✞︎Histørias de terror✞︎

Adicción al miedo

Todavía extraño a Will, mi mejor amigo. Vivía cerca de mi casa e íbamos juntos al colegio, lo hacíamos todo juntos, pero lo que no compartíamos era la parte que nos terminó separando.

Will siempre se interesó en lo oculto y entre más crecía, conocía a más gente con sus gustos, hasta que una vez fue a una reunión con unos amigos, luego a otra, luego a otra y así hasta que se terminó olvidando de mí, lo extraño pero no puedo evitar estar enojado con él, de no haberme abandonado, nada de esto hubiese pasado, pero tengo la certeza de que al menos, en sus últimos momentos de vida, se acordó de mi y eso me hace enojar aun más, justo en ese momento se tuvo que acordar de mi.

Hizo varias excursiones con ese grupo a casas supuestamente embrujadas, les gustaba todo lo relacionado con el miedo, pero entre más sentían miedo, querían más y más, como si fuese una droga. Will era mi amigo y no quería perderlo, así que traté de entrar en su círculo, él se burló de mí diciéndome que no iba a durar mucho. Empezó a contarme historias de terror, después comenzó con las imágenes (me dijo que ese era el método habitual), para después empezar con los videos.

En una de sus excursiones encontraron lo que buscaban, pero al parecer no les gustó para nada. Will rápidamente se alejó del grupo en la última excursión y me pidió que no vuelva a hablarle sobre ellos. Eliminó todo su material tétrico y el mío, dijo que tenía que empezar desde 0, esto me molestó pero no tanto porque Will volvía a estar conmigo, hasta que empezó a volverse paranoico diciéndome que no quería mirar por las ventanas, quería todas las ventanas cerradas durante la noche y no quería salir bajo ningún motivo, la oscuridad lo volvía loco.

Poco a poco esto se volvía enfermizo, varias veces se orinó en su cama para no tener que pasar por la ventana que está entre su habitación y su baño. Ahora Will ya no está, no sé qué paso de él pero tengo mis teorías, algo lo perseguía, trató de hablarme sobre ello pero las lágrimas y el miedo lo vencieron, prometió contármelo otro día. Luego desapareció, lo último que supe de él fue que me dejó un sobre cerrado en mi buzón, dentro de él un CD, dentro del CD varias carpetas (523 según el conteo de la computadora) pero sólo un archivo, tuve que abrir cada carpeta hasta encontrar ese archivo, era una imagen y yo sabía que era la imagen de lo que lo estaba persiguiendo. Nunca la publiqué hasta ahora, solamente lo hago porque estoy harto de verlo en cada ventana que cruzo.