CAPÍTULO 26

2.1K 149 35
                                    

Jueves 16 de julio, 12:12 P.M.

—Es una lástima que  no haya podido ayudarte — Frella aún guardaba sus últimas prendas en la maleta negra que colocó sobre el sofá.

Por su parte Cedric solo miraba las acciones de la mujer, pensando en lo odiosa e hipócrita que podía ser — No hay problema — respondió cortésmente — Decidí que ese tema se ha cerrado para siempre.

La mujer sonrió maliciosa, acercándose para tratar de tocar su rostro, pero solo recibió un desaire por parte del hombre — Me iré mañana temprano — se retiró con algo de molestia — ¿Qué harás ahora? Tu hija acaba de salir de vacaciones ¿Verdad?

—Si, estamos planeando salir — su celular sonó y al ver de quién se trataba sonrió tiernamente alejándose del lugar para responder.

“Sus ojos nunca te mirarán como la mira a ella, su cuerpo y alma le pertenecen a Ailén” al recordara aquellas palabras sintió un hueco en el estómago y un gran enojo recorrer su cuerpo «Si yo no pude tenerlo, tampoco tú» pensaba apretando la mandíbula al ver la sonrisa alegre que tenía Cedric al hablar por teléfono.

—Bien, las recojo en tu casa — dijo casi en un susurro tratando de que Frella no escuchará — Te amo.

—También te amo — respondió Ailén desde la otra línea.

Cedric finalizó la llamada y tomó sus pertenencias — Puedes tomarte todo el tiempo que necesites para empacar, volveré tarde.

—Bien, gracias — se quedó sola, mientras él salía con una sonrisa de oreja a oreja.

12:27 P.M.

Ailén y Elayne ya esperaban fuera del departamento, con ropa cómoda y comida.

—¿Es todo? — preguntó con tono de burla al ver la gran cantidad de cosas que llevaban para un solo día.

—Si — respondieron en conjunto.

Cedric se limitó a sonreír y subir las cosas al auto — Los demás estarán esperando en el acuario.

—¡Si! — el entusiasmo de la pequeña Blake se notaba a kilómetros, vestida con shorts blancos, blusa rosa y gorra del mismo color subió apresurada al auto — ¡Vamos! Nos esperan — apresuró a sus padres mientras estos subían sonrientes.

—He hablado con ella — dijo sin dejar de mirar el camino — Se irá mañana temprano — Ailén sonrió al saber que esa tétrica mujer ya no estaría más en sus vidas.

—Me alegro — respondió sosteniendo la mano de su novio. Había muchas cosas que aún quedaban pendientes por hacer y una de esas era la más importante.

—Hablaré con mi hermano y con Vannesa — aquella declaración la hizo girar rápidamente para verlo — Me dijo que todo estaba marchando bien y probablemente en un mes regresaban.

Ailén no sabía que decir, ella era la más interesada en que su relación ya no fuese un secreto para nadie, pero aún le preocupaba las reacciones de sus padres — ¿Estás seguro?

—¡Claro! —  habló llenó de confianza — Estoy listo para enfrentar las consecuencias de nuestra relación — acarició su mano — Así que en cuanto regresen hablaré con ellos. Ailén, será definitivo que mi hermano se enterará.

La chica suspiró nerviosa — Bien, ya es hora — sonrió intentando disimular su preocupación, pero estaba bien porque el hombre que más amaba estaba junto a ella y sin importar lo difícil que sea, juntos lograrían superar cualquier obstáculo y eso estaba claro.

Acuario de Nueva York, 12:44 P.M.

—¡Hola! — Elayne saludaba eufórica a todos los amigos de sus padres que ya esperaban fuera del lugar.

Volver Amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora