Sebastini...La Historia después de la confirmación..

ME ARRUINASTE MI CUMPLEAÑOS

TINI

Eran las once de la noche, todos nuestros amigos ya se habían ido al boliche. Después de haber hecho el amor por segunda vez, nos habíamos quedado dormidos. Me encontraba alistándome en el tocador, mientras Sebastián se bañaba. Media hora más tarde, Sebas había salido de la ducha, y estaba cambiándose.

Tini: Amor, se me había olvidado decirte, que ayer cuando llegamos del boliche, te entro un mensaje a tu celular.

Sebas: Si lo vi esta mañana. Era Natalia agradeciéndome por hablar con ella ayer.

Tini: ¿Y por qué a las cuatro de la mañana? No pudo esperar hasta la mañana para enviártelo. Digo, no sé yo a esa hora no estoy mandándole mensajes a nadie.

Sebas: Amor, yo que sé, le nació escribirme a esa hora. En verdad, ¿vas a seguir celosa? – Paré de maquillarme, y me volteé para mirarlo.

Tini: No son celos Sebastián, soló que yo no ando escribiéndole a hombres a esa hora, y menos si están comprometidos.

Sebas: Martina, por favor. – suspiro – ¿Por qué estas actuando así? Cuantas veces tengo que decirte que tú eres la única mujer en mi vida.

Tini: Por qué no me gusta que mujeres te estén hablando a esa hora. – dije levantando un poco más mi voz. – Si fuera Pepe, el que me estuviera escribiendo, estarías hecho una fiera.

Sebas: Primero, no me levantes la voz, por qué yo no lo estoy haciendo. Segundo, no pienso pelear por una tontería. Si tu lo quieres hacer es tu problema, si tu quieres ver un problema donde no está, es tu problema. Yo lo único que he hecho en estos meses que llevamos de relación es demostrarte todo el amor que siento por ti y que eres la única mujer que me importa. Si no lo quieres ver, no se que haces conmigo. Si te doy tanta desconfianza. Y tercero, por qué sacas a tu exnovio al tema. Que tiene que ver él aquí. En verdad, tu si sabes como arruinarme la noche.

Tini: ¿Te parece que te la arruine? Mas bien tú me arruinaste mi cumpleaños, hablándote con una mujer que obviamente quiere algo más contigo, o si no que hace escribiéndote a altas horas de la noche, sabiendo que tienes novia. Y deja de hacer siempre lo mismo, nunca quieres hablar, siempre es cuando tú quieres, y a tu manera.

Sebas: Martina, tu sabes lo que me acabas de decir. – suspiro y vi como se le aguaron los ojos – Como yo te arruine tu cumpleaños, para que lo puedas disfrutar vete sola a la discoteca. Así estas sola y tranquila. Lo último que quiero es que te la pases mal. – Se termino de abotonar la camisa, y camino hacia la puerta. Antes de que llegara, me levante rápidamente de la silla y agarre su mano.

Tini: Amor, mírame. – Sebas volteo, y pude ver como lagrimas salían de sus ojos. Lo que hizo que se me partiera mi corazón en dos pedazos. Lo atraje hasta mí y lo abracé – Bebe, perdóname. – dije pegada a su cuerpo – Tengo mucho miedo de perderte.

Sebas: Perderme, por qué. Si tu eres lo más importante en mi vida, lo sabes ¿verdad? – Me retire un poco de él. Nos sentamos ambos en la cama, mirándonos.

Tini: Sebas, yo se cuanto me amas. Me lo vives demostrando siempre. Pero es que quiero que sepas, que nunca había amado tanto a una persona como lo hago contigo. Eres mi todo, tu me apoyas, siempre estas pendiente de mí, me das fuerza para seguir adelante, me haces ser mejor persona, mejor mujer, no me prohíbes nada, de hecho te encanta todo. Me das esa seguridad que me faltaba, nadie nunca me dio tanta seguridad como tú lo haces. Y todo eso no se encuentra en cualquier persona, eres super valioso, y todas las niñas serian afortunadas de estar a tu lado. Por eso tengo miedo, que venga otra, a robarme lo que es mío. – él me tomó de las manos.

Sebas: Amor, nadie te va a robar nada. Yo te amo a ti, a más nadie. Tu eres la única mujer que hizo que yo dudara de mi soltería, que dejara de ser mujeriego. Tu sola, con tu personalidad lograste grandes cambios en mí. Tu mejor que nadie sabes cuánto miedo me daba estar en una relación seria. Pero yo no estaba dispuesto a perderte, y míranos ahora, nos vamos a ir a vivir juntos. Lo último que quiero es generarte una inseguridad. Si quieres puedo dejar de hablar con Natalia, si tanto te incomoda. – me levanté y me senté a upa en sus piernas.

Tini: Amor, no. No quiero que creas que, por mis inseguridades, tienes que dejar de hablar con tus amigas. Yo sola tengo que resolverlo. No soy nadie para decirte con quien hablar y con quien no. Lo último que quiero es eso. Eso haría nuestra relación toxica. Y eso es lo que menos quiero. – me incliné y le di un beso, el cual él me siguió. Él beso comenzó a intensificarse, ahora era una guerra de lenguas, una guerra que pensaba ganar, lo cual hice, para luego morderle su labio. Nos separamos del beso, agitados. – Bebe, sabes se me quitaron las ganas de ir al boliche. – y le di otro pequeño beso en los labios.

Sebas: Así, y eso ¿por qué? – él me dio otro beso en los labios.

Tini: Pues no sé, me entraron unas ganas enormes de que me hagas el amor. – y le di otro beso en los labios.

Sebas: ¿Así? ¿Y que quieres que te haga? Necesito que me digas paso por paso lo que quieres que te haga, y yo lo haré con mucho gusto. Estoy para servirte.

Sebas me cogió como solo él sabia hacerlo, no solo una, sino tres veces durante toda la noche.

MARATÓN 3/5