✞︎Histørias de terror✞︎

3:33 am

Casi el 80% de los fenómenos paranormales ocurren alrededor de las 03:00 de la madrugada, más específicamente a las 03:33 am.

Algunos describen súbitos despertares sin motivo aparente, la sensación de ser observado por algo o alguien a los pies de la cama, ruidos extraños en la casa; otros detallan los horrorosos síntomas de la parálisis del sueño, y todos ellos sitúan esos eventos a las 03:00 de la madrugada, lapso conocido como la "hora del diablo" o "la hora del tiempo muerto".

Las leyendas urbanas explican esta hora maldita como reverso de la hora sagrada del fallecimiento de Cristo, según los mitos bíblicos, alrededor de las 15:00. En este sentido, las 3 de la madrugada daría inicio a la ancestral burla de demonios y otras criaturas despechadas del infierno.

Los parapsicólogos, en cambio, sostienen que a las 03:33 de la madrugada ocurre una especie de entrelazamiento de planos, donde el mundo de los vivos, nuestra realidad, y los planos astrales bajos se funden entre sí, facilitando el contacto distintas entidades no humanas, entre ellas, las larvas, gusanos y parásitos del bajo astral.

Esta hora, según las estadísticas, también coincide con la mayor tasa de muerte entre enfermos terminales y personas ancianas; sin embargo, no se han establecido indicios claros sobre la relación entre las 3 de la madrugada y el momento de mayor vulnerabilidad del sistema inmunológico.

Las personas que sí han reportado eventos inusuales a las 03:33 de la madrugada, es decir, aquellos que los recuerdan a la mañana siguiente, conjeturan con la posibilidad de que ese número sea en realidad un patrón que se repite en la vida cotidiana, coincidiendo con la teoría conspirativa del número 33.

Desde siempre se ha creído que la medianoche era el momento de mayor actividad entre los espíritus y demonios, no en vano las brujas organizaban sus bailes a esa hora.

Sin embargo, los investigadores paranormales afirman que esto no es así.

Los espíritus están activos durante todo el día y a toda hora. Somos nosotros quienes nos tornamos más "perceptivos" durante la madrugada; siendo las 03:33 am el momento en el que nuestro inconsciente se adueña por completo de nuestros sentidos y donde tampoco es inusual que se produzcan fenómenos oníricos como los sueños lúcidos, sueños compartidos, sueños telepáticos y experiencias extracorporales.

No es que la actividad paranormal ocurra con mayor frecuencia a la madrugada, pero solo a esa hora reunimos las condiciones psíquicas y físicas necesarias para percibirlas.

En esas horas nuestra percepción se vacía de estímulos innecesarios: nuestros oídos se agudizan, o mejor dicho, detectan con mayor precisión los sonidos de baja frecuencia cuando no están contaminados por ruidos ambientales invasivos; y nuestros ojos, ya sin la distracción de luces naturales o artificiales, registran la oscuridad con un grado de agudeza que, si bien resulta pobre comparada con la de otras especies, es lo suficientemente eficaz como para percibir aquello que durante el día nos resulta imperceptible.

Ahora bien, ¿qué ocurre exactamente a las 03:33 de la madrugada?

Los fenómenos paranormales registrados son muchos. Sin embargo, la mayoría sostiene haber sentido presencias mientras duermen, sensación que es acompañada por un súbito brote de horror. Otros afirman haber sentido cierto aliento frío y fétido sobre el rostro, como si algo o alguien estuviese respirándoles encima. A esto normalmente le sigue una incómoda sensación de opresión en el pecho, escalofríos, temblores inexplicables, y en ciertos casos la visión de seres difusos de observándolos a los pies de la cama.

Estas entidades no suelen ser recordadas durante la vigilia, al menos no como visiones reales, sino más bien como personajes de sueños recurrentes.

La ciencia no es ajena a los extraños fenómenos que ocurren a las 03:33 de la madrugada. Pero hablar de "imaginación" es una forma absurda de simplificar los complejos mecanismos atávicos que aún nos gobiernan.

El miedo a la oscuridad es, en definitiva, EL miedo.

Tal vez por eso en la hora más oscura, cuando estamos más vulnerables, envueltos en dulces sueños o agitados por tenebrosas pesadillas, nuestros sentidos se agudizan al extremo, casi como un instinto evolutivo que resiste a volverse obsoleto.

Resulta extraño, cuanto menos, que una persona que duerme plácidamente a las 03:00 am esté en realidad en guardia contra la oscuridad.