Yo no fui

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Yo no fui

Aproximadamente hace unas 3 semanas, me despertaba bruscamente en medio de la noche a causa de una sensación extraña, esa sensación de que alguien o algo te observa, a causa de esto me despertaba todas las noches, mi reacción eran siempre sobresaltos y unos extraños escalofríos que recorría todo mi cuerpo.

Por más de 2 semanas de estarme despertando en la madrugada no veía más que la profunda oscuridad de mi cuarto, y así me la pasé horas de desvelo tratando de conciliar el sueño, pero siempre que me quedaba profundamente dormido, la misma sensación de que me observaban regresaba a los pocos minutos y me arrebataba el sueño que tanto me costaba conciliar; Hasta que una noche cuando me desperté no me sobresalté, sino abrí mis ojos lentamente hasta que por fin lo vi, era el rostro de un ser humanoide con unos grandes y penetrantes ojos verdes fosforescente, de piel grisácea y grotesca, con una boca muy grande con dientes enormes como los de un sabueso que formaban una mueca muy rara, tenía pequeños y negruzcos pelos alrededor de su cara y parte de su cuerpo, también contaba con unas enormes manos esqueléticas como si fueran garras que se recargan sobre mi ventana, fue solo unos 2 o 3 segundos lo que lo vi antes de que se alejara de mi ventana y se agachara y se perdiera de completamente de mi vista.

No pude ni moverme en varios segundos, pero cuando lo hice me acerqué a mi ventana lentamente con el afán de verlo una vez más, pero antes de llegar a mi ventana un temor me invadió y le grité a mis padres, los cuales acudieron a mi llamado, y cuándo les conté lo que había visto, solo se vieron entre si, mi papá se asomó por la ventana verificando que no había nada, después terminó dándome un sermón sobre los videojuegos y los cómics, a los cuales yo no era muy apasionado, y regañándose de que desperté a mi hermano menor, claro que a mis 17 años mis padres no me hicieron tanto caso como yo quería, pero a hora creo que nadie me haría caso realmente, ¿Quién creería una cosa así?.

Después de lo que había visto no pude dormir en varias noches, cada ruido o sombra me alteraban bruscamente y me mantenía en alerta toda la noche, solo pensar que ese ser fuera a aparecerse de nuevo me aterraba tanto que sentía como mi cuerpo temblaba y sudaba con el solo hecho de ver la ventana, pero fue hasta que ayer en la tarde noche que después de mucho trabajó en la escuela y los estudios para mis exámenes finales, además del intenso calor que hacía, que me quedé profundamente dormido.

Fue un ruido el que me despertó, pero no un ruido como el de las noches pasadas, fue sin duda una especie de pisadas como pies descalzos en un suelo de mosaico, unas pisadas tan fuertes que me despertaron, y cuando fui abriendo mis ojos las pisadas estaban acompañadas de una especie de respiración forzada, como la que hacen los perros cuando tienen moquillo. Cuando me incorporé y deslicé un poco las sabanas que me cubrían la cabeza, pude verlo de nuevo, era el mismo ser que yo había visto asomándose por mi ventana, pero esta vez estaba saliendo de mi cuarto por la ventana, cosa que me causó un horror que no puedo describir ni siquiera en palabras.

Medía un poco más de 2 metros y se veía espantoso, horrendo, ante la poca luz que entraba a mi cuarto por mi ventana del poste de luz de la calle pude ver lo delgado y mórbido, era abismal lo que estaba frente a mí, quise gritar, pero no pude me quedé anonadado y no pude hacer más que verlo salir en un completo silencio y temblando de pánico que sentía solo con verlo.

En cuanto se marchó, me quedé sin palabras solo reaccioné cuando sentí como unas lágrimas se deslizaban en mi rostro, me paré lentamente y cuando llegué a unos centímetros de mi puerta sentí una humedad en mis pies descalzos que casi hacen que me resbalara y cayera de espalda, al prender la luz mi sorpresa fue aterradora cuando vi un ligero charco de sangre que se metía por debajo de la puerta, llamé a mis padres, pero no tuve respuesta alguna, al abrirla di un grito al ver un charco ligeramente más grande que recorría todo en el pasillo y al final de este charco se encontraba mi madre, me acerqué muy lentamente hacia ella temblando y con mis ojos empapados en lágrimas y al llegar hasta donde se encontraba su cuerpo di un grito tan fuerte y profundo que sentí que retuvo en cada rincón de mi casa, pues mi madre ya no era nada de lo que recordaba, su mandíbula junto con su garganta y pecho ya no se encontraban, solo era un cascarón vacío, y alrededor de ella se encontraba un enorme charco de sangre con muchos de sus órganos regados por todas partes incluso del techo caía grandes gotas de sangre, con lágrimas en mis ojos corrí hasta su habitación solo para encontrar a mi padre muerto recargado en una esquina del cuarto, el cuál estaba matizado de rojo, el cuerpo de mi padre se encontraba con el abdomen destrozado y sus intestinos se encontraban en sus pies, su rostro parecía haber sido arañado pues sus ojos salían de sus cuencas y la piel de la cara le colgaba, además le faltaba el brazo derecho.

Al ver tal cosa sentí un mareo muy grande que casi me desmayo, pero lo único que pude hacer fue correr con mi rostro envueltos en lágrimas y casi sofocado por el nudo que tenía en mi garganta, resbalé en el pasillo con la sangre de mamá y al pararme toda mi ropa estaba cubierta de su sangre. Por mi mente solo pasó una pregunta, ¿Cómo es que no escuché nada de lo que pasó?

Seguí corriendo hasta que llegué al cuarto de mi hermanito de 5 años y al abrir la puerta encontré solo una plasta rojiza y rosada en su pequeña cama con uno que otro hueso saliendo de ésta y vi su pequeña cabeza de mi hermanito que ya hacía alado de su cama, yo solo grité y me alejé de allí con dirección a al teléfono, pero en la sala había un completo desastre como si alguien estuviera buscando algo, no distinguí el teléfono por ningún lado, pero si vi el brazo de mi padre con lo que parecía ser un cuchillo muy grande alado de un par de tripas regadas por la sala entonces escuché un ruido que venía de mi cuarto, ¿Era la ventana? Pensé, pero no había olvidado cerrarla, eran unas enormes pisadas y un golpeteo muy fuerte, tomé el cuchillo, que me costó trabajo zafar de entre los dedos del brazo mutilado de mi padre, y me escondí en una pequeña alacena que más bien parecía bodega la cuál atoré con una escoba de madera y me quedé allí sollozando mientras abrazaba mis rodillas y pensando ¿Porque a mí no me había matado?, alcancé a escuchar un grito que parecía más un aullido como de un animal, un quejido que logró devastar la poca cordura que me quedaba.

No sé cómo me quedé dormido, pero unos enormes golpes en la puerta de la alacena donde me encontraba me despertaron, no supe que hacer creí que esa cosa me avía encontrado y me mataría, solo sostuve el cuchillo muy fuerte y empecé a llorar y a gritar ¡FUE MI CULPA YO TUVE LA CULPA!, de pronto, unos policías lograron abrir la alacena, por el miedo de los golpes casi hiero a uno y me sacaron de allí bruscamente, había una patrulla yo me encontré desconcertado sin saber que pasaba.

Yo sé que me encontraron manchado de sangre y con un cuchillo en las manos, que casi herí a un policía cuando me sacaron de la alacena y que toda la casa tiene mis huellas y pisadas con sangre, además de que grité que fue mi culpa, pero le juró señor juez que esa es toda la verdad, por favor no me mandé a prisión, no lo haga se lo imploro por Dios, le juro que ¡QUE YO NO FUI!….
¡FUE LO QUE SE ASOMABA POR MI VENTANA!.

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