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Abril 1.

Después de ese día, el vernos era más fácil. Mi madre distraía a mi padre para que yo pudiera ir a ver a TaeTae todas las tardes. Aunque era totalmente raro que ella se interesara en mi vida, creía que estaba bien, después de todo ¿qué más da? Aun si ella me lo prohibía, iría a ver a TaeTae.

— ¡Kookie-hyung! —

Si bien nunca supe porque lloro ese día, ya no me preocupa en realidad, ya que ahora él estaba mejor, mucho mejor. Sonreía, reía y jugaba más, eso me encantaba. Que fuera el mismo de siempre.

—Hola, TaeTae. —

Realmente amaba a ese niño, me encantaba acariciar sus regordetas mejillas, me gustaba sus sonrojos cuando le decía que era lindo, me gustaba cuando me decía "hyung".

Sencillamente, me encantaba todo de él...

—Venga hyung, mire esto. —

Su curiosidad era increíblemente grande, siempre hacía nuevos descubrimientos en el patio de su jardín trasero. Desde que la señora Kim le regalo una cámara, estaba con ella en todos lados. Tomaba fotografías de cualquier cosa en el jardín.

Recuerdo cuando le tome varias fotos a sus espaldas y cuando las vio su carita se puso muy rojita y me pidió entre chillidos tiernos que las borrara. Se veía tan adorable con ese puchero cuando le dije que no juguetonamente.

—Kookie-hyung...—

Es tan lindo, tan inocente, tan hermoso.

Tan...perfecto...

Mi mejor amigo

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Mi mejor amigo...

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