Enamorado de mi niñero (+18) || VKook

Capítulo 10

Narrador:

Había pasado ya una semana llena de exámenes para Jungkook en la escuela, para los cuales por primera vez en tanto tiempo se permitió estudiar a consciencia, y sí que ese esfuerzo había dado buenos resultados, por lo que ahora se encontraba más tranquilo que de costumbre. Pero todo ello no era solo gracias a él, sino que también su querido niñero lo había ayudado a estudiar durante las tardes.

Al principio, para el castaño había resultado tarea difícil el poder concentrarse en lo que le explicaba su niñero, cuando él solo podía pensar en lo muy atractivo que se veía el rubio hablando tan seguro de sus conocimientos y en aquellos jugosos labios que deseaba con todo su ser poder besar nuevamente. Entonces, recordaba el primer y único beso que se dieron y las mejillas se le volvían cual granate, que solo preocupaban al niñero y hacían preguntarle si estaba bien o si tenía fiebre. El castaño muy decidido apartó aquellas imágenes de su cabeza y procuró enfocarse solo en las explicaciones de su mayor.

En esa semana se conocieron aún más. Tanto a Jungkook como a Taehyung les gustaba cantar, siendo el menor de los dos al que mejor se le daba. Pero no hubiera sido fácil para el niñero saber eso, sino fuera porque escuchó cuando el joven de ojos grandes subía a su habitación, luego de haber estudiado juntos, cantando en voz baja una de sus canciones favoritas. El niñero quedó impresionado con la hermosa voz que poseía el castaño y le contó que él también disfrutaba cantar. Y así es como por las tardes, luego de estudiar, se ponían a cantar juntos.

Era domingo por la mañana y ellos habían salido a correr, como era habitual cada fin de semana.

Llevaban cerca de una hora de haber corrido mientras conversaban en el camino. En el rotorno se habían detenido en el parque que estaba cerca a la casa de Jungkook para empezar a trotar e ir más despacio. El castaño estaba tomando agua de su botella cuando por encima de esta visualizó a un lindo perrito que miraba para todos lados, acercándoseles a las personas que transitaban por su lado.

–¡Tae, mira! –Jungkook tomó al niñero del antebrazo y con su mano que sostenía la botella señaló al perro –¡Qué bonito, perrito! ¿No te parece una ternura?

–¿Ah? –Taehyung ubicó rápido con la mirada al cachorro–. Sí, está muy lindo –dijo conmovido para agacharse cerca a él a la par del castaño y acariciarlo–. Hola, amiguito. ¿Por qué tan solo? ¿Acaso estás perdido? –el animal que al principio se mostraba algo temeroso, le movió la cola amistosamente y le lamió la mano.

–Es muy lindo. Yo... nunca he tenido un perro –le confesó al rubio.

–¿Nunca? ¿Hablas en serio?

–Te lo juro. Nunca tuve uno. A mi mamá le dan alergia los perros y gatos. En toda mi vida solo me ha permitido tener peces, pero sabes que no es lo mismo que tener un perro, con ellos sí puedes jugar. Es totalmente diferente.

–Cielos, Kookie. No sabía eso. Yo, por el contrario, he tenido dos gatos cuando era niño y ahora tengo un perro en casa. Se llama...

–Ya, no me presumas los animales que tuvistes o tienes –le dijo, espujándolo en juego del pecho.

Taehyung lo observó cuando puso una mirada fastidiada acompañada de un puchero, justo como un niño y automáticamente se le formó una sonrisa en el rostro. El castaño no pudo evitar notar de reojo la bonita sonrisa del rubio y su corazón palpitó mucho más rápido contra su pecho.

Ya había pasado un poco más de una semana que su niñero andaba soltero, pero el castaño aún no quería intentar nada con él y se estaba conteniendo enormemente por no hacer nada en absoluto. Demonios, que lo estaba haciendo. Y es que era realmente un castigo, al menos para él, tener a semejante hombre en casa, tan atractivo, con las facciones innegablemente tallada por los dioses, tan interesante y sobre todo con un hermoso corazón. Pero estaba totalmente decidido a no ser el premio consuelo de nadie y lo iba a cumplir. No iba a caer en su encanto, o al menos, eso esperemos y veamos hasta cuánto puede aguantar el castaño.