Sábado 11 de abril, 9:00 A. M.
-Te llevaré a tu departamento - Grey camino lento junto a Patrick - Debo viajar a Quebec, así que necesito prepararme.
-Si, no hay problema - respondió Patrick, con una sonrisa - ¿Dónde está tu hermano? - preguntó, mirando a su alrededor.
-¡Ese niño! - dijo con molestia. A lo lejos pudo encontrarlo, coqueteaba con un par de chicas jóvenes quienes le sonreían con agrado.
-Hoy estoy libre, así que puedo llamarlas - guiño el ojo al recibir el trozo de papel con el número de ambas.
-Sebastian - llamó a su hermano - Es hora de irnos.
-Grey, acaso no ves que estoy ocupado - respondió con molestia, rodando los ojos y torciendo los labios - Puedes irte primero.
-No - se acercó con una sonrisa amable - Lo siento señoritas, él viene conmigo y debemos irnos. Lamento las molestias - hablo con amabilidad haciendo que las chicas sonrieran entre sí.
Sebastian se despidió de su par de ligues y salió detrás de su hermano quien hablaba con Ailén sobre su viaje a Quebec.
-Te llevaré al departamento - dijo Grey, finalizando la llamada y mirando a su hermano menor.
-¿Contigo? - preguntó dudoso pero con algo de alegría en sus palabras.
Grey alejo su mirada apenado - No, nuestros padres me pidieron que te llevara al departamento de Madison Ave - suspiro con molestia al recordar lo que su madre dijo <<No queremos que Sebastian te distraiga>> desde cuando su hermano menor fue clasificado como una molestia.
-Supongo que no quieren que sea una molestia para su querido hijo - habló con enojo.
-Sabes que no es verdad - intentó disuadir al menor - Ellos no piensan eso.
-No hay necesidad de mentir - buzo, caminando más rápido - A mi no me importa que piensen así - dijo con una sonrisa falsa y mirada triste.
Patrick miró al par de hermanos, aquella interacción era totalmente opuesta a la que tenía con su melliza Catherine y eso le hacía sentir algo de tristeza. Su amigo amaba a su hermano menor, lo quería como a nadie, pero las constantes comparaciones que sus padres hacían, los malos comentarios hacia Sebastian y el poco interés que mostraban en él en comparación con el favoritismo que le daban a Grey, eran los detonantes de aquella mala relación.
-No recuerdo cuando fue la última vez que pudimos conversar como hermanos - dijo Grey al ver a su amigo caminar junto a él.
Patrick sostuvo su hombro y sonrió con calidez, matando a su enamorado - No te preocupes, estoy seguro que Sebastian te quiere tanto como tú a él.
Grey sintió que esa sonrisa obsequiada por su amigo, le daba mil años de vida. Si tan sólo no fuera tan cobarde, tal vez podría vivir como el deseaba.
10:57 A. M. Five Leaves
Después de un rico y tranquilo desayuno, los tres salieron del restaurante para volver al auto y dirigirse a sus respectivos destinos.
-Ya casi es hora - dijo Patrick, mientras buscaba entre los canales de la radio - El programa de Lucy va a comenzar.
<<¡Hola a todos! Soy Lucy Clark y me encanta poder compartir un nuevo día con todos ustedes.
Nuestro tema de hoy es: Amor. Lo cual nos lleva a la pregunta más importante ¿Qué es el amor?
Si me lo preguntan a mí... Es el sentimiento más hermoso del mundo, aquel que es capaz de cambiar la vida de las personas solo con sentirlo. Ese sentimiento que te transforma en lo más puro y sincero, ese que florece en el corazón. Amar es sentir como tu mundo cabía con solo mirar a esa persona especial sentado junto a ti.
¿Puedes sentirlo? Como late tu corazón cuando ves su sonrisa dibujada en sus labios, la sensación de hormigueo producido al simple rose de piel y la necesidad de ver a esa persona aunque sea un poco, solo necesitas ver su rostro para que la felicidad sea parte de ti.
Pero bien, dejemos las palabras y vayamos con este clásico además de ser mi canción favorita Kiss me>>
Sebastian escuchaba atento a la locutora de radio. Sus palabras le hicieron mover su corazón, su suave y sensual voz le erizo la piel. Lucy Clark, aunque no la conocía ya se había ganado su interés.
-¿La conocen? - preguntó al par que escuchaba atento.
-Si, es una amiga - respondió Grey.
-¿Te gusta?
-¡No! Solo es una buena amiga - negó rápidamente.
-¿Y a ti Patrick? - preguntó al copiloto, quién comenzó a meditar sobre aquella pregunta.
-No - respondió con duda.
-Parece que estas dudando - dijo Sebastian, atrayendo la atención de su hermano que parecía alterado ante la respuesta poco sincera de su amigo.
-La conocí cuando tenía 18 y aún vivía en Italia, me pareció una hermosa chica - su mente vago hasta aquellos días en que se conocieron - Realmente me parecía una chica atractiva - sin saberlo aquellas palabras clavaban dagas a su amigo, que miraba aún más tenso a quien hablaba inspirado sobre la chica en cuestión - Me gusta - dijo sin más, provocando una gran sorpresa en sus acompañantes.
-Vaya - dijo Sebastian con un poco de molestia - ¿Y porque no le pediste que saliera contigo? - Grey sintió que su alma salió de su cuerpo al escuchar aquella confesión, quería detenerse y gritar.
-Espera - respondió a quien cuestionaban - Me gusta, pero sólo como amiga. Tú nunca especificaste de que manera - aquella respuesta hizo que el alma de Grey le volvieron al cuerpo y un suspiro interno de alivio le hizo sonreír.
-Obvio me refiero de manera romántica - dijo Sebastian.
-Oh, entonces no. Ella no me gusta.
-Bien - respondió con una sonrisa de satisfacción al saber que ella no era especial para ellos por lo menos de manera romántica.
2:33 A. M. Bar SixtyFive at Rainbow Room
Sebastian llegó al bar acompañado de sus nuevas "amigas" a quienes apenas hace unas horas había conocido en el aeropuerto.
-¿Cómo logras pasar a este tipo de lugares, si eres menor de edad? - preguntó una exuberante rubia de gran pecho.
El chico sonrió, mostrando su billetera - Todo es gracias al dinero - sonrió engreído ante aquella realidad.
Las chicas se pegaron más a él, bailando y bebiendo sin pensar en lo que gastarían. Para él, el dinero lo era todo o por lo menos hasta ese momento en el que su vida no parecía interesarle a nadie ya que sus padres siempre preferían a su hermano mayor.
Bebía su quinta copa de la noche y entonces fijo su vista a la terraza, en donde una chica llamó su atención. Su rizado y sedoso cabello danzaba con el viento, su corto vestido dejaba al descubierto sus esplendorosas piernas de tez blanca que lo tentaban a enrojecer, su altura promedio y esa figura que parecía no destacar mucho en comparación a sus acompañantes, era extrañamente sexy para él. Sin pensar dos veces, dejó a las mujeres que estaban con él.
-Hola - saludo casualmente a la chica que Bebía sola, en una mesa con lugar para alguien más - ¿Puedo sentarme? - preguntó, sonriendo gentilmente.
-Hola - saludo Lucy, mirando con interés al hombre que se acercó a ella - Claro, siéntate.
-¿Cómo te llamas?
-Lucy Clark - respondió, bebiendo de nuevo y sonriendo ligeramente - ¿Y tú?
-Sebastian Flambee - respondió, mirando con curiosidad a la chica, a quien por lo menos ya había escuchado en la estación de radio y que sabía algunas cosas sobre ella.
Lucy sintió que ese apellido le sonaba de algún lado, pero no lograba recordar de dónde.
-¿Porqué una chica tan linda como tú, está sola? - fijo sus penetrantes ojos sobre ella, causando una sensación placentera en la joven.
-Solo quería disfrutar un poco más de mí - dijo sin despegar sus ojos del chico -¿Y tú, no estás acompañado?
-Lo estoy - respondió sin interés - Pero la verdad - sonrió con burla - Esas chicas son algo aburridas además de interesadas.
Lucy rio ante aquella descripción por parte de su acompañante - Eso es por salir con quien se te para enfrente - Volvió a beber y alzó la mano para llamar al mesero, quien en menos de treinta segundos ya estaba parado junto a ella - Puedes traerme otro igual - dijo al mesero, quien asintió y se alejó - Los hombres no prestan atención a las mujeres, para ellos el solo hecho de tener un buen cuerpo, ya es suficiente.
Sebastian comenzó a reír ante la manera tan honesta de hablar. Era una mujer interesante que lo había cautivado con su conversación. Decidió beber junto a ella y seguir con aquella platica que tanto le había agradado, hablaron durante bastante tiempo de cosas al azar, pero entretenidas.
3:18 A. M.
Lucy había bebido de más, su cuerpo estaba bastante relajado y sabía que no podía seguir en aquella situación.
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Volver Amar
Dla nastolatków**Segunda parte de Creo que me enamoré** Han pasado cinco años desde los sucesos en Italia. La personalidad de Ailén ha cambiado radicalmente, pasó de ser una chica alegre, amable, sonriente y cálida a ser una mujer de personalidad fría, fuerte, poc...