Two faces |EDITANDO|

Capítulo 27: I... can't

Sam:

Una nueva mañana, un nuevo día. Me levanté a la hora usual para ir al colegio y me bañe. Cuando salí me puse unos jeans, una musculosa gris y un suéter negro, me puse mis Converse y bajé a desayunar. Greta me preparó el desayuno y luego tomé mis llaves y me fui al colegio.

Estacioné la moto unas cuadras antes, y luego camine. Cuando llegué, me encontré con Lucas, quien me dedico una sonrisa. Yo le devolví la sonrisa y me acerqué a él. No me pregunto qué fue lo que hice ayer, por que ya lo sabía.  

- John me dijo que tengo que elegir a cinco personas de categoría inferior para que entrenen con nosotros el lunes de la semana que viene.

- ¿Y a quien vas a elegir?

- Quería elegir a Blake, pero vas a tener que decirle.

- Lo tenía pensado.

- ¿En serio? – preguntó sorprendido.

- Si – respondí con poco animo. – El lunes, antes del entrenamiento se lo voy a decir.

- ¿Por qué no hoy?

- Porque quiero un fin de semana pacifico.

Él soltó una carcajada y me rodeó los hombros con el brazo. Apoyé mi cabeza en su hombro y me reí.  En ese momento, Blake se nos acercó con una sonrisa. Lucas me empujo contra él, quien me rodeó con sus brazos. Parezco un muñeco.

- ¿Por qué faltaron ayer? – preguntó. – Marisa también falto. Fue raro.

Lucas me miró y me sonrió de medio lado. Yo le dediqué una sonrisa triste y asentí.

- Ayer… – comenzó a decir Lucas –, fue el aniversario de…

No terminó la frase. A todos nos costaba decirlo, incluyéndome.

- La muerte de mi madre – terminé la frase luego de unos segundos.

Sentí como él me abrazaba más fuerte, y luego me beso en la parte de arriba de la cabeza. Yo me mordí el labio inferior con fuerza e intenté que no se me empañaran los ojos. Blake no dijo nada, solo caminamos seguimos caminando. En el pasillo, vi que Marisa estaba parada junto con su séquito. Sonreí de medio lado a ver su flor en la tumba de mamá. Cuando estábamos a solo unos metros, ella se volteó y me vio. Tenía la mirada un poco triste. Se me acercó y nosotros paramos. Pero antes de que alguna pudiera decir algo, Blake hablo.

- Marisa dej… - no terminó la frase, porque Lucas lo paró y yo me separé un poco de él, sacando su brazo de mi hombro.

Marisa me sonrió de lado y yo le devolví la sonrisa. Y sin previo aviso, me abrazó. Al principio me sorprendió un poco, pero luego le devolví el abrazo. Ya hacía mucho tiempo que no nos abrazábamos de esta manera. Ella hundió su cabeza en mi hombro y yo la mía en el suyo. Sentí como sus brazos me rodearon más fuerte cuando hablo.

- También la extraño – dijo.

No lo aguanté más, y un par de lágrimas se me escaparon. Al sepáranos, me limpié las lagrimas, y ella las suyas. Ambas asentimos al mismo tiempo. Las dos sabíamos que todo seguiría igual.

- Lo necesitaban – dijo Lucas cuando ella se alejo.

- Ya lo sé.

- ¿Qué fue eso? – preguntó Blake.

- Te falta conocer una larga historia – respondí yo con una sonrisa.

Blake no pareció entender, pero era cierto. Lo que le faltaba saber, era demasiado.