¿Esperas Por Mi?

Mellizos necios

-¿Y...? - Preguntó Janet emocionada mientras esperábamos que el profesor entrara a clases.

-No, no ha pasado nada Janet. -Se quedó boquiabierta a lo que yo rodé los ojos.

-¿¡Ni un sólo beso!?- Gritó demasiado fuerte a lo que varios compañeros se quedaron mirándonos, incluyendo a Diego- Disculpa, pero es que no lo puedo creer -Parecía que iba a entrar en estado de shock- Tenían 6 años conociéndose y ¡Nada! Tenían 3 años que no se veían y ¡Nada! Realmente ustedes son extraños, si hubiese sido yo hace rato me lo hubiese comido a besos.

-Primero: Saca la imagen de tú cabeza de tú y Efraín besándose, por favor - Janet soltó una carcajada, como le gustaba molestarme- Y segundo: Sí, tenemos bastante tiempo conociéndonos, pero no somos novios, por más enamorada que esté de él y él de mí, no podemos estar besándonos así porque sí.

Janet iba a decir algo pero justo en ése momento el profesor entró al aula por lo que tuvimos que posponer nuestra conversación, aunque sinceramente esperaba que no siguiéramos hablando sobre éste tema.

***

Toqué un par de veces la puerta hasta que vi a la tía de Efraín y Esteban.

-¡Priscilla! Que gusto verte cariño, Dios te bendiga. -Me sonrió y luego me abrazó.

-Dios le bendiga más. Me alegra verla.

-¡Que distraída soy! Pasa cariño. -Se hizo a un lado para dejarme pasar.

-¿Dónde están los mellizos necios?.-Ambas reímos pero después Celeste -La tía de los mencionados - se puso seria.

-Ni lo digas, ésos dos por estar de necios les dio gripe por estar en la piscina a tardes horas de la noche, y como hombres al fin, exageran su "Enfermedad "- Dijo haciendo comillas - Pero están en la sala, pasa.

-Gracias- Entré a la sala y los vi a ambos con una manta y cada uno tenía la nariz roja. Reí bajito pero aún así se percataron de que estaba ahí.

-Hola Priscilla -Me saludó Esteban y Efraín se puso de pie para darme un abrazo- No lo abraces, va y te pega sus germenes.

-Gracias hermanito -Sonrió falsamente Efraín - Que gusto verte por aquí, vamos, siéntate.

-Les traje ésto- Les enseñé una bolsa en dónde traía los recipientes con sopa -Espero haberla hecho bien. -Hice una pequeña mueca.

-Hasta que se acuerdan de mí. Gracias Priscilla, ahora te quiero más. -Dijo Esteban limpiandose una lágrima falsa.

-Muchas gracias, no hacía falta.

-Tienes razón, no hacía falta, ¡Porque ustedes dos se buscaron su gripe! -Alcé la voz pero luego me calmé- Pero ya está hecho, así que ambos se tomarán su sopa como niños obedientes que son. -Les sonreí con mi mejor cara de "Dulzura ".

Mientras los chicos comían su sopa estábamos en el sofá, yo estaba en el medio y los hermanos a cada lado y veíamos una película. Poco después vimos a su tía entrar a la sala y quedarse boquiabierta, los tres la miramos asustados.

-Entonces ustedes se comen la sopa de Priscilla y la de su tía no. No es nada personal Priscilla, es que éstos dos no se comieron la que les hice yo. -Les gritó para luego irse.

-Lo que hace un hombre enamorado y uno hambriento. -Dijo Esteban.

Cuándo Efraín iba a decirle algo tocaron la puerta y Esteban fue a abrir por lo que Efraín y yo nos quedamos en el Sofá. Escuché unas voces conocidas y a Efraín parecía brillarle los ojos.

-Mis niños, los extrañé mucho. Mis príncipes están enfermitos. -Efraín se puso de pie para ir a abrazar a sus padres.

Sentía que debía irme, ésto era un momento familiar.

Cuándo me puse de pie y di unos cuántos pasos la señora Miller me vió.

-Priscilla, que bella estás- Fue hacia dónde mí y nos abrazamos, lo mismo que con el señor Miller -Cuánto tiempo sin verte.

-Lo mismo digo señora- Cruzamos unas cuántas palabras más  -Ya debo irme, fue un gusto verlos a ambos. -Sonreí tímidamente para encaminarme hasta la puerta.

Alguien me tomó de los hombros y me hizo girarme.

-¿Ya te vas princesa? Llegaste casi ahora. -Dijo Efraín mirándome a los ojos.

-Éste es un momento familiar, tus padres seguro están cansados por el viaje y probablemente se pongan al día. Además, nos podemos ver otro día -Le sonreí pero no quedó muy convencido- Si te sientes mejor nos podemos ver mañana, pero por ahora, ve a darle amor a tus padres -Me incliné un poco para darle un beso en la mejilla- Nos vemos.