Mi Dulce Y Feliz Vida

Capitulo 13.

08:00.

Recién eran las 8, pero se sentía tan cansada después de tanto cantar con sus amigos en el Karaoke después de la escuela,  solo quería irse a casa rápido, tanta combinación de bebidas azucaradas, caramelos y otros alimentos la hicieron sentir mareada, compraron bocadillos de mas asique tubo que llevarse algunos en su mochila.

Caminar por las ajetreadas calles de la ciudad no ayudaban en nada, todo estaba tan concurrido que la hacían sentirse asfixiada. De pronto, sin darse cuenta, termina en frente de la entrada de un gran parque, hacia mucho tiempo que nisiquiera pasaba por un parque, ni pensar en entrar a uno, prácticamente desde que era niña, cuando caminaban y jugaban todas juntas, ella, su hermana y su Madre... Su Madre.

Kana: (Es muy temprano, seguro no importara si solo paso por un rato...) – Sin pensarlo más, comienza a caminar atravez de aquellos frescos caminos de cemento rodeados de césped recién regados y diferentes tipos de enormes arboles, el sol ya casi se ponía por completo, aquella vista tan simple pero relajante, sin duda era lo que necesitaba para calmar sus mareos. Llego a la zona de juegos, totalmente vacia, se sentía muy nostálgica.

Kanna: (Mama....) – Recordar a su Madre era algo que siempre la entristecía, pero que al mismo tiempo la hacia muy feliz. Aquella época en que las 3 podían subirse a ese gran tobogán circular como un túnel para caer una sobre la otra llenas de alegría y risa... Como daría lo que sea por volver a sentir algo así... Sin darse cuenta comenzó a avanzar hasta las escaleras del tobogán, subiendo lentamente hasta llegar a la cima, antes de entrar al túnel y deslizarse, observa la como lentamente la luz del ocaso se esfumaba dando inicio a la noche – (No puedo creer que este haciendo esto.... Pero ¡Aquí voy!) 

Se sienta en el tobogán tratando de deslizarse, pero... No baja, siente como algo la bloqueaba. Siente un profundo quejido haciendo eco en el túnel, lo cual, la alarma ¿Un animal? ¿Un vagabundo? ¿Una escena del crimen? ¡Cualquier respuesta la alarmaba! Aun con miedo, enciende la linterna de su celular para averiguar que era... Vaya sorpresa al encostrarse a un joven algo mayor que ella durmiendo plácidamente en el interior abrazando con fuerza una extraña pila de papeles, como temiendo a que alguien se los quitara. Llevaba unos pantalones verdes oscuros de deporte, una chaqueta negra con una bufanda amarilla con unas botas algo cafés, su piel era blanca y su cabello era oscuro y largo, amarrado con una coleta alta, en su rostro habían algunas pecas dándole un toque infantil... Kanna nunca se considero una chica ingenua o enamoradiza, mucho menos una fácil, pero se le fue imposible en aquel momento negar, que el era muy apuesto, se veía tan tierno e indefenso, de esa manera... Pero aun asi, no podía dejar de pensar ¿De demonios hacia en ese tobogán? ¿Qué eran esos papeles? Sin esperar mas una respuesta extiendo su mano para tratar de tomar uno... Pero al rozar suavemente el brazo del chico con su mano, este despierta de golpe.

¿?: Ahhhh! – Grita aturdido al descender rápidamente por el tobogán, cayendo de costado y tirando todos sus papeles - ¡Ah! – Al recuperar la consciencia intrépidamente trata de recogerlos todos como temiendo a que algo les pasara.

Kanna: ¡¡L-Lo siento!! – Dice apenada y preocupada al ver su desesperación, baja con rapidez del tobogán y lo ayuda a recoger sus papeles con el brillo de su linterna.

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Paso un rato hasta que el chico finalmente se calma, ya con todos sus papeles de nuevo en sus manos el se sienta en una banca tratando de regular su respiración. Kanna aun apenada por la forma en que provoco tal reacción se le acerca lentamente, al estar frente a frente, se inclina ante el ligeramente.