Epílogo

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Hoy es nuestro primer aniversario de novios, y yo tenía algo especial preparado para él, él siempre ha sido muy detallista conmigo, y hoy quería tener un lindo detalle con él, no es la gran cosa pero espero que le guste.

Hoy es viernes por lo que tuve que ir a la Universidad -Que por cierto en unas semanas terminaba- en cuanto acabaron las clases fui hacia mi auto para ir a casa ya que le dije a Efraín que pasaría por él a su casa.

Al llegar a mi casa me miré en el espejo, tenía un overoll negro con una camiseta blanca, pero no se preocupen, no iba a ir con ésta vestimenta. Después de darme un baño me arreglé el cabello, y ésta vez lo dejé lacio, me puse un vestido rojo con encaje arriba y en las mangas. Me maquillé y al estar lista tomé las llaves y salí de mi casa.

Toqué el claxon un par de veces y vi a Efraín salir, estaba muy apuesto, llevaba una camisa blanca y una corbata negra, y tenía el cabello recogido hacia atrás. Al entrar al auto me dio un beso en los labios y luego se incorporó en el asiento.

-Te ves muy apuesto.

-Tengo que estar al nivel de mi novia. -Me reí y luego empecé a conducir. Después de conducir unos minutos detuve el auto.

-No te preocupes -Le hablé a Efraín y le di una venda para que se cubra los ojos por lo que él me miró dudoso - No te asustes, sólo serán unos minutos.

-Amor, sabes que confío en ti pero no creo que sea prudente que me secuestres-Me reí- no estamos casados para estar tanto tiempo solos y menos en éstas condiciones.

-Mi amor, sólo serán cinco minutos, confía en mí, simplemente no quiero que veas el lugar hasta que lleguemos.

-Está bien. -Me aseguré que se pusiera bien la venda y conduje nuevamente.

-Mira, ya llegamos. Ya viste que conozco mis límites. -Me burlé de él a pesar de estar hablando en serio.

Lo ayudé a salir del auto ya que aún tenía la venda puesta.

Efraín

Priscilla me ayudó a salir del auto y me tomó del brazo para que no tropezara o chocara con algo.

Escuché como Priscilla le hablaba a alguien, era una mujer.

-Usted es Priscilla Montero ¿Cierto? -Supongo que Priscilla asintió ya que la mujer nos dejó pasar.

Después que caminamos un rato finalmente nos detuvimos.

-Listo mi amor, ya puedes ver. -Sentí como retiraba la venda de mis ojos.

Estábamos en un restaurante, al parecer Priscilla había reservado un lugar especial ya que sólo había una mesa para dos y tenía una vista al cielo dejando ver las estrellas, alrededor habían muchas luces, era un lugar muy hermoso.

-¿Te gusta?. -Ella me miró y se veía un poco nerviosa.

-Me encantó princesa, muchas gracias. -La abracé y besé su frente. Tomó mi mano y me haló hasta dónde estaba la mesa.

-Ven, siéntate. Ya van a traer la comida. -Había llegado un mesero con la comida y Priscilla me sonrió -Pedí que hicieran tu comida favorita, espero que te guste.

-Princesa, estoy muy agradecido, pero has hecho mucho, seguro gastaste mucho dinero, éste restaurante es muy costoso...

-Ella me interrumpió -No, no, nada de "Gastaste mucho " Tú también has gastado mucho por mí, y siempre eres muy detallista conmigo y quería hacer algo lindo por ti. -Tomé sus manos y me quedé viéndola.

-¿Por qué me miras así?. -Sonrió y pude ver que estaba sonrojada.

-Porque tengo una novia hermosa, y que amo mucho.

-Pues en ése caso, el amor es mutuo. Pero por favor ya comamos que tengo hambre y la comida se va a enfriar. -Y ésa era mi dulce novia, amante de la comida.

Entre charlas, risas y demás las horas iban pasando.

-Una última cosa.

-¿Otra sorpresa?. -Enarqué una ceja.

-Así es. Cierra los ojos  -Hice lo que ella me pidió y sentí como se puso se pie y se acercó a mí- Ahora abre la boca- Cuando lo hice sentí algo dulce en mi boca- ¿Sabes qué es?- Sonreí.

-Sí, son como los bombones que te regalé cuando te pedí que seas mi novia.

-Exacto, que también son tus favoritos.

Me puse de pie para acercarme a ella.

-Muchas gracias por todo -Le di un pequeño beso en los labios -Pero ahora te toca a ti cerrar los ojos.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, así que por favor cierra los ojos -Cuándo vi que cerró los ojos vi como Esteban y Less entraban despacio con el cartel que mandé a hacer. Me puse detrás de Priscilla y el cartel le quedaba al frente -Ya puedes abrir los ojos amor.

Cuando vio el cartel vi como dio un respingo y puso las manos sobre su cara a modo de sorpresa. Puse una rodilla en el piso y cuándo ella me vio así los ojos se le aguaron.

-Priscilla, ¿Me harías aún más feliz y... Te casas conmigo? -Repetí las palabras que decía el cartel. Asintió efusivamente y los ojos se le llenaron de lágrimas, puse el anillo en su dedo y me puse de pie, cuándo lo hice ella acercó mi rostro al suyo y me besó, después que separamos nuestros labios ella volvió a darme pequeños besos en la cara y nuevamente en los labios.

-¡Claro que me quiero casar contigo Efraín! -Le di un gran abrazo y luego vimos a Esteban y a Less acercarse a nosotros para abrazarnos.

-¡Felicidades chicos!.

-Me alegro mucho por ustedes. Cuñada, gracias por hacer a mi hermano tan feliz, a pesar de que me canse de tanto que habla de ti-Susurró ésto último pero pude escucharlo.

-Gracias a tu hermano por hacerme tan feliz. -Me rodeó con sus brazos cuándo me dijo ésto.

Pocos minutos después llegaron mis padres, los de Priscilla, su hermano, cuñada y sobrino.

-¡Felicidades a los dos!- Se acercó mi madre a abrazarnos y después la madre de Priscilla hizo lo mismo.

-Priscilla muchas felicidades. Estoy muy feliz por ustedes. -Le dijo Christina a Priscilla mientras que ella tomaba a su sobrino en brazos.

-Le pidieron matrimonio a tu tía pequeño. -Le habló haciendo una  extraña pero adorable voz al pequeño.

Me iba a casar con la mujer que amaba, y estaba súper feliz por eso. Ella será una gran esposa, y espero ser un buen esposo también. No veo la hora de unirnos para pasar el resto de nuestras vidas juntos.

¿Esperas Por Mi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora