Capitulo 5

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-CAPÍTULO EDITADO -

Aun tenía una hora por delante antes de que Eric pasase a recogerme. Debido a que él era quien me había propuesto la invitación para salir esta noche me ofrecí a recogerlo, pero se negó rotundamente insistiendo en que le cogía de camino venir a buscarme.

Me aferré con las manos a la suave tela de la toalla que cubría mi cuerpo desnudo, mientras miraba el interior del armario con el ceño fruncido. Ahora era cuando venía la pregunta del millón ¿Qué me pongo?. Podía llegar a encontrar mil combinaciones con distintas prendas, y aun así no me podía decidir por ninguna. ¿Quizás la falda roja con el top negro? Demasiado simple ¿El pantalón negro con una sencilla blusa blanca? No puedo llevar algo tan informal.

Resople sin saber bien que hacer. ¿Tan difícil era encontrar algo para ponerme?

Me dirijo a la cómoda y me puse rápidamente una combinación de ropa interior en color crema. Me deshice de la toalla, colgándola en el pequeño gancho que se encontraba detrás de la puerta y me volví a dirigir hacía el armario. Bien, tampoco es tan difícil. Cerré los ojos y respire profundamente. Al abrirlos mi mirada se centró en un par de vestidos que se encontraban casi al fondo del armario, pase la mano por la fina tela de satén de uno de ellos, y lo cogí. Era uno de mis vestidos favoritos, la tela se adaptaba completamente a mi cuerpo y tenía un pronunciado escote que a la misma vez era muy elegante. Me deslice en él y me mire al espejo. Vaya, tenia que admitir que me sentaba realmente bien.

Decidí rizarme un poco las puntas de mi cabello, y tras maquillarme un poco me di el toque final aplicando mi lápiz labial ruby Wood de mac, me encanta como resaltaba en mi ese color rojo. Tras darme un último y rápido vistazo en el espejo, me di por satisfecha. Salí de casa y baje al portal donde debía estar esperándome Eric.

El claxon de un coche captó mi atención, y sonreí abiertamente dirigiéndome hacía el coche de Eric. En su interior está sonando Perfect de Ed Sheeran.

-Estas guapísima, Elena – dijo mirándome con los ojos muy abiertos -.

-Gracias, por cierto, no tenía ni idea de que te gustaba esa clase de música – señalé a la radio -.

-Ed Sheeran tiene una voz increíble – sonrió -.

Eric arrancó el motor del coche, y me dedique a mirar por la ventanilla. Parecía que para ser lunes se veía bastante vida nocturna por las calles de Berkeley.

-Oye ¿tienes algún tipo de preferencia a la hora de elegir restaurante? – Preguntó sin apartar la vista de la carretera -.

-La verdad es que no, me conformaría con cualquier lugar incluso de comida rápida – respondí con sinceridad -.

-Es bueno saberlo – asintió, esbozando una sonrisa -.

Continué con la mirada perdida a través de la ventana, admirando las diferentes luces que parecían danzar en el exterior. Finalmente, Eric aparcó al lado de una calle bulliciosa repleta de diferentes restaurantes y bares de copas. Salí del coche y me aliso el vestido. Me dirigió a un restaurante con un gran letrero luminoso donde se podía leer en letra cursiva, La Roma.

Desde el exterior gracias a unas enormes cristaleras que ocupan la fachada principal en su totalidad, podíamos ver el interior del lugar. Eric me sujetó la puerta para que entrase, y al instante una chica nos recibió dirigiéndonos a una de las mesas desde donde se podía ver la calle principal. Los asientos tenían forma de pequeños sillones individuales con una tonalidad roja que contrastaba con el color blanco de la mesa.

-Pensé que no tendrías ningún inconveniente en comer comida italiana – me dijo Eric -.

-Parece un sitio genial – confesé -.

Mientras dureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora