Un chico tímido, inseguro y de baja autoestima ingresa en la academia mas popular de Japón, le cuesta hacer amigos el hecho de que entra en pánico cuando se trate de un gran grupo de gente y de vez en cuando se apoya en la pared con un aura depresiv...
Un domingo por la mañana miro el techo pensando que hacer, estoy completamente aburrida, mis padres no están, no tengo dinero para salir y no hay internet hasta mañana, tengo mis consolas con juegos originales en sus cajas pero no es lo mismo jugar sola, quiero una compañía para sacarme el pozo del aburrimiento, necesito a alguien que juegue conmigo hasta que mis padres lleguen, “necesito a Amajiki-kun” susurré sin evitar de sonrojarme, lo dije o lo pensé? Mi corazón acelera tan solo mencionarlo, mis mejillas se ruboriza cuando pienso en el y me pongo piel de gallina cuando lo veo, será amor? No, no creo que sea amor tiene que ser un desarrollo de la pubertad, si, tiene que ser eso.
Pov Tamaki
“Donde está?” me digo a mi mismo buscando desesperadamente mi suéter negro, tengo muchos suéteres pero siempre mantengo mis cosas organizadas en su lugar nunca dejo nada de fuera, lo última vez que la use fue ayer cuando fui arrastrado por Mirio a conocer la nueva vecina que resulto ser Hado, luego me la quite por que tenia tanto calor ¿Y si la deje en la casa de Hado? Tome mi teléfono le escribí a Hado sobre el paradero de mi suéter.
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Me pongo mis zapatos deportivos blancos, tomo las llaves de la casa y me voy rumbo a la de Hado donde mi suéter negro me espera.
Pov Nejire
Mentí, mis padres no están salieron hacer una diligencia que probablemente tardaría así que tengo la casa para mí sola, inventé que no estoy sola como excusa para que Amajiki viniera a visitarme y pase tiempo conmigo de lo contrario me aburro estando sola. Esperó en la sala con el teléfono en el sofá con el suéter en mis brazos, cuando lo dejó lo lave siguiendo las instrucciones de la etiqueta y al secarse lo planche no pensaba entregárselo sucio… los 5 minutos mas aburridos se convirtió en alivió al escuchar el timbre de la casa, deje el suéter y fui a la puerta encontrándome con Tamaki no pude sonrojarme, verlo con sus orejas puntiagudas, sus ojos amatista y su cuerpo de emo enciende un sentimiento oculto de mi corazón. El también se sonroja a verme bajo la cabeza del nerviosismo.
Nejire: gusta pasar? (El afirmó con la cabeza, lo invité dejándolo entrar en cuál entró si levantar la cabeza. Cerré la puerta sin decir nada) tu suéter esta en el sofá.
