Desperté por los toqueteos insesantes en la puerta. La noche anterior caí dormida justo después de hacer la pregunta que Luke no contestó por caer rendido también.Abrí mis ojos lentamente, aún seguía pegada al pecho del rubio que estaba acurrucado conmigo en sus brazos, dormía tranquilamente, como si no escuchara los golpes en la puerta. Lo admire por unos segundos, se veía como un niño. Sonreí y con cuidado me zafé de sus brazos, el gruño y se removió inquieto.
—No hagas eso...—murmuró con la voz ronca, aun con los ojos cerrados al momento de sentarme en la cama.
— ¿Qué?—pregunté con suavidad volteandome un poco para verlo ya que había quedado de espaldas a él.
—No te vayas...—suplicó abriendo apenas los ojos para mirarme.
El azul resplandecía en su mirada ya no tan cansada como lo había estado últimamente. Me acerqué a el y acaricie su cabello con ternura.
—Es hora de levantarse Luke, hoy es el gran día—dije con una sonrisa y bese su frente.
Los golpes de nuevo en la puerta me hicieron mirar hacia esa dirección. Suspiré y me levante de la cama, estirandome con mucha pereza.
—Al diablo ustedes dos, voy a entrar—se escuchó desde afuera.
—No tan deprisa, vaquero—dije en cuanto Michael entro por la puerta.
Solté un bostezo y volví a estirarme. El me observó y luego a Luke en su cama, quien se había vuelto a envolver en la mantas.
—Es tarde, Luke—dijo cruzándose de brazos.
Luke entre abrió los ojos y le saco el dedo del medio, para luego dar un bostezo.
—Oye, que lindas uñas, quiero unas así—Michael sonrió, yo suspire recordando las uñas.
Luke frunció el ceño volviendo a cerrar los ojos y gruño.
—Dale unos minutos—le dije a Mike revolviendole el cabello.
Sonrió y alejó su cabello de mi para arreglarlo.
—Luke, en el vestíbulo en 5—aviso Michael y salio de la habitación.
—Ya escuchaste Lucas, arriba—dije quitandole las mantas.
El se quejó como un niño.
—Vamos rubio, ¡Arriba!—exclame dando pequeños saltos en la cama ocasionando que el se moviera.
Se volvió a quejar, pero no se movía. Lo tome de los brazos y lo hale hacia el frente. El se sentó a medias en la cama y puso su cabeza en mi hombro.
—Había olvidado las jodidas uñas—hablo con la voz ronca sin despegar su cabeza de mi hombro.
—Cuando salgas de la ducha, te las quito—le prometí, el asintió.
Le hice caricias en la espalda y el soltó un suspiro. Finalmente se levantó y se metió al cuarto de baño, yo sonreí satisfecha. Mientras Luke tomaba su ducha, decidí pasarme por la habitación de los chicos a ver si me encontraba a Calum.
Abrí la puerta y me encontré con Ashton solo con un pantalón puesto y a Calum arreglandose el cabello frente al tocador.
—Se supone que primero se toca y luego entras—dijo Ashton en tono burlón con una sonrisa.
—Lo siento—le di una sonrisa.
El negó con la cabeza, restandole importancia y luego se puso la camiseta. Camine hasta Calum, que seguía con su cabello.