18.- Reunidos para la batalla.

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Varias chispas de luz salían por las ventanas rotas de varias casas, apartamentos y edificios en mal estado del centro y sur de la ciudad

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Varias chispas de luz salían por las ventanas rotas de varias casas, apartamentos y edificios en mal estado del centro y sur de la ciudad. De fondo se podía escuchar la melodía de una orquesta, aquella suave y profunda melodía que posea aquel clásico estilo musical de los años 50.

Un joven de aproximadamente 17 años se encontraba de rodillas en la sala de su casa, viendo como su madre se convertía en chispas de luz, y estas mismas salían por la ventana ascendiendo hasta el cielo; en medio del llanto, no le toco más que abrazar a su padre, quien segundos después también comenzó a convertirse en chispas, siguiendo el rastro de las de su esposa. El joven estaba solo ahora.

Por otra parte, una madre abrazaba fuertemente a su hijo, llorando desconsoladamente sintiendo como poco a poco sus manos dejaban de abrazar algo, hasta abrazarse a sí misma; al abrir sus ojos vio cómo su hijo ya se había vuelto chispas y se dirigía hasta el cielo; después de eso vio por la ventana de la sala de su casa como una persona estaba montada encima de un caballo de color verde oscuro sujetando una guadaña, usaba una túnica del mismo color que el caballo pero desgastada. Ella no tuvo más opción que gritar frente al Jinete de la muerte. Él bajó de su caballo para entrar a la casa; un grito más fuerte y desgarrador sonó, hasta que todo se redujo a un completo silencio.

La ciudad fue inundada de aquellas chispas, más de la mitad de la población humana de Danfield, había sido raptada por las fuerzas divinas. Los demonios habían tomado la ciudad; los sobrenaturales que seguían a Azazel también habían tomado ciertas zonas, como el éste y el oeste, el centro era territorio de los jinetes, y el sur apenas estaba siendo invadido.

Gareth junto con Josh y Verrier habían logrado limpiar una calle del sur; refiriéndose a "limpiar" con: aniquilación de demonios.

— Así que... ¿Ahora eres bueno? —preguntó Gareth a Verrier.

Verrier pateó el pecho de un demonio logrando hacer que este se entierre en el suelo.
— Se podría decir que sí.

— No me convence, pero si los demás confían en ti... supongo que te creo.

— Créeme, no les haría daño.

— Deja de ser tan estricto y solo acéptalo —dijo Josh.

Gareth soltó una ligera risíta.
— No soy estricto, solo jugaba —le sonrió a Verrier—. Bienvenido a la manada.

— ¿Manada? —preguntó el demonio.

— Así nos dice —comentó Josh—, cree que somos animales.

Gareth volvió a reír tomando su teléfono para enviar un mensaje a Lucifer. "Despejado" fue lo que escribió.

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Los ventanales habían sido reparados, en la sala la música era más fuerte, era Lucifer quien escuchaba aquella música de los 50s similar al jazz pero con orquesta, estando frente a su ventanal, sosteniendo una copa con Whisky mientras miraba hacia el norte, apreciando aquel enorme cráter que Azazel había provocado.

Danfield Ville 5: Apocalipsis ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora