Capítulo 39: La pelea definitiva

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Sam:

Lucas me estaba llevando a El Círculo Negro. El cielo ya estaba oscuro, y los nervios me carcomían por dentro. No sabía que iba a pasar hoy. Miré a Lucas de reojo, y este lo notó. Me dedicó una sonrisa tranquilizadora. Luego un de sus manos soltó el volante, y agarró algo de su bolsillo. Me tendió una barra de chocolate. La tomé y la abrí.

– Todo va a salir bien, Sam, tranquila – dijo con la vista en el camino. Partí el chocolate y le di un pedazo. Él se lo comió y luego me sonrió. –Mira. – Lucas había parado el auto a una cuadra, pero se veía perfectamente.

Miré hacia donde él miraba. El Círculo Negro estaba alejado de la ciudad. Hace años, antes de que mi papá peleara,  se había encontrado este edificio abandonado. Y como lo decía el nombre, era circular. Nadie sabía que había sido en el pasado, pero algunos inventaban historias para asustar a los novatos. A mí me habían dicho que antes un asesino en serie llevaba a sus víctimas ahí y las torturaba antes de matarlas. Ese había sido John, lo crean o no. Generalmente las peleas no eran muy públicas, y menos si se hacían ahí, pero con los del galpón habíamos decidido que esta vez sería distinto. En la puerta había una fila larga de gente, mucha era del nuestro colegio. Vi que Trent había ido, y que todos sus amigos también. Todos miraban muy atentamente la entrada que había al lado. En la parte superior había un cartel que decía “Solo boxeadores y acompañantes”. No hay que matar la ilusión tan temprano, pensé.

– Pásame la túnica, Lucas – el obedeció y me pasó la túnica roja y él agarró la dorada al comprender lo que quería hacer. Salimos del auto con las túnicas puestas, cubriendo nuestros rostros. Yo saqué a Dafne de la jaula, y la puse como pude sobre mis hombros debajo de la túnica. Lucas tomó el bolso que compartíamos, y ambos marchamos hacia la entrada. Cuando estuvimos cerca, los murmullos se hicieron más notorios, hasta que alguien gritó.

– La Venenosa  y The Golden Boy – la voz de Mar se hizo notoria entre toda la multitud. Me escondí aún más bajo la capucha, y luego noté como algunos se acercaban.

– ¿Eres vos? ¿Eres La Venenosa? – preguntó uno, Trent. Pareció no ver a la persona que había debajo de la capucha. Me reí, y él me escuchó. – ¿De  qué te ríes?

– No te me acerques – le advertí, y saqué dejé que Dafne se asomara un poco –, chiquito.

Estaba por irme, y entonces alguien me pasó el brazo por lo hombros, estuve a punto de tirarlo, cuando reconocí su voz.

– No molestes, se enoja rápido – la voz Colton se hizo notar.

– ¿Y vos quien te crees? – Trent se plantó frente a Colton.

– El Intocable – la voz de Colton era dura –, ahora vuelve a la fila, te espera una gran sorpresa.

Me fui de ahí con Colton y Lucas. El segundo estaba intentando no partirse de risa por lo que acababa de pasar, y yo hacía un gran esfuerzo en no hacer lo mismo.

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– Dos minutos para que empiece la pelea – dijeron por el altavoz. Hoy no iba maquillada en absoluto, no tenía intención de esconder mi identidad. Esos últimos dos minutos, fueron demasiado cortos. Tocaron la campana, anunciando que iba a empezar. – The Golden Boy, presentará a La Venenosa, y Tornado, presentará a El Cazador de Almas.

– Sam, vas a estar bien – me dijo Lucas, y luego le entregaron el micrófono. Se colocó la capucha y salió del cuarto para dirigirse al área. – Muchos de los del publico la conocen – empezó. – Por muchos es conocida por “La Nerd”, “La rara”, “la que tiene las puntas azules” – me reí –, pero en este lugar, ella es “La Venenosa”

Two faces |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora