¿Qué hago?
Diego seguía agarrándome fuerte, no podía con él, era muy fuerte.
Acercó su rostro al mío, podía sentir su respiración. Cuando sentí su mano sobre mi pierna, me obligó a hacer algo que no quería.
Alcé mi otra pierna lo más rápido posible y vi como cayó al suelo retorciéndose de dolor. Me asusté, no quería, no quería dejarlo ahí pero tuve que irme.
-¡No me vuelvas a tocar! Te di una oportunidad, creí que de verdad te habías arrepentido, pero veo que no.
Tomé mi mochila y salí corriendo de ahí. Sin querer empecé a llorar, y entré a mi auto que estaba en el estacionamiento. Me quedé ahí llorando, y sentí como tocaron la ventana y me sobresalté, al ver que era Less le abrí la puerta del copiloto.
-¿Qué te pasa Pri?.
-Tenías razón Less, yo no debí darle tanta confianza a Diego, y...
-¿Qué pasó? ¿Te hizo algo? - Le conté lo que pasó.
-Soy una tonta, si no le hubiese permitido acercarse a mi, no hubiese pasado ésto.
-No digas éso, creías que estaba arrepentido de verdad, además, siempre le dejaste claro las cosas.
-Reí - Escogiste mal la carrera, tu debiste ser psicóloga. -Hice una broma.
-No gracias, amo la medicina. Pero no te sientas mal, no está mal tener momentos en que te sientas triste o vulnerable, eres un ser humano, con sentimientos, no está mal expresarlos de vez en cuando.
-Tienes razón. Muchas gracias. -Le dije abrazándola.
-No hay de qué.
-¿Sabes? Cuando me iba a besar pensé en Efraín, recuerdo cuando nos íbamos a besar. Si le hubiese correspondido a Diego me sentiría muy mal, a pesar de que Efraín y yo no somos nada.
-Deberías dejar de pensar en chicos por ahora, el tiempo de Dios es perfecto, y todavía estás muy joven para estar estresandote tanto.
Less se ofreció a llevarme a casa pero le dije que estaba bien.
Cuando entré a casa vi a la esposa de mi hermano en la casa.
-¡Cuñada! -Gritamos al mismo tiempo mientras nos abrazábamos, entre nosotras no teníamos nombre, siempre nos decíamos "Cuñada". Nos pusimos al día con nuestras cosas, tenía mucho tiempo sin verla.
Subí a mi habitación y me senté en la cama, tomé mi teléfono. Me mordí el labio inferior, quería escribirle, podía escribirle, después de todo seguíamos siendo amigos ¿No?.
De: Priscilla♥
"Hola Efraín ¿Cómo estás? "
Me recosté y cuando menos esperé ya estaba casi dormida, ignorando aquel sonido en mi teléfono que indicaba que había recibido un mensaje.
ESTÁS LEYENDO
¿Esperas Por Mi?
Novela Juvenil-No quiero que te vayas. - Susurré mientras lo rodeaba con mis brazos. -Yo tampoco quiero irme, pero algún dia volveré, y volveré por ti. ¿Esperas por mi? -Acunó mi rostro entre sus manos. -Solo si tú me esperas a mi - Le dije mientras lo miraba a...