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Julio 3.

Solo había pasado una semana desde que mi pequeño se fue y ya era un infierno. No paraba de tener pesadillas y despertar en la noche asustado y exaltado con el corazón en mi mano.

Siempre aparecía en mis sueños y siempre se alejaba de mí, no importase lo que hiciese, él siempre desaparecía. Él siempre me sonreía con tristeza cuando la oscuridad se lo tragaba y desaparecía de mi vista, me dejaba con el corazón roto.

Por más que le pedía que regresara, que tomara mi mano y viniera conmigo, pero era inútil porque no se detenía, se entregaba a la oscuridad por su propia cuenta. Me hacía sentir que él no deseaba estar conmigo y prefería perderse en la oscuridad para siempre.

Gritaba su nombre cuando despertaba abruptamente.

Mi padre, cuando me regañaba por despertarlo, siempre me decía que debía olvidarlo, que su recuerdo solo me lastimaría. Él decía que debía seguir con mi vida y borrar su existencia de mi mente. Cada vez se veía más enojado y temeroso por mi aptitud.

Pero, por más que él me lo ordenara, yo nunca trate de olvidarlo, porque el simple hecho de intentarlo hacia que mi corazón doliera y volviera a llorar sin consuelo.

TaeTae siempre estará en mi corazón, lo quiera o no.

TaeTae siempre estará en mi corazón, lo quiera o no

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Mi pesadilla...

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