsushi. -hola..- le dije mientras que me pintaba la uña de en medio. -ya casi estas listo?- me preguntó mientras que salía de su habitación. -No... cuando termine te veo allá- le dije mientras que miraba por la ventana. -está bien.. nos vemos.- me dijo mientras que se subía al auto de su madre y iban a la academia. -Kyran..! Ya casi estás!?- me preguntó mi padre mientras que intentaba pintarme las uñas lo más rápido posible sin pintarme los dedos -NO! AYUDA..!- le dije mientras que subía y me ayudaba a pintarme las uñas de la mano derecha. -listo. estira las manos- me dijo mientras que me veía -esto puede que duela un poco..- me dijo mientras que su mano prendía fuego y me quemaba mi mano. No era un fuego normal, era uno negro con morado, y no dolió cuando tocó mi piel. La pintura estaba ceca y fui a peinarme. Peiné mi cabello para ambos lados y solté un suspiro. -listo..- le dije a mi padre mientras salía de mi habitación. -Bien, vamos.- me dijo saliendo mientras que yo salía con el. Cuando salí algo me decía que llevara los cuchillos. Me di la vuelta, regresé y tome todos mis cuchillos para lanzar, tenía tres ocultos en el pecho, tres en la espalda, dos en los tobillos y un par de kunais ocultos entre mi pantalón. -Lo siento.. tenía que hacer algo.- le dije subiéndome al auto. Había algo de tráfico y no dejaba de pensar que pensaría Atsushi de mi. -En qué piensas?- me pregunté mi padre mientras me veía en el tráfico -tu crees que Atsushi deje de hablarme por esto?- le pregunté viendo mi ropa -no creo. Si aceptó que fueras un demonio, por qué no aceptaría esto?- me dijo mientras que el tráfico paraba. Una hora después llegamos a la academia. Me bajé del auto y empecé a caminar a la entrada mientras me despedía de mi padre. Entré y empecé a caminar al salón -mírenlo. Que asco- dijo la chica que me había dado el anillo viendo que lo cargaba puesto. respiré profundo y llegué al salón. Fue un poco incomodo ya que todos estaban vestidos de gala, algunos llegaron con jeans, y yo, de negro. Cuando llegué Atsushi me vio y no podía moverse. no dejaba de verme mientras que sonreía y se acercaba a mi. -Am... te... te gusta..?- le pregunté mientras que veía su boca -Si....- me dijo tomando mi mano y llevándome a la pista para bailar con el. -Oye yo...le dije mientras que empezaba a moverse -yo no se bailar.....- le dije algo sonrojado mientras que tomaba mi mano y la pegaba a su cintura. -bien, pon una mano aquí, la otra aquí, y haz esto...- me dijo mientras que empezábamos a bailar igual que todos. Luego de un buen rato bailando fui a sentarme algo cansado. -Quieres algo de beber..?- me preguntó Atsushi mientras que me veía -vale- le dije mientras que caminaba por un par de bebidas. Izumi se sentó a mi lado molesta, con un vestido negro y una flor de loto en el cabello. -te ves linda..- le dije sonriéndose -No cambies de tema. - me dijo molesta mientras que miraba mi mano -Por qué cargas ese anillo!?- me dijo tomando mi mano y intentando quitármelo -No puedo quitármelo, tu misma lo dijiste. Pero si puedes quitármelo es todo tuyo- le dije viendo como casi me arrancaba el dedo. se rindió y me tomó del cuello -Atsushi, es mío.- me dijo viéndome con una mirada retadora -tsk, ya quisieras perra.- le dije mientras que Atsushi no regresaba. -Bien! Me voy.- me dijo mientras que se iba. Minutos después Me di cuenta de que Atsushi empezaba a tardar y caminé a donde estaban dando las bebidas y no estaba. Fui hacia allá y les pregunté si lo habían visto -si.. se lo llevó...- me dijeron mientras que se escuchaba un disparo al aire y todos empezaron a gritar. -carajo- dije sacando dos cuchillos y parándome sobre algo. Bajé la mirada y era un collar que el cargaba.
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La vida de un demonio
AcakLuego de que su familia estuviera en el borde de la desesperación, por la falta de recursos y de dinero. Desesperados empiezan a buscar una solución, y su padre encuentra una pero no es del todo agradable. Puede salvarlos de la quiebra y de esta cri...