Dulces malos

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Cuando ambos salieron del lugar se quedaron esperando en una esquina a que pasara un taxi para que los llevara, para mala fortuna de ellos comenzó a llover.

"Mierda, tengo frío" pensó el castaño, "¿por qué tenía que ponerse a llover justo ahora?"  el mayor se comenzaba a molestara por la situación, de pronto sintió al menor cerca suyo, llevó su vista al contrario y habló molesto.

Mientras lo miraba serio, el menor solo miró la bolsa.- ah, ¿las quieres? - preguntó mientras sacaba las gomas de esta, de pronto una idea se le vino a la cabeza, alzó su brazo y miró al contrario.- beso.- comentó mientras ponía su boca en forma de pato y esperaba, cuando sintió la presión en sus labios una sonrisa apareció, no creyó que el menor lo iba a hacer.

Lee se acercó a él, se inclinó un poco y presionó su boca con la ajena, sintió como el menor tomaba su cabeza para intensificar el beso, se conocía y sabía que si seguía así tal vez podía hacer algo que no le gustara al otro, así que se separó, lo odió, pero tenía que aguantar hasta llegar a su departamento.

-¿Por qué no pides un Uber? - Oyó la vaga propuesta del menor, Lee lo miró y vio como este se metía un dulce a la boca.

El mayor consideró la idea del otro, pero luego solo se limitó a negar, si pedía un "Uber" le iba a salir más caro que esperar a que pasara un taxi, vio que el menor le ofertó una goma, dudoso la aceptó cosa que le sorprendió, tal vez no todo lo que hacía esa marca era mala, cuando Lee le iba a pedir otra, pudo divisar un taxi aproximarse a ellos.

Minho sabía en ese corto tiempo que llevaban de conocerse que Han era bueno para hablar, se extrañó al ver que este no pronunciará ninguna palabra en el trayecto, probablemente porque su vecino no estaba bien, podía ver en su rostro el miedo que tenía y como evitaba su mirada.

Mientras esperaban llegar a su piso, Minho sintió un escalofrío, quería llegar lo más rápido a su departamento y sacarse la ropa mojada, cuando las puertas se abrieron vio que el menor salió primero y se dirigió a su departamento.

-¿Qué haces? - preguntó cuando vio que este entraba, tal vez ya no quería ir con él.

-Hm, ¿cambiarme la ropa? - contestó obvio mientras sacaba sus zapatillas, Lee se dio un golpe mental.- ¿quieres... Entrar? - preguntó dudoso, el mayor solo asintió, vio a su alrededor y vio las fotos que habían, lo bien arreglado que estaba el lugar y todos lo libros y lápices que habían en una mesa, en ese momento se preguntó en qué estudiaba el menor.

A la espera de este sacó su teléfono, Hyunjin lo había llamando un par de veces, ¿en qué problemas se habrá metido ahora el alto? Sin darle importancia a las llamadas atrasadas decidió pedir comida, comenzaba a tener hambre.

-¿Ya?- escuchó la voz del menor provocándole un susto, asintió y salieron del lugar.

-¿Qué vamos a hacer?...- escuchó las palabras del menor mientras él dejaba las bolsas a un lado y se apresuraba a sacarse el polerón, tirándolo a cualquier parte, una vez que logró su cometido sacó su polera mientras se dirigía a su pieza.

-¿No te gusta el café? - preguntó una vez que volvió mientras se acomodaba el pelo.

Vio como el menor guardaba silencio por un rato, luego como meditaba y como le daba cortas miradas para luego volver a pensar en algo.

-Por... Cosas.- soltó luego de un rato.

Luego de ofrecerle un té a su menor y poner las cosas que había comprado en su lugar, dio un corto suspiro y dirigió su mirada al otro que se encontraba recargado en la mesa, en su mente pasó la idea de que tal vez en el pasado el menor fue agredido física y tal vez psicológicamente, eso explicaría el por qué de sus actitudes.

-Quieres... ¿Quieres ver una película? - preguntó mientras lo miraba.

-Uh, no creí que fueras así de decido Han Jisung, pero acepto tu oferta.- respondió mientras lo tomaba de las mejillas y se acercaba a su boca, el momento que había anhelado acababa de llegar.

El mayor comenzó un beso lento.

Minho pasó su lengua por el labio del otro, quería morderlo, pero se iba a aguantar, cuando sintió que el menor le permitía el acceso, el beso comenzó a intensificarse, se separaron luego de un rato para recuperar el aire y el mayor se sentó, jalando suavemente de la mano al otro para que se pusiera arriba suyo, continuaron con el beso y Minho comenzó a deslizar sus manos por debajo de la polera del menor.

El mayor lo acostó en el sillón y se puso entremedio de sus piernas, repitiendo la acción anterior, sintió las manos del menor en su cabeza y como este tiraba cuando él presionaba ambos bultos, escuchó el débil gemido del menor cuando le mordió el labio, Minho dejó de prestarle atención a la boca del otro y la llevó a su cuello, ahí comenzó a dejar nuevas marcas encima de las que estaban desapareciendo, comenzó a sacarle el polerón y la polera cuando sintió que comenzaban a estorbar, bajó a las tetillas del otro, y ahí las chupó por un rato y luego las mordió.

Escuchó el débil quejido del menor, levantó su vista y vio a su vecino tirando su cabeza hacia atrás, esa imagen lo calentó aún más, comenzó a dejar un camino de marcas hasta que llegó al abdomen del contrario.

- ¿No crees... Que vas muy rápido? - soltó tratando de recuperar el aire, Minho al ver la linda cara de su vecino no pudo reprimir las ganas de llenarle esas mejillas de besos delicados.

-¿Quieres que me detenga? - preguntó en la oreja del contrario para luego morder el lóbulo de esta y luego hacer movimientos circulares en ambos bultos soltando un leve suspiro.

Todo con Han era nuevo para Lee.

Todo era distinto.

Sentía que quería complacer en todo al menor.

Quería seguir viendo esas sonrisas que le dedicaba el otro, oírlo decir su nombre de forma molesta, escucharlo decir cosa obscenas, seguir viendo su cabello desordenado, sus ojos cerrados mientras disfrutaba de algo...

Volvió a juntar ambas bocas, simulo embestir al contrario mientras oía como reprimía todo sonido que intentaba salir de su boca 

-¿Puedo hacer eso? -oyó el débil susurro del menor.

Lee pasó su dedo suavemente por la palma de la mano ajena, temiendo que le pudiera hacer daño, pensando que el menor era tan frágil que él tenía que cuidarlo para que este no se rompiera.

Sus miradas se conectaron, provocando que Lee saliera de su ensoñación.

-¿Qué cosa? - preguntó algo distraído mientras se salía del lugar.

Jaló del menor con suavidad y lo sentó sobre él, el contrario lo miró con duda y él solo se limitó a asentir y advertirle que no pasara.

Sintió los tibios labios de Han sobre los suyos y como daba cortos besos para luego bajar a su cuello.

Lee se sintió débil y de sus labios salió un inaudible suspiro.

Mientras Han se entretenía en su cuello, él tiró su cabeza hacia atrás dándole más accesibilidad, dejándose llevar por la sensación que le causaba el menor.

Liar./Minsung Remasterizado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora