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Abril 24.

Llevábamos dos años juntos desde que regreso, y dentro de seis meses serian tres. Todo iba maravillosamente, era perfecto. Cada cosa que hacíamos juntos lo atesoraba, guardaba muy dentro de mí cada sonrisa y cada beso de mi TaeTae...

Todo era de color, típico, rosado, o al menos yo lo creía así, porque...últimamente tenía en mí un sentimiento de intranquilidad que no me dejaba dormir. Que me perseguía día y noche, empeoraba cuando estaba cerca de él...

TaeTae tenía 17 años, aún estaba en preparatoria y un día, llego normal a mí departamento con una sonrisa sospechosamente grande, me dijo tenía que hacer un trabajo con un amigo suyo, Park BoGum, y que mañana no iba a estar conmigo.

Lo que dijo obviamente no me gustó en lo absoluto, y además aquel chico no me agradaba, era demasiado sospechoso, siempre estaba encima de mi pequeño como si se lo quisiera comer. Me ponía mal, me llenaba de ira que consumía todo mi ser, era como si fuera otra persona...

Él es mío.

—Sí, él es mío...—

Nadie es digno de él.

—Nadie...—

Solo yo.

—Solo yo soy digno para estar a su lado. —

Ese día, por primera vez en toda mi vida, sentí...celos. Sentí...

BoGum invito a mi pequeño a ir a una cafetería, según para "concentrarse en su trabajo". Pero eso no me lo trago. Sabía que él no era de fiar. Los seguí, debía asegurarme que no haga nada estúpido. Porque todos en la escuela de mi pequeño sabían que él tenía dueño.

Ahí estaba ese imbécil, mi pequeño le sonreía, pero lo conozco tan bien que sé que estaba ligeramente incomodo por la cercanía de BoGum. Estaba casi sobre su rostro. Mis celos aumentaron cuando, ese chico tomo la mano de mi pequeño, cuando acaricio su mejilla, cuando acaricio sus labios.

Fue demasiado. No lo soporte más y fui hasta él, echaba humo por las orejas seguramente. Pero qué me importaba, no podía dejar que ese idiota se aprovechara así de la ingenuidad de Tae.

—Deja de tocar tanto a MI novio. —le dije entre dientes.

TaeTae me miro sorprendido y BoGum con mala cara. Sabía que le había echado a perder sus planes. ¿Quién putas se creía ese estúpido? Ese chico se levantó, parecía que quería iniciar un pleito, estaba listo para partirle la cara, pero mi pequeño lo tomo de la mano y se puso entre nosotros, BoGum y yo lo miramos.

—N-no hace falta pelear. JungKookie, vámonos. Te hablo mañana, ¿si BoGum-hyung? —

Él asintió de mala gana, estaba por tocarlo otra vez, pero yo jalé a mi pequeño del brazo y lo llevé rápidamente hasta a la salida. Él trataba de tranquilizarme, de convencerme de que no había pasado nada allí, aunque era inútil. Ese bastardo me había declarado la guerra y yo no pensaba quedarme con los brazos cruzados.

Desde entonces, yo mismo lo llevó y lo traigo de regreso de la escuela. Tengo mis contactos y mis informantes dentro de esos pasillos, por si el idiota hace algo mientras no esté presente, porque sé que son así de aprovechados aquellos que se meten en territorio ajeno. Iba a defender mi territorio.

Porque él es mío y solo mío...

Porque él es mío y solo mío

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El que provoco mis celos...

Él fue...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora