Stop The Bleeding - Camren [Traducción]

34- Vamos a amarnos allá afuera

El ruido de los truenos del lado afuera hacían que Camila se estremeciese en su cama. Creía una gran mala suerte aquella tormenta en su última noche en casa de los padres de Lauren. No le costaba nada al tiempo esperar sólo un día más.

Sus ojos se mantenían fuertemente cerrados y el estremecimiento de su cuerpo balanceaba la cama, cada vez que un nuevo trueno explotaba más cerca de lo que su cordura podía soportar. Odiaba las tormentas eléctricas.

Estaba tan concentrada en su miedo que no se dio cuenta cuando la puerta fue abierta. Cuando una mano tocó su hombro, sintió que su corazón se desmoronaba en nerviosismo. El grito quedó atrapado en su garganta, pues manos ágiles mantuvieron sus labios sellados.

Escuchaba palabras, pero parecían desconectadas en su cerebro. El miedo hacía que no pudiera concentrarse en otra cosa. Cuando un suave beso fue dejado en su frente finalmente se permitió abrir los ojos.

"Era Lauren"

Su felicidad al ver la expresión ligeramente asustada de su novia, fue tal que pronto la agarró por el cuello con fuerza. Tal vez lloraba de alegría.

- ¡Lo!

- Camz, ¿Me estás escuchando?

Camila sacudió la cabeza en su cuello. Esto hizo que Lauren se calmara, soltando la respiración normalmente otra vez.

Sabía del miedo de su novia. Cuando Hades saltó sobre su cara para despertarla, lo primero que hizo al darse cuenta de la tormenta fue asegurarse de que la chica estaba bien. Encontrar a Camila totalmente asustada y encogida, hizo que su corazón disminuyera en el pecho.

Su preocupación aumentó cuando la cubana no respondió sus llamados. Apenas reaccionó al toque del hombro, pero pareciendo quedar más aterrorizada aún.

- Está bien, está bien. Estoy aquí.

El apretón de Camila llegaba a ser un tanto sofocante, pero no se atrevería a quejarme. Ella podía romper sus costillas si eso hacía que dejara de temblar. Se preguntaba qué hacer para ayudar.

Una sonrisa apareció en sus labios al darse cuenta que Hades estaba allí, presionando las patitas en Camila como si intentara ayudar también.

- La última vez no te asustaste tanto, cariño.

Camila ya podía respirar mejor, Lauren en todo momento hacía ruidos tranquilizantes en su oído. Las manos de la chica se perdían en los cabellos marrones en un cariñoso abrazo.

- Sería más feliz si me contestaras.

Lauren no quería presionar, pero el silencio, tan raro en Camila, ya empezaba a asustar.

- Estoy bien.

Oyó en un susurro. Incluso poco, hizo que una sonrisa se dibujara en sus labios. Intentó apartarse un poco para mirar a lsunovia a los ojos, pero ella sólo apretó sus brazos a su alrededor.

- No me sueltes.

Murmuró en su oído. Lauren se rió un poco del tono malhumorado, con toda seguridad no pretendía soltar a Camila.

- ¿Por qué no me llamaste?

- Estamos en casa de tus padres, Lauren, no quería correr a tu habitación.

- Eso no es una explicación convincente, siempre que me necesites quiero que me llames. No importa la situación, siempre estaré aquí para ti.

Camila asintio.

- Casi me matas del corazón cuando me tocaste el hombro.

Lauren se encogió de hombros un poco culpable.